La revista Slink Magazine se ha atrevido a ir a contracorriente y lo cierto es que ha sabido llevar bien el camino. Apuesta por romper los canones de belleza sirviendo a su revista de modelos con curvas. Empezó a editarse en papel desde el pasado 2011 y a día de hoy circulan ejemplares por todo el mundo. Con Rivkie Baum de editora, la revista tiene como filosofía de vida compartir una moda con la que cualquier chica independientemente de su talla pueda verse identificada, algo que hace unos años era imposible.
Y es que romper con el prototipo de belleza que ha perjudicado a una sociedad tan influyente como la nuestra no ha sido tarea fácil y si no que se lo pregunten a los responsables de la revista que se han visto envueltos en acusaciones como que Slink Magazine ha fomentado la obesidad. Tener curvas no es sinónimo de sobrepeso, es más, son compatibles con una vida sana.
¿En qué tipo de ateneo social vivimos donde una talla M se considera talla grande y en la que la excesiva delgadez triunfa en las pasarelas? Gracias a labores como la de Slink Magazine, dentro de unos años las curvas reinaran y le abrirán los ojos a esta nuestra sociedad tan tóxica, a rebosar de estereotipos y prejuicios. Que vivan las curvas, que vivan.