Mal comenzaba la semana para el Íbex, que tras las enésimas declaraciones ambiguas de Mario Draghi y la precaución del libro "beige" de la Reserva Federal, que expresaba sus reservas en cuanto al crecimiento de Estados Unidos, bajaba más de un 5 % (alcanzando el jueves la segunda peor jornada del año) y se llegó a situar en la órbita de los 9.700 puntos. Sin embargo en la jornada del viernes se produjo un rebote que propició una subida del 2,97 %, la máxima subida anual diaria, para ponerse en los 9.956 puntos. El beneficio anual se sitúa en el 0,4 %. Abengoa ascendió un 10,49 %. La acción de la energética sevillana se trata de una de las más volátiles y se podría achacar sus constantes subidas y bajadas pronunciadas a efectos del mercado, a pesar de anunciar, por un lado, refinanciación de la deuda a largo plazo y por el otro la obtención de un nuevo combustible. Acciona, Sacyr y CaixaBank superaron el 5 % de beneficios. Sin embargo es la cuarta semana en rojo del Íbex de forma consecutiva, y el selectivo se ha situado en cifras del mes de agosto. La caída semanal al final es del 1,9 %.
En esta semana destaca también la caída de la bolsa griega, que tras las renegociaciones del gobierno por el pago del rescate financiero cayó en un 8 %.
El bono se tranquiliza
El bono a diez años, que llegó a estar el jueves por encima del 2,33 %, se estabiliza en el 2,16 %, con la prima de riesgo situada en los 130 puntos aproximadamente. El tesoro español tuvo problemas y no logró colocar toda la cantidad que se deseaba en la subasta de esta semana.