George Orwell, escritor británico de la primera mitad del siglo XX, es el autor de dos famosas obras: "Rebelión en la granja" y "1984", que con un tono satírico y metafórico consigue poner de manifiesto sus ideales y su desacuerdo con los régimenes autoritarios que invadían Europa aquellos años.
En primer lugar, "Rebelión en la granja", publicada en 1945, es una fábula desarrollada en una granja que representa al estado ruso, desde el régimen zarista hasta la implantación del estado comunista soviético de Stalin, pasando por la revolución rusa. Toda la historia está narrada como una alegoría en la que cada animal "encarna" a una persona del pueblo ruso. Aunque Orwell también satiriza el régimen zarista con personajes humanos (el señor Jones y su familia, los dueños de la granja).
Y en segundo lugar, "1984", publicada poco antes de su muerte, en 1949. Se trata también de una novela ficticia de carácter político, en la que se describe una sociedad vigilada y controlada por un guardián, el Gran Hermano. Esta obra hace también una alusión inequívoca al régimen estalinista.
Esta última novela, "1984", ha sido vetada en Tailandia al convertirse en un símbolo de protesta en contra del actual régimen militar, liderado por el general Prayuth Chan-Ochoa. Aunque la censura de este texto aún no es oficial, no se encuentra en las librerías más importantes de Bangkok por miedo a las represiones o consecuencias que pueda tener el poseer un ejemplar.
Las autoridades militares del país persiguen esta lectura por temor a que el pueblo tailandés compare el régimen autoritario ficticio de la obra de Orwell con el de su país en la actualidad y reaccionen ante ello de una manera quizás no tan pacífica como hasta ahora.
El hecho de que la literatura, en este caso una novela de George Orwell, sea capaz de aunar a un país, de convertirse en un símbolo de protesta, de hacer temer a los militares de un régimen autoritario y dictatorial, es una forma eminente de utilizarla. Además, no hay mejor modo de rendirle tributo tanto a la literatura como a los grandes escritores que hace unos años tuvieron el valor de satirizar aquellas sociedades reprimidas y aquellos estados totalitarios.