“Este continente es demasiado grande para describirlo. Es todo un océano, un planeta a parte, todo un cosmos heterogéneo y de una riqueza extraordinaria. […] En la realidad, salvo por el nombre geográfico, África no existe”. Así define Kapuscinski el continente africano al comenzar Ébano, una de sus obras fundamentales.
Y, como él mismo dice en esta primera página, Ébano no es un libro sobre África. Es un libro sobre las personas que allí conoció y que sumaron una experiencia más a su vida. El periodista ha sabido trasladar al lector a la vida cotidiana de África, contada con él como testigo privilegiado; un punto de vista de alguien que lleva mucho tiempo inmerso en esa cultura desconocida, pero que a su vez está formado en la cultura europea, lo que le permite comprender las grandes diferencias que existen entre ambos mundos.
Una lectura obligatoria para todo aquel que quiera descubrir África
El autor ha sabido entrelazar a la perfección sus breves relatos autobiográficos con matices históricos que ayudan a la mayor comprensión de sus páginas. Ébano te acerca un poco más a esa gran realidad que es África y que suele parecernos tan lejana, salvaje y extraña. Es con este libro cuando conocemos una verdad que aquí, en Europa, nunca ha sido contada.
La obra fue publicada en Varsovia en 1998, y en el año 2000 fue cuando llegó a España. Kapuscinski narra en esta crónica sus vivencias como reportero de guerra en el continente desde 1957 hasta 1990. En ese momento, él no era más que otro periodista desconocido, enviado a África como único corresponsal de la agencia de noticias Polish Press, que llegaba sin apenas recursos. Siempre prefirió buscarse la vida (y la información) de mano de las tribus y pueblos autóctonos y de su gente, antes que acomodarse en los grandes hoteles, reservados para el mundo occidental y las altas élites africanas.
Cada capítulo del libro es una nueva aventura: 29 microrelatos con personalidades distintas. Son historias independientes que, sin embargo, comparten la esencia de la memoria de África; sus problemas, sus causas y sus consecuencias. Kapuscinksi aporta una unidad a todas ellas con su experiencia personal como hilo conductor. Ébano nos sumerge en plena descolonización y en sus consecutivos conflictos. Los choques entre las numerosas y heterogéneas etnias existentes y las ansias de independencia de países que poco a poco van emergiendo son los dos grandes protagonistas de esta recopilación de reportajes. Gracias a esta cercanía del autor, el lector consigue sentirse, aunque sea por un momento, más próximo a este continente, a su gente, a sus secretos, a sus costumbres, a su forma de vivir... En definitiva, a todo aquello que, en general, sólo cree conocer por una breve noticia en un telediario cualquiera.
Es la perfecta combinación de todos estos ingredientes lo que hace de Ébano una lectura obligatoria para todo aquel que quiera descubrir África. Kapuscinski pretende dar una voz de alarma y reclamar al Primer Mundo una mayor atención hacia un continente que, aquí, siempre es olvidado.