El narrador, poeta, dramaturgo y ensayista uruguayo, impulsa la liberación, la libertad. La que anhela para un continente que ha sido colonizado. Una región que es rica, diversa, amplia, creadora y original, a pesar de los oprobios.
En Subdesarrollo y letras de osadía, nos encontramos con Benedetti, que acaso recuerda la canción del compositor Silvio Rodríguez Yo te quiero libre, una de cuyas estrofas entona:
Yo te quiero libre,
libre de verdad,
libre como el sueño
de la libertad
El libro es compilación de ensayos, escritos y publicados entre 1963 y 1986. Textos que revelan contrastes sociales y ahondan en la cualidad y calidad del intelectual subversivo, alejado de su continente por el exilio o presente en la convulsa realidad de su tierra. Benedetti analiza y pone sobre la mesa ideas y actitudes del escritor y la “rentabilidad del talento”. Profundiza en los escritos que brotan valientes, evidencia el colonialismo y realza la creatividad y la acción del intelectual.
Agrega y promueve nuevos derroteros; plantea, en profundidad, las brechas Norte/Sur, Este/Oeste; manifiesta la desinformación que planea en ciertos ámbitos, media por la ética periodística, por la cultura de la pobreza frente a la pobreza de la cultura.
La recopilación de ensayos conmociona y emociona. En sus páginas escuchamos la mordaza que ejercieron los regímenes dictatoriales sobre el ser humano, la comunidad y la cultura en Latinoamérica. Sintámoslo. El vocablo y la acción luchan, clandestinos o no y rebeldes, por alzarse. Acogamos a una sociedad amplia, dinámica, en permanente movimiento e innovación. Agazapada o presa porque el imperialismo se empeñó en que permaneciera así. Éste ha sido el estado de América Latina durante lustros.
¡Transgredamos códigos prefijados, conversemos con ella, seamos críticos y cuestionadores! Además, ¡abracemos a su y nuestra pluralidad, peculiaridad y diversidad!. ¡Preguntémonos a nosotros mismos y a nuestro prójimo, tendamos manos, con honestidad y leales a nuestros principios y valores! El autor nos alienta a ello.
La intrepidez del subdesarrollo
Las palabras osadas de Benedetti comienzan con el texto Ideas y actitudes en circulación. Observa al escritor unido al medio social, agita al lector, que mira al literato en primer término. Por ello, es menester que a las ideas acompañen las conductas. Actos y acciones caminan de la mano de los personajes creados por narradores, quienes dialogan en un lenguaje accesible y común.
En el siguiente ensayo, La rentabilidad del talento, cita a Sartre, quien expuso: “La cultura es la verdadera revolución”. Entra de lleno, así, en la liberación. Ésta abarca ideología, amor, conciencia, economía, tierra, imaginación. Propone al intelectual que “imagine más y mejor”.
Benedetti inspira a que el intelectual "imagine más y mejor"
El texto central de la obra Subdesarrollo y letras de osadía, expone los atrasos y adelantos de la literatura latinoamericana, que se halló desubicada desde sus primeros pasos. No fue impedimento sino aliciente para la creación y el surgimiento del modernismo. En él conviven elementos clásicos, románticos y autóctonos, con otros exóticos, franceses o españoles. El “modernismo en el que el arrraigo consiste en el desarraigo”, apunta Benedetti. Un mestizaje que proyecta y forja una lengua que es de todos.
En su cualidad de ensayista, se detiene en los contenidos que pueblan la literatura en el Cono Sur: la sociedad latinoamericana, la narrativa y el arte indígena, el obrero, el campesino o el minero, el imperialismo y la descolonización. Concluye que cuando la situación social penetra en el individuo, el personaje es más real. Personajes de gran profundidad psicológica y complejidad llenan las páginas de escritores comprometidos con la realidad.
La sociedad comunitaria impregna al individuo y es en este momento cuando las personas y los personajes se vuelven plural, se despojan del singular. Esta colectividad latinoamericana está arraigada en su tierra, es profundamente local y social, y, por ende, solidaria, contestataria y reivindicativa.
A continuación, el autor expone en Soledad y lucha de clases que el creador, como parte de la sociedad, se comprometa y no se ensimisme en su soledad.
Ya que las trayectorias culturales latinoamericanas y europeas difieren, expone que la investigación también se plantee desde distinta óptica. No reniega del aprendizaje procedente de Europa. Sugiere la interpretación de la propia historia, enraizada en la lucha por la independencia, y recomienda que la crítica converja en la invención y la creatividad. Como conclusión, Benedetti expresa que el intelectual se ha de implicar desde la humildad.
Tras esta reflexión, el autor se detiene en la relación del escritor con el crítico en el contexto del subdesarrollo. La comprensión, los códigos comunes, el lenguaje abarcador, aportan y enriquecen la obra del escritor. Probablemente todos los caminos conduzcan al ser humano, a la colectividad, a la tierra, a la naturaleza, al mundo. Cuando se integra este panorama transformador, las relaciones son más justas, humanas, multidimensionales, no unidireccionales.
¿Cuáles son Algunas formas subsidiarias de penetración cultural? Benedetti manifiesta que, a veces, el autor, se siente elemento decorativo. Otras, cuando el lector se ha conmovido, emocionado, se le ha desvelado una verdad, se le ha curado o restañado una herida, el autor se siente pleno y útil.
¿Qué implica y siente el artista peregrino? Benedetti lo experimentó y nos alumbra en el texto Los temas del escritor en el exilio. Arropados por la generosidad de los pueblos de acogida, el escritor que ha optado por exiliarse, padece, aun así, frustración e impotencia. ¿De qué forma mitigar esta desestabilización y dispersión cultural? El autor propone que el artista reivindique el drama de su origen, con “denuncia, determinación y solidaridad”. No aboga por el tono lastimero, sino por la esperanza y el optimismo.
El autor también propone que el artista reivindique el drama de su origen con "denuncia, determinación y solidaridad"
Nexos humanos y arte
Benedetti aporta y brinda en los siguientes textos, la acción unida a la literatura, donde las relaciones humanas son el núcleo del arte. Explica la diferente óptica y, a la vez, complementaria de los autores que se han quedado y los que han partido, obligados por las circunstancias dictatoriales. Capta la esencia cultural, como un “blanco móvil”, dinámico y cambiante, difícil de derribar. Por oposición, el artista es un “blanco fijo”, en quien los tiranos localizan la manera de arremeter contra el arte.
Septentrión y Meridión es una consecuente recomendación de ahondar en las relaciones y distancias de índole social entre el Norte y el Sur. Sugiere atisbar en Septeptrión un futuro construido artesanalmente, con esperanza.
En el ulterior capítulo, Benedetti plantea las Maniobras y mecanismos de desinformación. El escritor expone sus variedades. ¿La solución? Informar con ética, asumir el derecho a “descolonizar la información”, con justicia social y franqueza. Asimismo, en un artículo anterior, La fotografía como accesorio ideológico advierte que la cámara es un medio honesto, memoria emocional, colectiva y enfoque liberador. Eso sí, no exento de una potencial desfiguración, procedente del capitalismo.
Frente a la Pobreza de la cultura está la Cultura de la pobreza, afirma el escritor uruguayo. La última es la gestada y construida por las comunidades indias, los artistas que mantuvieron “la lumbre cultural” y, a pesar de las restricciones, tomaron la palabra, inventaron arte. Un riesgo que corre la cultura de la pobreza es convertirse en pobreza de la cultura, indica Benedetti. Ante tamaño revés, hay ejemplos de rigor y profesionalidad. El autor se decanta, lógicamente, por una digna cultura de la pobreza que por una desoladora pobreza de la cultura.
El libro culmina con Los intelectuales y la embriaguez del pesimismo. Para este estado, sugiere salvar y enarbolar esperanzas, imaginar salidas y perfilar un análisis modesto. Confía en el hombre como protagonista de la historia. El fuego, la rebeldía y el júbilo han permanecido encendidos en America Latina. Un texto que rebosa liberación inmersa en creatividad y humanidad.