El pasado mes de diciembre se inició un acuerdo entre Ecofin (El Consejo de Asuntos Económicos y Financieros, junto con el Consejo de Agricultura y el Consejo de Asuntos Generales) con el fin de establecer un único camino para liquidar los bancos que estén en situación de crisis. En la actualidad se está negociando con la Eurocámara; el presidente del BCE ha declarado que desea que el periodo fijado en 10 años para el plan quede reducido en tan solo a 5.
En la actualidad, los bancos están unidos al Estado, lo cual en una coyuntura de crisis económica como la que ahora se vive es, en la mayoría de los casos, un déficit para cada uno de los Estados que tienen que financiar a los bancos en quiebra. Con este proyecto, lo que se pretende desde el BCE es romper con esa unión, una cadena que arrastra hacia el abismo del déficit.
Según comentaba el Presidente de origen romano, no parece un proceso tan sencillo, a menos “a priori”: "A la hora de romper este vínculo, hay algunos elementos en el acuerdo del Consejo sobre el mecanismo único de resolución que creo que podrían mejorarse. El principal problema es la incertidumbre sobre la financiación de la resolución", declaró.
A pesar del fin del proyecto, que es el de apartar a los Estados de las deudas bancarias, al comienzo no será así. Tal y como pretende Alemania, el acuerdo del Ecofin prevé que dicho fondo se financie desde la Banca –estará dotado de 55.000 millones de euros-, por lo que se establecerán compartimentos nacionales para la gestión económica. El acuerdo supondría mutualizar las obligaciones, de tal forma que se acumularía la deuda de los diversos países y se distribuirían los costes de refinanciación. Dicha puesta en común se hará de forma progresiva, con un aumento del 10% anual.
El líder de la entidad europea cree que un periodo de 10 años “crea incertidumbre”, y califica de “meritoso” el poder crear el fondo único en tan solo 5 años. A su vez, ha querido aclarar que el recorte temporal no lleva implícito un aumento de la cantidad a pagar por los bancos, ya que la totalidad del fondo seguirá manteniéndose en 55.000 millones.
En caso de bancarrota
Ante esta posibilidad de que el fondo se quedase sin financiación, Draghi ha indicado que el Ecofin debe comunicar cuál es la solución que propone. No obstante, el BCE plantea 2 alternativas: una pasa porque el fondo pueda endeudarse en los mercados con el pertinente aval de los Estados, y otra pasa porque se tenga acceso a una línea de crédito del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).
Los países reingresarán su dinero en forma de tasas al sector bancario
En cuanto a la recuperación del dinero por parte de los países, el Presidente ha querido dejar claro que “no sería un sistema de transferencias entre los contribuyentes: como ocurre en Estados Unidos, el dinero se recuperaría con tasas adicionales al sector bancario en el futuro", afirmó.
La base parece estar firme, pero quedan numerosos flecos donde Ecofin y la Eurocámara distan, por lo que se espera que las negociaciones sean largas, tanto que a buen seguro sobrepasarán la fecha en la que finaliza la legislatura, en mayo. El Parlamento acusa al Ecofin de prever una toma de medidas excesivamente complejas en el cierre de los bancos, con lo que el fondo se creará de forma intergubernamental sin intervención de una entidad europea común.