El déficit comercial de Estados Unidos creció en el mes de diciembre un 12 %, situándose en 38.7 billones de dólares. Esto supone un ascenso del déficit mayor de lo esperado, ya que la mayoría de páginas especializadas y analistas esperaban que estuviera alrededor de los 36 billones. Durante el año 2013 las exportaciones de petróleo y la reducción de la dependencia de la energía exterior habían hecho que el año fuera el de menor déficit comercial desde 2009. La producción de petróleo en Estados Unidos es la mayor desde julio 1988, con más de ocho millones de barriles a la semana.

La balanza comercial, parte de la balanza de cuenta corriente

La balanza comercial es la diferencia entre los bienes importados por un país y los exportados. Hay que hacer hincapié en la palabra bienes, ya que este indicador no toma en cuenta los servicios. La balanza comercial, más la balanza de servicios, añadido del diferencial de rentas pagadas y recibidas del exterior (salarios, por ejemplo), y el diferencial de transferencias (pagos a cambio de nada, ya sea una subvención o algún emigrante que envía dinero desde fuera) forman la balanza de cuenta corriente, que a su vez forma parte de la balanza de pagos, es decir, las transacciones totales de un país con el resto del mundo.

Estados Unidos, a la cola en déficit comercial

Los Estados Unidos de América son el país del mundo con un déficit comercial más elevado, debido a su amplia dependencia de la energía exterior. Cuadriplica al segundo con más déficit, la Unión Europea en conjunto. También Estados Unidos se caracteriza por ser un país claramente comprador, debido a su modelo de crecimiento basado en el consumo interno. Algo parecido ocurre con España, cuya propensión a importar en momentos de bienestar económico es muy elevada. Sin embargo, en momentos de crisis como el actual, el saldo negativo en países como España se ha reducido, debido al descenso de las importaciones.