El diferencial del bono español a diez años y el alemán, la llamada prima de riesgo, ha bajado hasta los 195 puntos, mínimo histórico desde mayo de 2011. Coincidiendo con la bajada del bono español, el alemán ha subido hasta el 1,94 %. La diferencia entre ambos tipos de interés es lo que se denomina la prima de riesgo, la diferencia de más que paga el Estado español para financiarse a diez años con respecto al alemán. Italia también ha bajado de los 200 puntos el diferencial y Grecia y Portugal han conseguido reducir también la cifra.

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Los "buenos datos", clave

Los datos económicos positivos de las últimas fechas, tales como la bajada del paro, han contribuido decisivamente a reducir el diferencial. Los inversores ven más fiable que España pueda pagar la deuda con sus intereses y eso hace que compren financiación española.

El concepto estrella de la crisis

La crisis económica dejó muchos conceptos irrelevantes hasta entonces para el gran público. Comenzando por "subprimes", aquellas hipotecas de alto riesgo que daban los bancos a clientes dudosos, pasando por el rescate, el concepto que apareció como el gran generador de la crisis fue la prima de riesgo. Como el Banco de España no puede emitir moneda desde la llegada del euro, el Estado tiene que buscar otras formas de financiación. Un Estado que puede emitir moneda, la crea y así puede pagar sus deudas (caso de Estados Unidos, Gran Bretaña o Japón), pero como la emisión de moneda depende del Banco Central Europeo y muchos países creyeron que no era la política adecuada (básicamente Alemania para proteger a sus ahorradores), la financiación de un Estado se hace básicamente a través de la emisión de deuda en los mercados financieros, los llamados bonos. Éstos tienen varios términos de duración: desde los tres meses hasta los diez años, aunque se considera este último el baremo para medir la prima de riesgo. Los inversores (holdings, bancos de inversión, bancos y entidades financieras en general), compran estos bonos con dinero inmediato, a cambio de recibir intereses dentro de un tiempo. Obviamente la controversia de pagar un 5 o 6 % de interés a entidades privadas por los bonos cuando el Banco Central Europeo ofrece ese dinero a dichas entidades por un 0,25 % de interés es una de las grandes contradicciones y discusiones que ha generado la crisis.