Shinzo Abe, Primer Ministro japonés, ha tomado la decisión de subir los impuestos sobre las ventas de un 5 % al 8 %. La medida, que tiene un carácter histórico y que revive lo ocurrido en 1997, servirá para intentar paliar la ya endémica deuda pública japonesa. El máximo mandatario político japonés aseguró que esta vez las cosas serán diferentes a 1997, cuando se aumentó el impuesto y el fracaso fue tal que tuvo que dimitir el entonces Primer Ministro Ryutaro Hashimoto.
El precedente que acabó con la presidencia de Hashimoto
A finales de los 80, los bancos japoneses entraron en una dinámica de entrega de crédito que acabó en burbuja. Cuando en los años 90 se decidió rescatar a los bancos caídos, el descenso de la economía se agravó, y a mediados de década se optó por la ya conocida política agresiva japonesa, tanto fiscal como monetaria, aumentando exponencialmente la deuda pública y devaluando el yen. En 2011 la deuda pública japonesa asciendía al 230 % del PIB, la más alta de la historia de cualquier país.
Abe ha decidido frenar el aumento de la deuda pública tras poner en marcha las "Abenomics", una política muy agresiva a nivel fiscal y monetario, con mucho aumento del gasto público y depreciación del yen, la moneda japonesa, con el fin de mejorar las exportaciones. Sin embargo en 1997 se decidió también aumentar el impuesto sobre las ventas del 3 % al 5 %, y Japón vio como caía en deflación (crecimiento negativo de los precios), con lo que la recaudación fue un desastre y el país nipón entró en recesión. En 1998 Hashimoto no logró la mayoría y tuvo que dimitir en favor de su ministro de Exteriores.
Juegos Olímpicos y crecimiento de las empresas, el contexto actual
Con la asignación de los Juegos Olímpicos de 2020 a Tokio, el gobierno japonés planea una inversión que podría llegar a los 51.000 millones de dólares para el año que viene en incentivar sus políticas, a lo que hay que añadir los gastos de infraestructuras y derivados de los Juegos. Por otra parte las grandes empresas japonesas (Panasonic o Toyota, por poner algún ejemplo), están cosechando los mejores resultados recientes que han hecho aumentar las previsiones de beneficios para 2013 y 2014. Debido a la depreciación del yen las exportaciones japonesas se han visto aumentadas con respecto a 2012 en cifras cercanas al 10 %:
La controvertida política de Abe, que le ha valido elogios y críticas a partes iguales, es ahora mismo vista con incógnita, el fracaso del impuesto de 1997 hace que las expectativas sobre cómo la sociedad japonesa tomará esta subida sea cada vez mayor. Abe considera que en esta ocasión no hay motivos para pensar en una repetición de lo que ocurrió hace 16 años. La bolsa japonesa Nikkei ha bajado a mínimos de las últimas dos semanas debido a la incertidumbre sobre las medidas tomadas.