Los precios de los productos de consumo cayeron en la zona europea a un mínimo desde febrero del año 2010, situándose en el 1.1 %, bajando dos décimas de la inflación en el mes de agosto (1.3 %). La caída de la inflación es generalizada, en España se cayó a la menor cifra en los últimos cuatro años en el mes de agosto con un 0.3 %, Alemania disminuyó hasta el 1.5 % y la previsión es que Grecia entre en deflación (esto es caída de precios) para final de año.

La evolución de la inflación en la zona euro se puede observar en el gráfico siguiente.

Caída en los precios energéticos

El descenso en los precios de la energía, con un 0.9 %, debido al exceso de oferta, y la desaceleración del tabaco y los alimentos (del 3.2 % al 2.6 %) por el desánimo de los consumidores también contribuyó decisivamente.

El 2 %, la barrera psicológica

La inflación es el coeficiente que sube o baja un precio de todos los bienes de consumo de una economía previamente ponderados en su uso (a diferencia del IPC que recoge una cesta con los bienes más básicos que consume una familia). Se considera que por encima del 2 % el Banco Central Europeo debe revisar su política monetaria, y si la situación de inflación es reiterada y exagerada se produce hiperinflación, que es una situación en que la moneda pierde su valor y por lo tanto desciende el poder adquisitivo de las personas. Por el contrario la deflación es el descenso continuado de los precios hasta un nivel negativo, provocando entre otras cosas especulación en el consumo (esperando a que bajen más los precios) y el beneficio de las empresas es más reducido por lo que se reducen los costes y los salarios.

FOTO 1: Tradingeconomics.com