El optimismo sobre la economía española cada vez es más patente. Si hace unos días eran firmas como Moody's o Morgan Stanley las que avanzaban una mejora de la situación, ahora es el supervisor bancario el que les sigue el paso y da una mejor valoración de la evolución económica.
No obstante, aunque insinúa, no asegura. El Banco de España deja entrever que los datos de la evolución del Producto Interior Bruto (PIB) entre julio y septiembre "podrían reflejar una estabilización de la situación o, incluso, un leve avance del PIB", pero avisa de que las informaciones disponibles aún están incompletas.
A pesar de ello, muchos medios de comunicación se han lanzado esta mañana a apresurar que el organismo ya ve crecimiento en España, cuando solo lo sugiere. Si por algo se caracteriza el Banco es por su cautela ya que, ni en los mejores momentos de la economía ni en los peores de la crisis, ha alzado la voz en demasía.
Por otra parte, el informe analiza la polémica reforma laboral de Fátima Báñez y destaca que la consecuencia que más se ha notado el mercado de trabajo español ha sido la caída de los salarios, más que el aumento de la destrucción de empleo.
En cualquier caso, los expertos del organismo advierten de la dificultad de analizar el impacto de la reforma en el mercado de trabajo, pues los efectos da la recesión pesan demasiado sobre la situación laboral española. Sin aislar esos efectos, es difícil sacar una conclusión adecuada.