La velocidad en la innovación tecnológica y científica de nuestros días se ha cobrado una última víctima ilustre. Nokia, cuyo eslógan "Connecting people" y su melodía son universalmente conocidos, ha sido adquirida por Microsoft en su división móvil. Lo cierto es que la compañía ya usaba Windows Phone de Microsoft como sistema operativo, así que lo que el gigante fundado por Bill Gates hará es controlar a partir de ahora la construcción de terminales físicos de la conocida empresa finlandesa. Las acciones subieron desde los 3 dólares hasta los 5,24 dólares que vale en el día de hoy. Sin embargo, durante la burbuja tecnólogica del año 2000, las acciones de Nokia llegaron a valer 62,50 dólares.

Los hechos acontecidos en el año 2000 fueron importantes para entender como Nokia ha terminado en las manos de la poderosa Microsoft, cuyas acciones rondan los 31 dólares en la actualidad, pero fuera más relevante recalcar que los negocios tecnólogicos (así como los de raíz farmacéutica) requieren de una innovación y movimiento tal que acaban agotando la fórmula. En el caso de Nokia, su clímax fue durante principios del siglo XXI, con los primeros teléfonos móviles de gama media y tamaño medio o pequeño. La empresa finlandesa creó teléfonos compactos, muy sólidos, que cumplían con sencillez su cometido. Modelos como el 3310 o el 8210, de tamaño reducido pero auténticamente duros desde el punto de vista físico, con una interfaz relativamente moderna, hizo que tuviera unos beneficios descomunales, una imagen conocida por todo el mundo y un sello auténtico. La era de los "teléfonos simples" tenía un dueño, la empresa del norte de Europa que había acabado con Alcatel, competía con Siemens y la vecina Ericsson.

La evolución y el fin

El negocio de la telefonía móvil fue evolucionando a tal velocidad que a Nokia no le dio tiempo de saborear el momento. Fue la aparición de los primeros servicios de Internet portátil lo que comenzó a minar la cuota de negocio. Paulatinamente fue cayendo hasta el asombroso 62 % de caída de cuota allá por 2010. La aparición de los teléfonos inteligentes dio la puntilla a la sólida marca finlandesa. Desde 2010 la caída es la más grande de una compañía dedicada al sector, la más pronunciada como indica el siguiente gráfico. Son tantos los factores que influyen ahora mismo en la venta de teléfonos móviles que es imposible dirimir cual es el decisivo, pero por marcar uno relevante, la elección de Windows Phone como sistema operativo (tras la designación en 2010 del hombre de Microsoft Stephen Elop como máximo mandatario), en mitad del auge de Android y Apple, hizo reducir las ventas de Nokia, por clientes que buscaban otro tipo de características en un teléfono.

Ericsson se fusionó con Sony, incorporó Android y potenció las características audiovisuales de sus teléfonos para ganar cuota de mercado. Siemens Mobile fue comprada por BenQ, Alcatel se fusionó en 2004 con empresas francesas y chinas. Y ahora por último, es Nokia la que decide ser absorvida por Microsoft. La empresa finlandesa mantendrá la mayoría de sus trabajadores y Microsoft confiará en el mismo sistema de fabricación de piezas y teléfonos que había hasta ahora. No es el primero ni será el último en caer, Blackberry fue devorada por los teléfonos con Apple y Google, al no poder seguir el ritmo de las dos empresas líderes del mercado de los teléfonos inteligentes.

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