Antes de la aparición del capitalismo, del keynesianismo, del neoclasicismo, de los liberales, neoliberales, de las primas de riesgo y de los bonos, la economía tuvo una evolución desde la simpleza más absoluta al complejo entramado que es hoy en día el sistema financiero mundial. Si echamos un vistazo atrás, cuando no había ni ordenadores, ni siquiera electricidad, ni siquiera procesos técnicos de higiene, alguien pensó que su excedente, lo que le sobraba de su producción, podía intercambiarlo por otro bien distinto.
 
Sería así como hace algunos miles de años, un pescador intercambió una de sus presas por un par de frutas de un recolector. El pescador, ágil y con las manos rápidas, podía pescar con mucha habilidad y para él era más fácil, ya que sus facultades físicas se lo permitían, que para el recolector, que era alto y relativamente habilidoso para coger la fruta de los árboles. Sería así como se empezó el concepto de "especialización".
 
La creación de la moneda, ¿por qué existe?
 
Las monedas no nacieron como medio de pago valioso en sí. Muchos de los productos intercambiados en la antigüedad eran alimentos de caducidad inmediata, por lo que si alguien acumulaba mucho en su "almacén", rapidamente perdía su valor y desaparecía. Fue así como alguien debió pensar en algún material que pudiera durar en el tiempo, así se crearon algunas piezas de metal para intercambiar por los productos que caducaban pronto, además el metal no se estropeaba aparentemente y mantenía su valor.
 
La aparición de los estados y la propiedad de la tierra
 
El siguiente paso fue la creación de algo que gestionara la producción, y que construyera obras comunes para ser usadas por el conjunto de los ciudadanos. Para ello había que pagar, así que la creación de los Estados, con su cuerpo de funcionarios, implicó que una parte del beneficio fuera a parar al organismo público, a cambio, teóricamente, de obras y servicios de interés general (aunque la mayoría  de las veces iba a parar a financiar los festivales de la corte de turno). Esta ampliación permitió también la estratificación de la sociedad, los que pudieron producir y vender más, dentro de la clase media-baja,  se convirtieron en los posteriores burgueses. Ya no importaba sólo la sangre, el poder económico cada vez más fuerte de la burguesía hizo que su poder aumentara exponencialmente.
 
Productores, comerciantes e intermediarios
 
Es impresicindible hablar en un vistazo atrás de la economía de los comerciantes. La figura que comenzó con el mito de los fenicios, que invirtieron en una gran flota mercante que iba por todo el Mediterráneo desde sus ciudades en el Próximo Oriente, volvió a aparecer con fuerza en pequeñas ciudades europeas. Venecia, Amberes, Brujas o Amsterdam comprendieron en seguida que sin tener el poder demográfico o bélico de otros reinos, la clave
era el intercambio de bienes a través de una flota comercial imponente. Esto condujo a que unos pocos comerciantes poderosos adquirieran cada vez más poder, poniendo en riesgo los cimientos del antiguo régimen. Además, comienza a aparecer algo muy parecido a la actual bolsa de valores: reunLas ligas comerciales eran ciudades aliadas para protegerse en todos los aspectosiones de comerciantes comprando y vendiendo productos, y creando algunas burbujas, como los ya míticos tulipanes de Holanda. Es importante remarcar el concepto de "especialización". Cada ciudad tenía un producto único, y formaron una "liga" para protegerse de los posibles ataques de vikingos y otras civilizaciones. Así nacía la "liga Hanseática", una de las primeras uniones comerciales. Era un conjunto de ciudades de la actual Alemania, Países Bajos y países bálticos que se habían unido para comerciar y protegerse militarmente de ataques exteriores. Lograron una gran influencia en Londres durante los siglos XIII y XIV y colonizaron parte del Este de Europa gracias a su expansión económica. Las ferias de productos y la especialización era clave: así Hamburgo controlaba la producción y rutas de la sal, Amberes la de los diamantes etc.
 
La aparición del liberalismo
 
En el siglo XVII se crea como tal el liberalismo, una de las corrientes econónomicas más influyentes y que tiene sus puntos de importancia en la actualidad. Nació como contraprestación al mercantilismo, que abogaba por la intervención plena del Estado en la economia protegiendo el comercio local mediante políticas, por ejemplo, de aranceles. Los dos rasgos más importantes fueron que consideraban la economía mundial un juego de "suma cero", es decir, cuando un país vende, es porque otro compra, así no se modifica la cantidad total, uno gana y el otro pierde. La otra característica importante es que por primera vez se adquiere el oro como medidor de la economía. Un país vale por el oro que tiene, esto es por la fiebre que hubo con este material tras el descubrimiento de América. El liberalismo, como la teoría fisiocrática, considera sin embargo que los mercados se mueven sólos, no hace falta la intervención del Estado, ni para incentivar ni para controlar nada. La propia "naturaleza" se encarga de reconducir la situación. Fue propuesto por Adam Smith, personaje de influencia histórica en la economía, y por primera vez se introduce el concepto de "bien común".
 
Las fábricas y el denominado capitalismo salvaje
 
El siguiente paso fue el aprendizaje del uso de la fuerza eléctrica y del vapor como medio de producción. Ello condujo a una espiral de nuevos productos y producción más grande. Se hizo necesario emplear a niños y mujeres, por decirlo así, era una época en que lo más importante era sacar el beneficio de donde fuera, sin importar las situaciones sociales que causara la situación como la falta de higiene o el peligro de algunas máquinas. Las numerosas manifestaciones sociales y la aparición de técnicas motivadoras empujaron a un cambio y a algo parecido al actual sistema productivo.
 
La vuelta a la intervención del estado: el keynesianismo
 
Si una política económica marcó el siglo XX fue la aparición de la doctrina keynesiana, la que regresa los postulados económicos en que la intervención del Estado es importante. En este caso, tras la crisis de 1929 se culpó la no intervención del gobierno y de la contractiva política monetaria de la Reserva Federal de empeorar la situación. Tras la Segunda Guerra Mundial se vivieron los años felices, el "boom" del consumo, el expansionismo del gasto público, y la época con más garantías sociales.
 
Las nuevas tecnologías
 
Es innegable que el proceso de mejora técnica es exponencial, eso quiere decir que cada mejora trae una evolución mayor que la anterior, así la aparición en los años 50 de aparatos como los ordenadores, y aparatos de comunicación a gran escala como la televisión, favoreció la aparición de nuevas ideas
y proyectos económicos, la variedad es cada vez mayor, pero las técnicas de producción y la mejora de eficiencia también.
 
Los ciclos económicos y crisis se han sucedido durante toda la historia. Si en el siglo XVII fueron los tulipanes (un ejemplo muy usado pero muy gráfico) los que dispararon una burbuja, en el siglo XX y XXI han sido los bienes inmobiliarios y las nuevas tecnologías los que han disparado estas burbujas, 
todas las teorías económicas parten del Estado y la política monetaria como herramientas. El Estado como eje vertebrador entre el bienestar económico privado y el bienestar social común, y la política monetaria como forma de estimulación del crecimiento económico. En la crisis actual, de hecho, se han discutido algunos de los aspectos del Estado y la oferta monetaria. Muchos achacan la actual crisis del sur de Europa a un exceso de gasto estatal según la escuela clásica, mientras que se ve la posible solución en una ampliación de oferta de dinero imposible por la organización europea del momento. En la célebre crisis de 1929 se achacó la falta de política expansiva como agravante, por parte de la escuela keynesiana.