Bajo la actual crisis, en la que sobresale el desempleo y conceptos como prima de riesgo o austeridad, es importante tratar de aclarar también que aunque la macroeconomía es lo que mueve las grandes cantidades de dinero, una buena planificación de la economía familiar puede ayudar a paliar un poco los efectos de una bajada de salario, una subida de impuestos y los imprevistos de una reclamación o el pago de la declaración de la renta o IVA.
 
Planificación, la palabra clave
 
Establecer unos límites de gasto y un fondo de imprevistos es clave. En este sentido, la disciplina y el compromiso con lo presupuestado es clave. De nada sirve planificar, si luego no se cumple. En cuanto a la disciplina, lo presupuestado se debe cumplir con el máximo de fidelidad posible. Las cualidades psicológicas son más importantes que las económicas, ya que la falta de continuidad, disciplina y compromiso conduce a la no consecución de los objetivos y después conduce a problemas de cuadratura de números.
 
Las cuentas de una persona deben reflejar, como las de las empresas (en teoría) realismo y fidelidad. Realismo significa que lo representado debe acercarse a lo que acontece. El concepto de fidelidad es muy cercano al de realismo, sería un reflejo de la realidad tal como es, ahí entra el concepto de honestidad con uno mismo y representar lo que está sucediendo.
 
Un ejemplo básico propuesto
 
En el supuesto se supone que hay ingresos y gastos. Los ingresos no sólo pueden venir del salario, puede ser una devolución de la declaración de la renta, o un ingreso extra debido a otras actividades. En los gastos se diferencian los de hogar, los de consumo y los financieros. Esta primera parte es sólo la introducción y representación de los datos a analizar.
 
El ahorro, la clave del modelo
 
Este modelo está pensado para llevar una cierta disciplina y orden en el ahorro. La ortodoxia dice que el ahorro debe suponer entre el 5 % y el 20 % de la renta disponible (esto es el salario menos los impuestos IRPF, cotización a la Seguridad Social e impuestos directos sobre el trabajo), aunque hoy en día las cifras se están reduciendo. La contribución mensual puede ser un depósitoSe destina, en teoría, entre un 5 % y un 20 % de la renta disponible al ahorro de ahorro para el futuro o la fórmula que se prefiera. En cualquier caso ese dinero significa que ahora mismo no se puede tocar y no se puede consumir con él, pero a cambio se podrá disponer de él en un futuro. Pero el ahorro no siempre puede salir rentable, en el caso de inflación relativamente alta, por ejemplo, lo depositado perdería valor ya que el precio actual es más bajo que el precio futuro (esta es una de las razones por la que Alemania no quiere una política expansiva, ya que es un país de ahorradores y la subida de los precios implicaría menos ahorro y pérdida de valor de éstos). 
 
Líquido: un pequeño anexo
 
El dinero líquido es aquel que se tiene en mano y en los depósitos bancarios a la vista. Su ventaja es la rápida disponibilidad pero a cambio ofrece una rentabilidad nula. Lo contrario a tener bonos por ejemplo (comprar deuda pública) ya que el dinero no está disponible pero ofrece una rentabilidad.
 
Austeridad: límites
 
Los límites de gasto y ahorro los pone el propio interesado. Es importante ser fiel al límite presupuestado, pero la cantidad varía según muchos factores (ingresos, gastos, disponibilidad del dinero). Lo más importante a la hora de llevar un sistema fiable de contabilidad familiar es el compromiso y la fidelidad a los límites presupuestados. Es un pequeño paso hacia el control total de las finanzas del hogar, el total conocimiento de los movimientos de dinero conduce a un gasto y a una gestión más responsable. A cambio, el tiempo dedicado y el esfuerzo en introducir datos o estar pendiente de las transacciones puede suponer un desgaste, sin embargo éste puede dar sus frutos en el futuro.
 
Aquí puede descargar un excel básico de contabilidad familiar