El argumento de la obra gira en torno a la vida de David Zimmer, un hombre que acaba de perder a su esposa e hijos en un accidente. Tras meses encerrado en su casa, una imagen en televisión le hizo reír: una película de Hector Mann. A raíz de esto decidió investigar sobre la vida de ese actor, desaparecido desde los años 20, y escribir un libro. La publicación de esa obra desencadena una serie de acontecimientos: que David reciba una carta citándolo en Nuexo México, que vayan a por él a su casa a punta de pistola, y que vaya finalmente a esa ciudad a conocer a Hector Mann, que está a punto de morir.
Auster demuestra nuevamente en esta obra su maestría a la hora de redactar un texto. No sobra ni falta nada, todo parece que encaja perfectamente en el discurso. Las primeras cien páginas atrapan al lector por su destreza lingüística.
En cuanto al modo en que se cuenta la novela, se utiliza la “focalización interna”, es decir, el protagonista David Zimmer es el que tiene la palabra en todo momento.
El tiempo pasado predomina en toda la obra. Al principio se puede pensar que intercala presente y pasado, pero al final advertimos que se trata del tiempo pretérito: David está contándonos lo que ponía en el libro de Hector que publicó a sus cincuenta y largos años.
El narrador se encuentra dentro de la obra, por lo que decimos que se trata de un narrador “autodiegético, es decir, un narrador que es a su vez el protagonista de la obra.
Ilusiones
La obra pretende hacernos ver que siempre tenemos que tener esperanza. Los protagonistas de la novela son auténticos sufridores, pero la esperanza los motiva a seguir. Cada persona en su día a día sufre por algo, por eso necesitamos nuevos objetivos que nos mantengan despiertos y con un hilo de esperanza, por menudo que sea. Las ilusiones de las que se habla en el título son precisamente las esperanzas que tenemos las personas.
Paul Auster
El escritor de la novela tiene reconocido prestigio. Ha recibido galardones en diferentes países, y entre ellos cuenta con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en el año 2006. Algunas de sus obras más conocidas son Viajes por el escriptorium (2006) e Invisible (2009).