El pasado 19 de febrero, los vecinos de la localidad de Parla iniciaron represalias contra los ocupas que, según fuentes policiales, están ilegalmente ocupando pisos de la zona Este de Parla. Todo comenzó un mes antes, cuando ocuparon nueve chalés. La policía local colaboró para desocupar esas viviendas en ausencia de los inquilinos.
El Ayuntamiento de Parla, ante las innumerables protestas de los vecinos, ha optado por tapiar decenas de casas que eran propiedad de Caja España. Además, ha pedido ayuda a la Delegación del Gobierno, para enfrentarse con el problema de las casas actualmente ocupadas, alegando que la situación está empezando a ser “muy tensa”. La policía Local y la policía Nacional patrullan la zona para evitar más incidentes por parte de los vecinos, indignados por la situación en la que viven.
Según la policía Local de Parla, la situación más tensa tuvo lugar con el Plan Municipal de Alquiler situado en el número 15 de la calle Toledo de la localidad. Se produjeron enfrentamientos entre los propietarios de las casas y los ocupas ilegales, debido a que esa mañana Iberdrola cortó la luz de toda la comunidad de vecinos, la cual fue restablecida por la tarde a petición del ayuntamiento.
Dos agentes resultaron heridos tras ser alcanzados por varias piedras y un ocupa fue detenido. Los vecinos se quejan de las pocas acciones contra este problema por parte del alcalde de Parla, José María Fraile. Hay vecinos que han sufrido robos y se quejan de que la inseguridad en la localidad, va en aumento, por ello, han organizado sus propias patrullas ciudadanas para echar a los residentes ilegales. Esta ocupación ilegal se ha multiplicado en el último año y medio ante la ausencia de acción por parte de las administraciones y la justicia.
Los vecinos hicieron movilizaciones y concentraciones en las puertas de las casas ocupadas. Además, cortaron la luz, el agua y tapiaron algunas viviendas ocupadas en protesta por todo lo que están sufriendo.
Junto con los problemas de inseguridad de la zona, se suman otros problemas declarados por la policía como son; el tráfico de drogas, venta ilegal de pisos por parte de mafias, y agresiones a los vecinos y agentes.
Al margen del foco de ocupación de la Calle Toledo con 160 viviendas ocupadas, en el barrio de los Signos del Zodiaco hay otras 9 viviendas tomadas ilegalmente, en la calle Géminis hay tres chalés tomados por una misma familia de etnia gitana; en la calle Libra hay otra más; en Leo, dos viviendas, y en Acuario, otras dos.
Según residentes de Parla, otras han sido ocupadas en la Calle Fuenlabrada, en Río Miño, Cid Campeador, La Sal y San Blas, pertenecientes a gente mayor que se ha ido muriendo y se meten cuando el piso se queda vacío, aunque de esto la policía no tiene constancia.
Además, según las fuentes policiales, otros 22 inmuebles: seis en Géminis, cuatro en Libra y 12 chalés entre la calle Aries y la avenida de Las Galaxias, están en serio riesgo de ocupación.
Trabajadores sociales de mediadores
Un grupo de trabajadores sociales se prestó voluntario para mediar el conflicto que tiene lugar en la Calle Toledo de Parla. Intentan regular la convivencia en un inmueble con 270 casas, en las cuales hay más de 150 ocupas, y hacerse cargo de la población infantil.
Esta es una medida que se ha sumado a las ya establecidas por el alcalde de la localidad, para reforzar la seguridad, con las patrullas de la policía vigilando la zona.
La gestión del PSOE
Hace un año y medio que comenzó el problema de los ocupas, cuando el Ayuntamiento fue incapaz de evitar que los pisos de la Calle Toledo de Parla fueran ocupados masivamente.
Concretamente, ese inmueble pertenece a una empresa adjudicataria del Plan Municipal de Vivienda, (UNIFO), quién iba a dar las viviendas en régimen de alquiler protegido. Después de cobrar la fianza de algunos inquilinos futuros, desapareció y empezaron los problemas con los ocupas. El PP propuso el rescate del inmueble, además de las indemnizaciones, por parte del Ayuntamiento. Éste rechazó la propuesta alegando que no había suficiente dinero para ello.
Los vecinos se reunieron con el Ayuntamiento para mostrar su colaboración. Según dicen, aunque seguirán con las “patrullas vecinales”, no harán nada más que avisar a la policía cuando localicen otra ocupación, ante el miedo a las represalias de los ocupas.
El Ayuntamiento se ha comprometido a tapiar las casas que sean un riesgo para una nueva ocupación y mantener la vigilancia policial de la zona.