La publicación de Corazón tan blanco en 1992 consagró a su autor como novelista. Javier Marías ya llevaba a  sus espaldas la publicación de varias novelas como El hombre sentimental (1986) y Todas las almas (1988), entre otras muchas. La última obra publicada fue Los enamoramientos, en 2011.

Argumento

La novela comienza así: “No he querido saber, pero he sabido que una de las niñas, cuando ya no era niña y no hacía mucho que había regresado de su viaje de bodas, entró en el cuarto de baño, se puso frente al espejo, se abrió la blusa, se quitó el sostén y se buscó el corazón con la punta de la pistola...” 

Juan Ranz es el protagonista de esta obra. Intérprete y traductor de profesión, recién casado tiene que marcharse a La Habana por un viaje de trabajo. Una vez allí es confundido por una chica que espera en la calle y, por casualidad, escucha una conversación en el hotel donde se aloja. A partir de este momento su matrimonio se llena de dudas y malos presagios. El malestar está desencadenado por un hecho del pasado: su padre se casó tres veces y entonces fue cuando Juan Ranz nació. Aquí está la clave de la cuestión, ¿qué pasó antes de que él naciera? Su padre mató a su primera esposa para volverse a España desde Cuba.

La característica principal de esta novela, y en general en la novelística de Javier Marías, es la digresión. El hilo conductor de esta obra son las digresiones, usadas de un modo ejemplar para que el lector no se pierda. El peligro de esta técnica es que puede llevar al aburrimiento si olvidamos el hilo argumental.

Se juega en esta obra con el tiempo. En la vida real no es posible volver al pasado  y de nuevo volver al presente, por eso en esta obra Marías quiere transportarnos por el tiempo a su antojo mediante las digresiones.

Novela disgresiva

Desde hace aproximadamente unos 30 o 40 años, la novela digresiva está de moda. La finalidad de crear este tipo de obras es mostrar el pensamiento de un “yo”, desviarse del camino incluyendo cartas, diálogos, pensamientos… Se pretende con este tipo de novela alejarse de la típica novela argumental con principio, nudo y desenlace que durante tanto tiempo ha sido la que ha marcado nuestras lecturas.

Esta obra nos hace reflexionar sobre lo preferible que es la ignorancia antes que saber cosas que nos hacen daño. El protagonista prefiere siempre no saber aunque, como podemos leer, al final de la obra se esconde para escuchar. Los oídos no tienen la posibilidad de “desoír”, por eso lo que escuchamos se nos queda grabado y va haciendo mella en nuestros corazones tan blancos, llegando a ser algo que no queremos.