Desde hace doce años, el oro ha seguido una tendencia alcista tocando máximos en el año 2011, dos años después de que las bolsas hubiesen alcanzado los valores más bajos, con un precio de 1.920$ la onza troy. Desde ese año su cotización se ha mantenido en lateral moviéndose entre los 1.920 y 1.530 dólares y durante el presente año empezó a dar signos de fatiga con la búsqueda de rotura de soportes en la zona de los 1.530.

Las alarmas se encendían el lunes cuando el metal perdía el soporte aunque las caídas importantes ya habían comenzado el viernes de la semana anterior. El valor se precipitó hasta los 1.378$ sumando en el día retrocesos de 129,8$. A día de hoy se ha frenado en este nivel pero no se descarta que continúe con esta tendencia, al menos a corto plazo, hasta los 1.300 donde coincide con el nivel del 50% de la subida desde el año 2008.

 

Posibles causas de la caída

 

Muchos relacionan la caída del oro con publicación del mal dato del PIB en China, aunque dichos descensos en el precio de la materia prima habían comenzado el viernes, días antes de que se hiciera público los resultados sobre el país. Además, en este caso no se estaría cumpliendo la teoría del oro como valor refugio, la cual dice que su tendencia es contraria a la de la economía puesto que los inversores confían en que el subyacente no pierdan su valor, al menos tanto como lo hacen otro tipo de bienes o derechos de cobro, como las acciones.

En relación a esto, hay que tener en cuenta también la poca incidencia que ha tenido la incertidumbre en Europa o el Fiscal Cliff estadounidense.

Más razonable parece la teoría de que Chipre quiere vender parte de sus reservas de oro, empujado en gran parte por el Banco Central Europeo, para contribuir al rescate. Esto haría que la oferta mundial de oro se incrementara provocando un descenso en el precio. Teoría muy parecida a la que se explicaba en esta misma semana en referencia la guerra de divisas.

Unido a ese punto está el que muchos inversores han visto un la debilidad del metal en máximos históricos y han optado por vender, incrementando la oferta y provocando que el metal se vuelva cada día más barato.

Los bancos centrales pueden estar jugando un papel importante forzando a invertir en activos de riesgo o, incluso, el cierre de posiciones de trading pueden estar también detrás de este desplome.

Consecuencias sobre el mercado

Tras estos días se han visto muy perjudicadas las empresas mineras de oro y plata, sus acciones han caído empujadas por el varapalo en el mercado de oro a la par que sus beneficios descendían por la reducción de sus ingresos. Su hermana pequeña, la plata, hacía lo mismo y empujaba a las extractoras hacia abajo tras caer el martes un 11%.

Otros metales como el platino o el paladio retrocedían un 4,8% y un 5,9% respectivamente.

Si atendemos a la teoría del oro como activo refugio podríamos sacar la conclusión de que estamos caminando hacia la salida de la crisis, la caída del precio nos diría eso. Cabe mencionar que ante la devaluación que se está haciendo de las monedas más poderosas para ganar competitividad, el precio del oro no está ganando terreno y esto nos hace pensar porque, si tenemos una moneda que cada día vale menos, lo normal sería que nos decantemos por activos seguros o por algún tipo con el cual no perdamos el valor asociado a la inflación, impulsando, así, su precio hacia arriba pero en este caso no pasa ¿o es que las preferencias de la gente por este activo refugio han cambiado?