Es increíble como transcurre el paso del tiempo, es implacable, con su lento pero constante martilleo, hace que todo discurra de modo imparable, consumiéndose los segundos, los minutos, las horas, los días, los meses, los años ... de forma y manera, que lo que para unos es mucho tiempo para otros ha transcurrido a una velocidad de vértigo, prácticamente imperceptible para los sentidos.
El tiempo es un bien irrenunciable y lo es, porque como tantas cosas en esta vida, cuenta con una fecha de caducidad, en la que una vez agotado nuestro tiempo, abandonamos nuestra existencia, sin saber que nos espera al otro lado, siempre claro está, de que exista otro lado al que ir. Esa duda es precisamente la que concede un valor ciertamente incalculable al tiempo.
Precisamente tiempo es lo que cada una de las personas que componemos este gran sueño que es VAVEL, le concedemos cada día a nuestros lectores y a su vez a esa gran entidad de la que nosotros formamos parte.
En un mundo tan material como este en el que vivimos, cada uno de los redactores, coordinadores y editores que formamos VAVEL; cedemos nuestro bien más preciado sin recibir contraprestación económica alguna, independientemente del tiempo que estemos dedicando cada día para hacer de esto, un medio de comunicación más fuerte, más grande y más poderoso.
Pero, ¿cómo es posible que más de 300 personas trabajen de forma gratuita para un medio como Vavel? ¿Cómo es posible que cada uno de nosotros ceda gratuitamente en esta sociedad, su valor más preciado a cambio de nada?.
La respuesta es muy sencilla. VAVEL ofrece a cada uno de nosotros un sueño, una ilusión. El sueño y la ilusión de poder hacer aquello que nos gusta, que nos apasiona y que por distintas circunstancias, no hemos tenido la posibilidad de dedicarnos a esta maravillosa profesión que es la del periodismo por distintas causas, pero que por azar del destino, se nos concede la posibilidad de poder hacer aquello que más nos gusta en este mundo, informar y comentar la actualidad cotidiana, en ámbitos tan diferentes como el deporte, el cine, la música, ... y llegar al gran público, sentir que la gente te lee, que interrelaciona contigo y que finalmente la vida te ha dado la oportunidad de hacer realidad tu sueño de ser periodista.
Vavel es un medio que intenta ser objetivo, que deja a un lado el periodismo bufandero para volver a los mismísimos orígenes del periodismo, en el que la objetividad era el fundamento mismo de este noble arte que es el PERIODISMO y no un mero púlpito donde criticar o ensañarse con quien no comparte tus mismas ideas o tus mismos colores.
Por todo esto, me siento orgulloso de formar parte de esta gran familia que es VAVEL, que aunque como todo en esta vida tiene y seguirá teniendo muchos factores a mejorar, me ha permitido vivir mi sueño de ser periodista durante estos 147 días de mi existencia y que espero que sigan siendo muchos más en los años venideros.