La televisión y la radio pública madrileña está sumida en una profunda crisis que augura un final fatal para la mayoría de sus trabajadores. La mala situación financiera del país unida a la precaria economía de los medios de comunicación en España, continuamente envuelta en ERE’s, ha acabado por hundir los dos grandes medios públicos madrileños. Para más inri, los datos de audiencias no acompañan a estos dos medios. 5,3% de share como media de Telemadrid y 28.000 oyentes de media según el último EGM para Onda Madrid. Estos datos tienen causas muy diferentes.
Para comenzar, la continua relación de Telemadrid con la manipulación informativa dañó mucho a la fidelidad de la audiencia. Algunos periodistas como Hermann Tertsch o Sánchez Dragó, que exponían públicamente sus ideologías políticas en una cadena pública, han sido los grandes objetivos a los que apuntaban todos aquellos que querían demostrar la falta de objetividad en la cadena televisiva. Además, que la audiencia haya sabido que recientemente Hermann Tertsch grabara una crónica de la última Huelga General el día anterior a que ésta fuese celebrada no ha ayudado a limpiar esa imagen.
Otro de los motivos es la falta de grandes formatos televisivos con los que antaño contaba. Desde la aparición de “Madrileños por el mundo” en 2005, Telemadrid no ha vuelto a crear un formato interesante en el mercado y que genere tanta audiencia. Aún hoy, el programa dirigido exitosamente por Paloma Ferre tiene la mayor cuota de share de la cadena con un 12%.
La baja audiencia de Telemadrid es la causa directa por la que los grandes anunciantes hayan decidido no invertir su dinero en ella. En junio, las previsiones que manejaba el gabinete de Telemadrid era la de recibir 14 millones de euros en ingresos publicitarios, pero finalmente solo fueron 8 los millones que acabaron ingresando en las arcas públicas del medio público.
La crisis económica ha acabado por pisotear a este medio público, ya que la deuda acumulada es de 242 millones de euros y ya no hay grandes riquezas que inviertan en un fondo inestable y con futuro incierto. Además, el último recurso de Telemadrid, el gobierno de Ignacio González, se ve incapacitado para asumir las deudas y solo encuentra un fin: la privatización.
Convertir un medio comunicativo público en privado es una solución tan radical como privatizar un hospital o una universidad. Para mayor sospecha de los intereses que se mueven alrededor de la cadena pública, los candidatos que suenan para participar en el concurso para adueñarse de ella es gente involucrada directamente con el PP, actual gobierno de la Comunidad de Madrid, como Miguel Ángel Rodríguez, ex portavoz del gobierno Aznar.
Onda Madrid, el cierre de las ondas
La radio pública madrileña. al igual que La Otra, también está condenada a la desaparición en el caso de que el ERE se lleve a cabo. La competitividad de contenidos es muy alta a nivel nacional y ahí es donde Onda Madrid pierde fuerza. Los programas centrados únicamente en cosas que suceden en la Comunidad son aquellos que acogen más oyentes. Los deportes, los que mayor cuota publicitaria logran recaudar, con formatos como “Madrid al tanto” o “En Juego”. Son espacios deportivos en los que se pueden escuchar retransmisiones de todos los equipos madrileños por muy pequeños que sean. Sin estos programas, la Segunda B y Tercera División perderían el altavoz que ahora mismo tienen.
“El presupuesto del deporte en Onda Madrid está cubierto para esta temporada”, decía un miembro del departamento de deportes de la radio pública. Pese a ser así, el problema reside en que radio y televisión están en el mismo barco y el peso de la deuda televisiva es demasiado pesada para mantener la nave a flote. Radio y televisión van unidas, por lo que la caída de una aboca al fracaso a la otra.
Drama laboral en los medios de comunicación
El previsto ERE, llevado a cabo por la empresa Deloitte-Cuatrocasas, ha dictaminado que sean 925 personas de las 1175 que actualmente forman parte del ente público las despedidas. “La Otra”, segunda televisión autonómica de Madrid, cerrará sus puertas al igual que Onda Madrid. Ante el dramático mercado de los medios de comunicación, que desde la crisis ha reducido en un 15% sus puestos de trabajo, se presentan ahora 925 trabajadores con escasas probabilidades de trabajar de aquello que han estudiado.
De esos 925 trabajadores, muchos de ellos serán ubicados en empresas privadas para trabajar de forma externa con Telemadrid. Pero los trabajadores de Telemadrid protestan por defender una televisión pública objetiva y de calidad. Como ha dicho un periodista de Onda Madrid para la elaboración de este reportaje, “si me tengo que ir, me marcho, pero no pueden quitar la televisión y la radio de todos los madrileños”.
Los 925 trabajadores que se marcharán al paro, en el caso de que el ERE finalmente se lleve a cabo, nutrirán la lista de 6234 trabajadores (cifras de abril) en medios de comunicación desempleados, una de las profesiones más castigadas porcentualmente por el desempleo en España, superando los 7000 desempleados.
Tras las intermitentes huelgas en protesta de esta situación, la plataforma “Salvemos Telemadrid” ha decidido convocar una huelga indefinida el próximo día 21 de diciembre tras la cual no sabremos si se volverán a ver y oír a muchos de los profesionales que han entretenido hasta hace poco a miles de madrileños. También han llevado a cabo una serie de protestas y la creación de varios hagstags, como #salvemosondamadrid, junto a la publicación de fotografías de muchas personalidades posando con la camiseta que busca la salvación del medio.
El futuro se muestra incierto para todos estos trabajadores. Muchos de ellos ya han perdido la esperanza por salvar un medio público, pero aún esperan lograr mediante las protestas que se están llevando a cabo conseguir el milagro de salvar un medio público con más de 20 años de actividad.