Pablo José López Giménez es un cantautor malagueño perteneciente al género “pop melódico”. Pasó por Operación Triunfo y formó parte de la banda “Niño Raro” antes de llegar a ser el artista que conocemos a día de hoy. Es un cantante que ha ido subiendo poco a poco, con el sudor de su frente y heridas en las manos de tanto tocar el piano, en el mundo de la música y que ahora mismo se corona como uno de los artistas con más reconocimiento de la industria musical española. Como se afirma en su página web, Pablo López “canta y compone como vive, y vive como es”. Hace música sin pretensiones, con la única intención de vivir de su afición y hacer sentir lo que él siente cada vez que ve un piano.
Pablo López nació el 11 de marzo de 1984 y se crió en la localidad malagueña de Fuengirola junto a su madre (la Lola, para los seguidores de Pablo, que es casi más fan que todos ellos) y su hermano mayor, Luis, que trabaja a día de hoy como DJ.
Algunos niños vienen con un pan debajo del brazo. Pablo López nació con una partitura. Desde muy pequeño, el malagueño mostró una gran pasión por la música. En algunas entrevistas, como la que le concedió a Bertín Osborne, reveló algunas de sus otras aficiones cuando, por ejemplo, su familia reconoció que de pequeño lamía las paredes cada vez que su madre se descuidaba. Pero, dejando a un lado los gustos personales, era obvio que a Pablo la música lo volvía loco. Cada vez que veía un piano se lanzaba encima de él y, aunque no sabía cómo hacerlo sonar correctamente, él se creía el Beethoven del lugar.
A los cinco años su madre le regaló su primera guitarra, y a partir de aquel día, el pequeño Pablo se fue convirtiendo en el Pablo López que da a conocer ahora. A los ocho años, más o menos, empezó a tocar el piano en el Conservatorio de Música de El Ejido y se formó, al mismo tiempo, en rock, armonía, solfeo y música de cámara. Su madre, por aquella época, le compró un piano de pared que dice estar aún pagando.
A partir de los 17 años, el malagueño empezó a ganarse la vida tocando en el hotel en que su madre trabajaba como secretaria, en la Costa del Sol. Tal vez por esto predique una forma de música como algo íntimo, una unión entre el cantante y el espectador, sean dos, cien o diez mil. Más tarde se mudó a Londres, donde lo contrataron como camarero en un pub. Por desgracia (o por suerte por lo que a su trayectoria como músico respecta), el sueldo que recibía no era suficiente para afrontar los gastos mensuales de su vida británica y tuvo que lanzarse a los metros londinenses a hacer música.
¿Cómo llega un loco por la música a presentarse a OT? Pues cualquiera podría pensar que por pasión, por ambición, por ganas de cumplir un sueño… Pero con Pablo López la cosa no funciona así. Él siempre afirma, como lo hizo por ejemplo con Bertín Osborne, que nunca quiso presentarse a Operación Triunfo, que en aquel entonces se emitía en Tele5. Pablo vivía tranquilo con su piano, tocando en el hotel de su madre, sin dolores de cabeza.
Pero un día, Àngel Llàcer, director de los castings de la academia en aquella época, lo escuchó tocar cuando se hospedaba en uno de los hoteles de la Costa del Sol en que el malagueño tocaba. Fue entonces cuando este lo animó a presentarse a las audiciones que se celebraban entonces para entrar en el programa, invitación a la que Pablo se negó rotundamente. Su madre lo animaba, su hermano lo animaba, sus amigos lo animaban; todo el mundo lo animaba a intentarlo, pero él seguía en sus trece: no quería ir al programa, no quería aceptar ese cambio.
Un día, sus amigos y él hicieron una apuesta: debía presentarse al programa. Y así lo hizo el malagueño, por orgullo, sin esperanza alguna, y acabó dentro de la academia. Alcanzando, nada más y nada menos, el segundo puesto, por detrás de Virginia, la ganadora.
Sin embargo, su paso por Operación Triunfo no fue fácil. Su carácter fuerte chocaba muchas veces con lo estricto de la organización del programa e incluso, a veces, con el de los jueces; especialmente con Risto Mejide. El colaborador, en una gala, lo puso a caldo y lo tachó de “pianista de hotel”, cosa que él siempre ha reconocido con orgullo.
Pablo ya reconoció en varias entrevistas que él no era como los demás, desde pequeño le gustaba ir con su abuelo, a un sitio tranquilo, a escuchar música con él. Disfrutaba más la calma que la actividad efusiva típica de los niños pequeños. Por eso, siempre fue un "Niño Raro".
Hasta cuando se hizo mayor y empezó a interesarse por la fiesta (cosa que demuestra a día de hoy, aunque dice que él es un chico de "menta poleo") siguió siendo el diferente al fundar su banda "Niño Raro" junto a sus amigos Juanjo Martín y Antonio Carlos Miñán. La banda fue fundada en 2007, antes de su paso por OT, pero su primer disco fue lanzado en 2009.
Su música no adquirió un estilo único. Aunque en sus melodías predominaba el pop, la banda experimentaba mezclando este género con reggae, flamenco, rock… Y mezclando y mezclando sacaron su primer sencillo: “No puedes escaparte”. Carta de presentación del álbum “Treintaytres”, la canción tuvo una buena acogida y la banda empezó una gira por toda España. Finalmente, al acabar la gira, el grupo se disolvió.
Poco después de salir de la academia de OT08, el nombre de Pablo López empezó a ser olvidado por muchos. Algunos se quedaron, es cierto, pero no lo hicieron por sus hazañas en la academia. El malagueño se ha dejado el alma en cada canción y se ha ido labrando el camino paso a paso, sin depender de nadie ni de nada. Como bien dijo en la Gala 10 de OT17: “Esa típica frase de “Aprovecha el momento”, eso no sirve para nada. El momento lo lleváis vosotros dentro...”.
Pablo dejó de hacerse oír por un tiempo después de la etapa de Operación Triunfo, pues se centró en cumplir su sueño, en revolcarse con la vida y hacer de celestina entre la música y el mundo. Pero eso fue así hasta el 2011, cuando empezó a cantar con Bustamante, artista con quien grabó también dúos como “Si Amanece Que Sea Lento”.
Fue dos años después, en 2013, cuando firmó un contrato con la discográfica Universal Music Group. La organización le dio la oportunidad de sacar un single, y fue entonces cuando una de sus canciones más emblemáticas y significativas vieron la luz. El malagueño estrenó “Vi” y el público acogió su primera toma de contacto con la música que, hasta ahora, no ha hecho más que crecer. Más tarde vino “Dónde”, canción olvidada en la última gira, su segundo sencillo. Este jugó la importante papeleta de mostrar a la discográfica que Pablo López sí tenía talento, valía la pena e iba a labrarse un nombre.
Ese mismo año, el 17 de septiembre de 2013, salió a la luz el primer álbum de Pablo: “Once Historias y Un Piano”. Fue producido, entre otros, por Félix Fanlo (de Nena Daconte), quien a día de hoy forma parte de su banda y lo acompaña a todos lados. El disco estaba compuesto por doce temas:
1- La Mejor Noche De Mi Vida
2- Dónde (Single)
3- Vi (Single)
4- Ella
5- Lluvia En El Cristal
6- Suplicando (Single)
7- El Amor Se Olvidó De Nosotros
8- No Me Arrepiento
9- Te Espero Aquí (Single a dueto con Georgina, para la Ed. Especial)
10- Mi Casa
11- Todo
12- No Soy De Nadie
El álbum fue, obviamente, un bombazo. Una voz nueva, algo que no se había escuchado antes, un estilo único. Alguien que cantaba acompañado de tres amigos y tocaba el piano para sí mismo en poco tiempo alcanzó las 20.000 ventas y fue galardonado con el Disco de Oro.
En 2014, un año después y en el auge de su éxito, se estrenó la Edición Especial del álbum, que incluía temas nuevos: Dímelo Tú, Trece, Princesa De Nadie, El Mejor Momento y las versiones en vivo de Lluvia En El Cristal, Dónde, La Mejor Noche De Mi Vida y Vi. El estreno estuvo envuelto por una gira en que se conformó su banda: Kim Fanlo a la guitarra, Vicen Martínez (que después sería reemplazado por Matías Eisen) al bajo y Félix Fanlo a la batería.
Después de un año de descanso, el malagueño estrenó “El Mundo Y Los Amantes Inocentes” (EMYLAI, para abreviar) el 31 de agosto de 2015. Como singles estrenó El Mundo, perteneciente a la BSO de la serie El Príncipe; Tu Enemigo, canción que comparte con Juanes; Lo Saben Mis Zapatos y, para la Edición Especial, Hijos del Verbo Amar y Dos Palabras, con la portuguesa Paula Fernandes. El álbum constaba de los siguientes temas:
1- La Séptima Mayor
2- El Mundo
3- Lo Saben Mis Zapatos
4- Dos Palabras
5- Tu Enemigo
6- Canción Prohibida
7- Debería
8- Romper Con Vos
9- Se Busca
10- El Invierno Nos Guarda
Este disco no quedó contento con el Disco de Oro, así que obtuvo bien pronto el Disco de Platino y lanzó completamente al malagueño al estrellato.
Un año después, en 2016, “El Mundo y Los Amantes Inocentes (Edición Especial)” vio la luz. Esta reedición incluía un DVD con el concierto que Pablo dio en el Teatro Circo Price, en Madrid. Además, contaba con nuevos temas: Hijos Del Verbo Amar y Dos Palabras, en español y portugués, de la mano con Paula Fernandes.
El último lanzamiento de Pablo López fue su disco "Camino, Fuego y Libertad”, una jornada de puertas abiertas a su alma, un viaje incendiado a base de libertad. Es un disco diferente, desgarrador a la vez que sincero y único. Es una historia contada de principio a fin en once canciones, un ciclo que nunca deja de fluir. Según las palabras del propio compositor, “CFL está hecho para escucharlo en un orden concreto”. El primer sencillo del álbum fue El Patio, tema galardonado en varias ocasiones que reventó emisoras de radio. Fue un paso arriesgado el lanzar una canción diferente a todas las que inundaban el panorama musical, pero fue un paso cuanto menos acertado. El Patio batió récords, rompió listas de éxitos; llegó para quedarse. Así, abrió paso a su sucesora: El Camino. Esta canción figura en la BSO de “Thi Mai: Rumbo a Vietnam”, pero no pierde el hilo principal del disco.
El álbum se estrenó a finales de 2017, el 15 de diciembre, y un año después resonó entre las paredes de nada más y nada menos que el Palau Sant Jordi de Barcelona y las voces de los allí presentes. El disco está formado por los siguientes 11 temas:
1- El Camino
2- El Niño
3- El Gato
4- El Patio
5- La Dobleuve
6- El Incendio
7- El Teléfono
8- Lo Imposible
9- El Futuro
10- La Libertad
11- Las 17:00
La gira que acompañó al disco, la conocida como “Tour Santa Libertad”, rozó los 100 conciertos, y en pocos se quedó sin conseguir el codiciado sello de “Sold Out”. Las 50 primeras fechas anunciadas colgaban su cartel de Sold Out a los pocos días de estar a la venta las entradas. La gira incluso vio mundo, pues sonó en Latinoamérica, en Argentina y Chile. Y, cómo no, el disco alcanzó el doble Disco de Platino, evidenciando la constance evolución del artista.
Dos años más tarde, y aún de gira, salió a la luz “Camino, Fuego y Libertad (Edición Tour Santa Libertad”. Esta edición del álbum no incluía ningún tema nuevo, pero sí venía en dos formatos. Uno incluía un vinilo y un librito con el CD original, el DVD del concierto del Palau Sant Jordi y 20 fotos de su gira, todo empaquetado en una caja blanca, “un lavado de cara del diario oscuro del artista”. Aun así, también se podía adquirir únicamente el librito por separado.
Pablo López no ha escrito única y exclusivamente para su repertorio discográfico. Muchos otros cantantes, sobre todo en los inicios del malagueño, recibieron de su mano letras y canciones que alcanzaron la fama poco después. Pablo escribió para David Bustamante, Malú, Antonio José… entre muchos otros. Y lo sigue haciendo.
Entre todas las canciones que “regaló” se encuentran las siguientes:
Siempre se ha oído hablar de sus gritos a la vida, a la libertad, a la guerra… Es el hombre de los himnos, el que otorga nombre a cada sentimiento con una canción. Pero Pablo López también escribe himnos. El tema que se canta en cada partido del Unicaja de Málaga fue escrito por este paisano del equipo, y suena así:
Además, escribió una canción para el especial anual de Cadena 100 “Por Ellas”, llamada “El Mejor Momento”. En ella, anima a todas las mujeres que luchan día a día contra su enfermedad a adquirir una óptica diferente con la que observar y disfrutar la vida. Son mujeres fuertes, son mujeres queridas y el malagueño intenta dar voz, en unos cuantos versos, a todo el amor que las rodea.
También compuso un himno para su querida patria, la “Málaga” de sus ojos, exclusivo para Canal Sur.
Pablo López empezó a presentarse en La Voz Kids de Telecinco como asesor de David Bisbal, y posteriormente como asesor de Antonio Orozco en la versión para adultos. En 2016, fue también asesor de Malú, pero por lo visto eso le sabía a poco.
En la siguiente edición, Pablo López tomó la silla de “coach” y formó parte de la plantilla de jueces de La Voz. Lo siguió haciendo en 2018 y 2019, además de tomar su silla también en el formato innovador de La Voz Senior, creado por Antena 3.
Para finalizar con la etapa de “Camino, Fuego y Libertad” y dejar a sus seguidores con un buen sabor de boca, el artista anunció para el 31 de mayo y el 1 de junio, en el festival del Polo Club de Barcelona, un concierto único y diferente. Sin dar ni una pista, el concierto se anunció como un formato en 360º y se creó expectación hasta el día de la cita.
Aunque dos días antes ya iban filtrando, tanto compañeros de Pablo como el propio artista, pequeñas pinceladas de lo que iba a ser aquel espectáculo, la gran sorpresa se la encontraron todos sus seguidores al llegar al recinto. Se trataba de un escenario lleno de muebles, con cuatro pianos (tres a los lados y uno, en el centro, rotatorio) y una guitarra. Se presentó él solo, listo para enfrentarse a todo el público asistente al espectáculo del Festival CaixaBank de forma íntima y sincera. El malagueño iba rotando, se ponía a tocar un piano, después tocaba el otro, ahora la guitarra, ahora el del centro... Y, entre historieta e historieta, canción.
Pablo repitió este formato también en Madrid, en el Palacio Vista Alegre; en Sevilla, en la Maestranza y en Valencia, en la Fuente de San Luis. El artista ha dicho en varios conciertos que esa es su casa. Y lo ha demostrado. Ha convertido un recinto tan grande como La Maestranza o el Palacio Vista Alegre en un pequeño salón con un loco tocando el piano y miles de secuaces haciéndole los coros. Y se mueve de acá para allá con total confianza, cuenta las historias que han vivido todos sus muebles, por qué y cuándo tocó cada piano...
Además, la mitad de los beneficios obtenidos con la venta de entradas de estos conciertos ha ido destinada a la fundación "Asindown".