Fundado en el año 1983, el Getafe Club de Fútbol, empieza a ser uno de los habituales de la máxima competición española. Desde su primer ascenso a la actual Liga Santander, allá por 2004, ha protagonizado grandes campañas y en ocasiones ha peleado de tú a tú con los grandes. Su único pero, su descenso a Segunda División en 2016, en donde tan solo estuvo una campaña para volver con más fuerza que nunca. Eclipsado por los dos grandes de la Comunidad de Madrid, el Real Madrid y el Atlético de Madrid, ha ido haciéndose hueco y ganando seguidores más allá del sur de la capital.
A la par que la periférica población de Getafe fue creciendo tras el establecimiento de la Base Aérea del Gobierno a principios del siglo XX, se fue extendiendo la práctica deportiva de manera recreativa. No fue hasta 1923 cuando apareció la primera Sociedad Deportiva, creada por Filiberto Montagud, que el fútbol se dio a conocer entre los getafenses de una manera más organizada, creando así el primer equipo de la localidad.
Desde un primer momento, los colores fueron los mismos que el Getafe viste en la actualidad, con la diferencia de que el azul de la camiseta era mucho más claro. Al no fructificar la Sociedad Deportiva, tan solo la sección de fútbol, el equipo pasó a llamarse Club Getafe Deportivo Foot-ball Club. En 1932, el club desapareció por falta de financiación, a lo que poco más tarde se sumó el inicio de la Guerra Civil, siendo Getafe una población muy afectada por el conflicto, lo cual retrasó el surgimiento de un nuevo club.
En 1945, cinco vecinos de la localidad y aficionados al deporte rey: Enrique Condes García, Aurelio Miranda Olavarría, Antonio Corredor Lozano, Manuel Serrano Vergara y Miguel Cubero Francés, con la colaboración del alcalde de la época, Juan Vergara así como de otros vecinos, resucitaron el desaparecido Club Getafe Deportivo Foot-ball Club que pasó a llamarse Club Getafe Deportivo. Casi quince años después, Getafe volvía tener equipo de fútbol.
Constituido oficialmente el 24 de Febrero de 1946, fue presentado en el Cine Palacio y empezó a competir en la Federación Castellana a partir de la siguiente temporada. En sus inicios, el equipo comenzó jugando en los Campos de Artillería del Ejército, que se quedó pequeño y falto de instalaciones ante el auge de seguidores y población pasando a ser local en los Campos del Sindicato a partir de 1950.
A finales de la década de los 50, el Getafe Deportivo consiguió el ascenso a Tercera División Española (la actual 2ªB) por primera vez en su historia, en la campaña 56-57. Un año antes, en 1955, había inaugurado su nuevo emplazamiento, los Campos de San Isidro. Saborearon la gloria en 1958 al quedarse a tan solo un partido de ascender a Segunda, pero el Almería se lo impidió.
Los 60 trajo una época de estabilidad, en la que el club se mantuvo entre Tercera y Primera Regional. En 1967, el patrocinio de una marca de electrodomésticos con sede en la ciudad propicia que la denominación se cambie pasando a llamarse Club Getafe Kelvinator.
La inauguración del Estadio de las Margaritas en 1970, de recuerdo imborrable para muchos getafenses, llegó acompañado de un nuevo cambio en la denominación, pasando de nuevo al nombre de la refundación. Tras unos años peleando por no descender de Tercera, el equipo consigue estabilizarse a mitad de década y pelea hasta el final en la 1974-75 por ascender, pero el Recreativo de Huelva se lo impide en la eliminatoria final. En ese verano, la plantilla se refuerza y gana el campeonato de la temporada 1975-76, subiendo a Segunda División por primera vez en su historia. Durante las seis temporadas en las que el equipo se mantuvo en la categoría de Plata, se luchó como objetivo principal por evitar el descenso, aunque en la 78-79 se llegó a soñar con la Primera a tenor de los refuerzos que nunca llegaron a cuajar.
Como recuerdo más significativo del extinto Club Getafe Deportivo queda la eliminatoria de octavos de final de Copa del Rey frente al Barcelona en 1978. En la ida disputada en Las Margaritas, los azulgranas repletos de estrellas de la época como Cruyff, Asensi, Rexach o Migueli no pasaron del empate a tres, en un encuentro histórico para la ciudad. A la vuelta se impuso la lógica y los culés vencieron por 8-0.
El final del antecesor del actual Getafe llegó a partir de 1980 cuando los problemas económicos salen a flote. En 1982 con una plantilla corta y muy justa para competir en la categoría, descienden a Segunda B, a lo que se añade el descenso administrativo a Tercera División por impago a los futbolistas. En 1983 tras una aceptable temporada pero ahogada por las deudas, se certifica la desaparición del club el 1 de Julio en los Salones Costa de Vigo. Pero el fútbol no iba a parar en Getafe…
El nacimiento del actual Getafe Club de Fútbol surgió en el 1983, casi a la par de la desaparición del Club Getafe Deportivo. Existe mucha polémica en cómo, quienes y que antecedentes tiene el Getafe que conocemos hoy en día. Es un club que no surgió de la nada, que bebe de varias fuentes y que hereda partes de varios equipos de la ciudad. Del que tiene una mayor influencia es del Club Deportivo Peña Getafe (llamado en sus inicios C.F. Peña Madridista Getafe), creado por varios peñistas madridistas de la localidad y dirigidos por Antonio de Miguel. En el 1982, se unió al filial desvinculado del Club Getafe Deportivo y pasó a denominarse Club Deportivo Getafe Promesas. Se volvió a la equipación clásica azul y Las Margaritas acogían los partidos como local.
Aprovechando que el Getafe Promesas militaba en Segunda Regional, De Miguel dio la idea de usar esa plaza para que el futuro Getafe no empezara desde la última categoría. A nivel social y organizativo, esa afición no tendría que esperar a la creación de un equipo nuevo, si no que se trasladaba y a nivel organizativo ya había una base hecha, diferencia sustancial sobre partir de cero. Para evitar problemas jurídicos y federativos heredados del Getafe Deportivo, la nueva denominación tomó el nombre de Getafe Club de Fútbol, además de un nuevo escudo completamente diferente.
Tres ascensos consecutivos desde Segunda Regional dejan al Getafe CF al final de la temporada 85/86 en Tercera División, categoría en la que había desaparecido el Club Getafe Deportivo. En la campaña siguiente, un buen año culminado con el sexto puesto, más la ampliación de la 2ªB al formato actual de cuatro grupos, propician un nuevo ascenso, a una categoría nacional, la cual nunca han vuelto a abandonar. Los 80 acaban con el equipo consolidado en la categoría de Bronce del fútbol español.
Los 90 trajeron una época de estabilización con el club consolidado en 2ªB. En 1991 y en 1993 las puertas de la Segunda se cerraron en la fase de promoción, encuadrados con Racing de Santander, Cartagena y Córdoba; y Murcia, Barakaldo y Granada respectivamente. Con la espina clavada al haber tenido el ascenso cerca, en la 1993-94 los azulones llegan a la Fase de Promoción con la lección aprendida y en el último partido, donde se juegan todo con el Figueras en Las Margaritas, empatan a cero consiguiendo el punto necesario para superar en el grupo a catalanes, Alavés y Recreativo de Huelva.
Doce años después, Getafe volvía a contar con un equipo en el fútbol profesional. Limitado por las estrecheces de presupuesto, el año no acaba de la mejor manera y finaliza en una decimoctava posición que le condena a la Segunda B. Pero el descenso en Primera de Sevilla y Celta con su posterior readmisión hace que la Segunda se quede coja, al ratificarse el ascenso de Albacete y Valladolid. Por ocupar las mejores posiciones dentro de los descendidos, Getafe y Leganés son readmitidos.
A la temporada siguiente, no se puede evitar el descenso de ninguna manera y vuelve a caer a la categoría de Bronce. La resaca por el descenso se tradujo en un mal año que a punto estuvo de costar visitar la Tercera División, pero en la Fase de Permanencia se salvó merced a una gran eliminatoria frente al Huesca. Esa temporada puso punto y final a Las Margaritas y se mudó de manera temporal al Juan de la Cierva, pendientes del estreno del nuevo feudo.
Con la llegada de la temporada 1998-1999 se estrenó la que hoy sigue siendo la casa azulona: el Coliseum Alfonso Pérez. Inaugurada frente al Talavera y de manera oficial en un triangular disputado por Atlético de Madrid, Borussia Dortmund y Feyenoord, el nuevo feudo con capacidad para 14.000 espectadores en un inicio, trajo suerte al Getafe que logró el ascenso a Segunda esa campaña.
Un nuevo golpe de fortuna ayudó a los azulones a mantener en la categoría al no descender pese a ocupar posiciones de vuelta a 2ªB. El Atlético de Madrid B se vio obligado a descender, al caer desde Primera el Atlético A. A la campaña siguiente, el descenso fue inevitable después de un mal año en lo deportivo e institucional.
El año de paso por Segunda B es bueno y alcanza la fase de promoción por la imposibilidad de Las Palmas Atlético a subir a Segunda. En esta fase es cuando da el máximo y supera a Motril, L’Hospitalet y Cultural y Deportiva Leonesa para dejar atrás hasta el momento la tercera categoría del fútbol patrio.
En junio de 2002, en plenos preparativos del reestreno en Segunda, el presidente Javier Domingo Rebosio deja su puesto a Ángel Torres, hombre con el que el Getafe ha llegado a lo más alto, acompañando a una buena dirección deportiva, una excelente gestión en lo económico y social. Dieciocho años después Torres permanece como máximo mandatario y es una de las figuras más representativas del fútbol español a nivel directivo.
En la 2002-03 el Getafe CF se queda a punto de alcanzar el mejor puesto de un equipo de la ciudad acabando en una aceptable undécima posición. El asalto a la Liga de las Estrellas estaba más cerca que nunca. Josu Uribe toma los mandos y el club se refuerza con jugadores de la talla de clásicos para la parroquia azulona como Cotelo, Aragoneses, Cubillo, Belenguer o Amaya a los que se sumaban los Craioveanu, Diego Rivas o Vivar Dorado que habían llegado el verano anterior. La llegada en invierno de Sergio Pachón fue definitiva para dar ese empujón en el apartado goleador.
La lucha por llegar a Primera fue encarnizada entre Levante, Numancia, Alavés, Sporting y Getafe. Una excelente racha de doce partidos sin perder dejaba a los azulones en una excelente posición para subir. En la última jornada de la 2004-05, en Tenerife, el Getafe escribió una de las páginas de oro de su historia. Un partido inolvidable para la afición y un jugador que ocupará los corazones de los getafenses, Sergio Pachón. Se vistió de héroe y marcó cinco goles (algunas crónicas lo dejan en cuatro) para asegurar el ascenso y llevar a Getafe a lo más alto. La locura se desató al sur de Madrid y la localidad celebró por sus calles, especialmente en la Plaza de la Cibelina el éxito del club de su ciudad.
El estreno en Primera obligó al club a hacer fichajes de renombre como los delanteros de referencia Riki y Yordi, el lateral Pernía o un joven Raúl Albiol cedido por el Valencia. A los mandos de la nave azulona Quique Sánchez Flores, en su primera experiencia en el fútbol profesional. La campaña no pudo ser más plácida y a falta de tres jornadas estaba matemáticamente salvado.
Quique marchó a Valencia y llegó Bernd Schuster, entrenador que dejó huella en la afición. A su vez aparecen otros nombres ilustres como Güiza, Contra, Gavilán, Celestini o Paunovic. Las prestaciones aumentan respecto al año anterior y se fantasea durante parte de la temporada con acabar en posiciones europeas, pero se acaba noveno.
Con las bases puestas para soñar, arranca la 2006-07. En Liga el discurrir es parecido a la 2005-06, acabando novenos pero es en la Copa del Rey donde el Getafe se termina de consolidar entre la élite. A base de aciertos en la dirección deportiva como la contratación del Pato Abbondazieri, Casquero o Nacho, la plantilla estaba compensada y podía competir en las dos competiciones. Tras una eliminatoria con sufrimiento inesperado ante el Xerez, se da el do de pecho ante el Valencia. A Mestalla se llegó con empate a uno de la ida, pero los de Schuster sacaron el máximo y se impusieron por 2-4. En los cuartos el Osasuna fue el rival pero no pudo hacer nada ante el empuje azulón. La eliminatoria de semifinales se puede resumir en “magia”. El FC Barcelona era el oponente y la ida parecía dejar encarrilada la eliminatoria con un 5-2 y un gol para el recuerdo de un incipiente Leo Messi. En Getafe no se dio por perdido y más teniendo tan cerca la primera final de su historia. En una de las noches más especiales de los getafenses en su historia, a base de empuje, motivación y garra voltearon el resultado de la ida y vencieron por 4-0 a unos culés que se plantaron en el Coliseum con Eto'o, Ronaldinho, Xavi, Iniesta o Puyol entre otros.
La final frente al Sevilla en un Bernabéu lleno es otro día especial en Getafe. Se luchó hasta el final por conseguir el título pero un solitario gol de Kanouté desniveló la balanza y se llevó la Copa para la ciudad hispalense. Como premio y nada menor, la Copa de la UEFA iba a contar con la participación de los azulones. La leyenda del “Eurogeta” comenzaba.
En el banquillo se produjo relevo al fichar Schuster por el Madrid, en su lugar el técnico y ex jugador danés Michael Laudrup. Las incorporaciones de jugadores como Granero, De la Red, Uche, Cata Díaz o Pablo Hernández configuran una plantilla que para muchos es la mejor de la historia azulona. El hecho de jugar en tres competiciones afectó a la clasificación en la Liga, que cerró el año en la decimocuarta posición, peor posición hasta ese momento. En Copa del Rey, el equipo emula la gesta y se planta en la final tras cargarse a Burgos, Levante, Mallorca y Racing de Santander. En la final en el Calderón les espera el Valencia de Ronald Koeman. Se llega con la gasolina justa, agotado después de una temporada larga y los chés se imponen por 1-3. Para la historia queda el único gol azulón hasta el momento convertido en una final, por obra de Granero desde el punto de penalti.
La participación en la Copa de la UEFA empieza sin expectativas, nada más que las únicas de disfrutar pero a la vez competir. El Twente es el primer rival que cae en la fase preliminar. En la fase de grupos, el Getafe cae en el grupo G junto a Tottenham, Aalborg, Anderlecht y Hapoel Tel-Aviv. Es aquí cuando se empieza a ver que el equipo no se toma la participación europea como pasea y vence en White Hart Lane al cuadro inglés. Acaban como primeros de grupos y en dieciseisavos aparece el AEK, al que se elimina con facilidad. En octavos llega el primer grande, un campeón de Europa, el Benfica. La leyenda del “EuroGeta” se hace grande y apea a los lisboetas, venciendo en los dos partidos. El Bayern de Munich es el siguiente en pasar por el Coliseum. Club más poderoso de Alemania, con cuatro Ligas de Campeones en su haber, un reto de lo más complicado. Un solitario gol de Contra en el 90 da alas a los madrileños para la vuelta, al llegar con 1-1. Todo se complica en el Coliseum cuando a los cinco minutos de partido es expulsado Rubén De la Red. Contra de nuevo anota y deja la eliminatoria de cara para el Getafe, pero Ribery a un minuto del final del tiempo reglamentario lleva a la prórroga. Un inicio fulgurante en el tiempo extra pone el 3-1 en el marcador pero el sueño se transforma en pesadilla al final. Luca Toni, uno de los grandes delanteros italianos del siglo XXI, aparece en el 115 y en el 120 para dejar al Getafe al borde de las semifinales de la Copa de la UEFA.
En la 2008-09 parte de los jugadores más importantes de la plantilla salen y el equipo lo nota. Víctor Muñoz que había reemplazado a Laudrup, es sustituido por Michel a once jornadas del final de Liga, para corregir el rumbo, que se encaminaba al descenso. Reafirmado el madrileño como míster para la temporada siguiente y con refuerzos importantes, los azulones consiguen la mejor clasificación de su historia en el campeonato de la regularidad con el sexto puesto de la 2009-2010, con acceso para la Europa League, sustituta de la Copa de la UEFA. Además, en Copa del Rey se quedan a las puertas de la que hubiera sido la tercera final en cuatro años.
La última década arrancó con el proyecto Michel consolidado. Tres años después se volvía a competir en tres competiciones y la experiencia anterior llevaba a no distraerse en Liga para no sufrir innecesariamente. A pesar de ello, el equipo a partir de marzo experimenta un bajón que le lleva a coquetear con el descenso en el último tercio de campeonato, incluso ocupando las últimas posiciones. Hasta la última jornada y no con suspenso, logra mantenerse. En Europa no pueden emular la anterior participación y caen en un grupo que incluía al Young Boys, Stuttgart y Odense. En Copa, aun habiendo vencido en la ida de octavos en el Villamarín caen eliminados ante el Betis.
Michel deja el Getafe al terminar la temporada y llega Luis García. Procedente del Levante, donde había realizado un gran trabajo, instala a los azulones durante dos temporadas consecutivas en la zona media de la tabla, más cerca de los puestos europeos que de la zona roja. En Copa del Rey, no se llega a últimas rondas, teniendo como tope los octavos de final.
Avanzada la temporada 2013-14 y con el Getafe solo un punto por encima del descenso se opta por el relevo en los banquillos y el legendario ex jugador getafense Cosmin Contra toma el mando. Con mucho sufrimiento, el rumano salva al equipo en la última jornada con una victoria en Vallecas. Contra es cesado a mediados de la campaña siguiente, ya que no consigue levantar la dinámica azulona y vuelve el míster que estaba al frente en el debut en Primera, Quique Sánchez Flores. En una decisión sorprendente y tan solo después de siete partidos, el preparador dimite por razones personales y asciende desde el filial Pablo Franco para hacerse cargo del primer equipo. El curso se salva sin dificultades, acabando en decimoquinta posición.
Para la 2015-16 llega a los banquillos Fran Escribá, ex ayudante de Quique en su primera etapa en Getafe. El equipo comienza bien pero a medida que pasan las jornadas, el rendimiento va cayendo, especialmente a partir de la segunda vuelta, donde solo suma dos puntos en las trece primeras jornadas tras el ecuador. Ángel Torres destituye al valenciano para contratar a Juan Eduardo Esnáider en busca de la permanencia. El hispano argentino mejora los números de Escribá pero no consigue remontar en Liga y doce años después de su ascenso regresa a Segunda División.
El descenso remodela por completo la plantilla. Jugadores importantes como Sarabia, Pedro León, Medrán, Roberto Lago o Álvaro Vázquez abandonan Getafe y llegan Jorge Molina, Portillo, Pacheco que se convertirán en fundamentales así como regresa una leyenda azulona, el Cata Díaz. El inicio es horrible y a finales de septiembre, en la séptima jornada, el equipo se encuentra en penúltima posición. Esnáider es cesado y se ficha a José Bordalás, en el paro, a pesar de haber ascendido a la Liga Santander unos meses antes al Deportivo Alavés.
El alicantino, con una gran experiencia, en la categoría de plata va transformando al equipo y adaptándolo a su estilo. La evolución gradual provoca que se abandonen las últimas posiciones y se vuelva a soñar con el regreso a la máxima categoría. Antes de acabar la primera vuelta se estaba en los puestos de promoción y luchó hasta el final por conseguir plaza directa de ascenso, pero el Girona se lo impidió además de un Levante que dominó con puño de hierro el campeonato. En las semifinales de ascenso se cruzó el Huesca. Un valioso empate en El Alcoraz dio ventaja a unos azulones, que certificaron el pase a la última ronda con una contundente victoria por 3-0 en el Coliseum. En el último peldaño al “cielo”, una vez más se cruzaba un nombre que traía buenos recuerdos: Tenerife. El anterior ascenso se había producido en tierras insulares. En Canarias se cayó por 1-0 con todo por decidir para la vuelta. La afición no falló a la llamada para la remontada y abarrotó el Coliseum. Su empuje y un gran partido de los locales, que se saldó con un resultado de 3-1 propició la vuelta a Primera tan solo un año después de su descenso.
En la 2017-18 se optó por Bordalás en el banquillo, que se había ganado a pulso su renovación. La apuesta, vista a posteriori, no pudo ser más acertada. El bloque de la plantilla se refuerza con jugadores que formarán parte del futuro del Getafe merced a su aportación y compromiso como Ángel, Djené, Olivera, Arambarri, Fajr, Antunes o Bergara entre otros. Consciente de las limitaciones respecto a otros clubes, Bordalás cimenta al equipo desde la defensa y en ataque se basa en un juego dinámico y rápido. Gracias a eso, el Getafe acaba como el tercer equipo menos goleado de la categoría (solo superado por Barcelona y Atlético, primer y segundo clasificados de la Liga), no perdiendo ningún partido por más de dos goles y no sufre para mantenerse. De hecho, se queda cerca de disputar competiciones europeas, finalizando octavo.
Con aspiraciones para mantener e incluso mejorar las prestaciones, llega Jaime Mata, máximo realizador de Segunda División, además de Maksimovic que apuntala el medio del campo o David Soria que viene a sustituir en la portería a David Guaita, que se marcha a la Premier League. La primera vuelta sirve al equipo para instalarse en la zona media alta de la tabla. En Copa del Rey, se sueña con llegar a otra final, pero en los cuartos de final, el Valencia, en una eliminatoria vibrante y muy polémica, se lleva el gato al agua en el descuento del partido de vuelta. El equipo dirigido por Marcelino se acabaría llevando el torneo. La última mitad del campeonato regular deja al equipo luchando por posiciones europeas, de las que no se baja en ningún momento desde su llegada al sexto puesto en la 19ª jornada. En más de la mitad de ellas, los azulones están cuartos, con una hipotética clasificación a la Liga de Campeones 2019-20. Los chicos de Bordalás aguantan el reto hasta prácticamente el final pero acaban cediendo ante el empuje de un Valencia que se vuelve a cruzar en el camino. La derrota en el Camp Nou en la penúltima jornada y un empate en el epílogo del campeonato ante el Villarreal dejan al Getafe como quinto clasificado, mejor posición histórica. A pesar de soñar con la Champions League, disputar la Europa League se celebra como un gran premio y es el broche de oro a la mejor temporada de la historia.
La última campaña hasta el parón por la crisis sanitaria de la Covid-19 había dejado casi en una anécdota los números increíbles de la temporada anterior. Como mejor fichaje la continuidad de Bordalás y del bloque de la plantilla, se ficha a jugadores para afrontar las tres competiciones con garantías. Los más destacados han sido Cucurella que ha rentabilizado el precio pagado al Barcelona y Nyom, ex jugador del eterno rival, el Leganés. En Liga, el Getafe ha seguido luchando por las primeras posiciones a pesar de un mal inicio. Hasta la llegada del Coronavirus, el equipo repetía la posición en la que había acabado la 2018-19, ocupando antes de ello varias jornadas en tercera posición, solo por detrás de Real Madrid y Barcelona. En Copa del Rey, el cambio de formato a partido único trajo la eliminación de manera sorprendente frente al Badalona de 2ªB.
En Europa League, el “EuroGeta” había vuelto por sus mejores fueros. Acabando la fase de grupos como segundo, superado por el Basilea suizo pero por delante del Krasnodar ruso y el Trabzonspor turco, se plantó en dieciseisavos de final. Enfrente el Ajax, semifinalista y equipo revelación de la última Champions League, que había desplegado un juego que sorprendió al continente. Los de Bordalás no se arrugaron, venciendo en la ida por 2-0 y conquistando una semana después el Cruyff Arena, al perder por 2 goles a uno pero avanzando de ronda. Para los octavos de final otro histórico, el Inter de Milán. Ante la alarma sanitaria y el avance de la enfermedad en Italia y España, con tan solo 24 horas de adelanto se procedió a la suspensión del partido de ida en el Guiseppe Meazza, no estando claro cuando se reanudará la competición.