La selección escocesa de fútbol, conocida como "The Tartan Army", es una de las más antiguas del mundo, junto con Inglaterra. La Federación Escocesa de Fútbol (SFA) fue fundada en 1873, y la selección disputó su primer partido internacional oficial contra Inglaterra el 30 de noviembre de 1872, empatando 0-0 en Glasgow. Este encuentro es reconocido como el primer partido internacional de la historia del fútbol.
Durante sus primeros años, la selección escocesa participó principalmente en el British Home Championship, una competición anual entre las selecciones de Escocia, Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte. Escocia tuvo éxito en este torneo, ganándolo en varias ocasiones. El torneo ayudó a consolidar la rivalidad con Inglaterra, que sigue siendo una de las más intensas en el fútbol mundial.
Escocia ha participado en ocho Copas del Mundo: 1954, 1958, 1974, 1978, 1982, 1986, 1990 y 1998. Sin embargo, la selección nunca ha logrado pasar de la fase de grupos en estas competiciones. En el Mundial de 1974, Escocia estuvo a punto de avanzar, quedando eliminada por diferencia de goles a pesar de no haber perdido ningún partido en su grupo. Jugadores como Kenny Dalglish y Denis Law fueron cruciales durante estas campañas, destacándose como algunos de los mejores futbolistas escoceses de todos los tiempos.
La década de 1960 y 1970 fue especialmente destacada para Escocia en términos de producción de talentos. Jugadores como Jim Baxter, conocido por su brillantez técnica, y Billy Bremner, un mediocampista incansable, dejaron una marca indeleble en la historia del fútbol escocés. El partido de 1967 contra Inglaterra en Wembley, donde Escocia venció 3-2, es uno de los más recordados, ya que Inglaterra era la campeona mundial vigente.
Escocia ha clasificado para la Eurocopa en tres ocasiones: 1992, 1996 y 2020. Al igual que en los Mundiales, no han logrado pasar de la fase de grupos en estas competiciones. En la Euro 1996, Escocia estuvo cerca de avanzar, pero fue eliminada nuevamente por diferencia de goles, esta vez tras una dramática fase de grupos que incluyó un memorable empate 0-0 contra Holanda.
Después de una ausencia de más de 20 años en torneos internacionales, Escocia se clasificó para la Eurocopa 2020 (disputada en 2021 debido a la pandemia de COVID-19). En este torneo, Escocia empató 0-0 contra Inglaterra en Wembley, reavivando su histórica rivalidad. Aunque no avanzaron a la siguiente ronda, la clasificación y el desempeño en la Euro 2020 representaron un renacimiento para la selección escocesa.
A lo largo de su historia, Escocia ha producido numerosos jugadores de talla mundial. Kenny Dalglish, considerado el mejor futbolista escocés de todos los tiempos, jugó 102 partidos internacionales y anotó 30 goles. Denis Law, otro gigante del fútbol escocés, ganó el Balón de Oro en 1964. Otros nombres destacados incluyen a Graeme Souness, Alan Hansen, y más recientemente, Andy Robertson, quien ha llevado la capitanía del equipo con orgullo.
En las competiciones recientes, Escocia ha mostrado un desempeño consistente en la UEFA Nations League y en las clasificatorias para la Copa del Mundo y la Eurocopa. La generación actual de jugadores, liderada por figuras como Andy Robertson y Kieran Tierney, ha generado esperanzas de futuros éxitos en competiciones internacionales.
Con una mezcla de jóvenes talentos y jugadores experimentados, Escocia busca consolidarse como un equipo competitivo en Europa. Las clasificaciones recientes para torneos mayores y el desempeño en la UEFA Nations League han revitalizado el interés y la pasión por el fútbol en Escocia, creando una base sólida para aspirar a mejores resultados en el futuro.
La rica historia y la tradición de la selección escocesa de fútbol la convierten en un equipo emblemático del deporte, conocido por su pasión y dedicación. Con un legado que abarca más de un siglo, "The Tartan Army" continúa siendo una fuerza importante en el panorama del fútbol internacional.