Cuando en 1985 la NBA anunció tener en mente una expansión a cuatro franquicias, el empresario de Carolina del Norte, George Shinn, dio a conocer su intención de crear una franquicia afincada en Charlotte.
En aquel estado el baloncesto universitario, el mismo que llevaría a la gloria a Michael Jordan años más tarde, era un aspecto a destacar. Pero, aun con este punto de partida, no parecía posible que en esta pequeña ciudad se pudiera mantener una franquicia de la talla de la NBA.
Shinn, viendo el escepticismo, se guardaba una sorpresa, el Charlotte Coliseum, un pabellón que albergaría 24.000 espectadores, convirtiéndose de ese modo en el pabellón con más capacidad de la historia de la liga. El 5 de abril de 1987, el comisionado David Stern informó a Shinn de que su proyecto era, oficialmente, una franquicia de la NBA, llegando a la competición de la mano de los Heat, los Timberwolves y los Magic.
Originalmente se les llamó Charlotte Spirit, pero en un concurso realizado para nombrar al equipo, ganó Hornets, una denominación habitual en el deporte de esta ciudad. Elegido el nombre, marcaron sus colores, el verde aguamarina, que después marcaría una moda en los años 90.
Carolina del Norte se volcó en sus Hornets a lo largo de la primera temporada de la franquicia, llegando a vender 21.000 entradas. Colgaron el cartel de ‘’no hay entradas’’ en 358 partidos consecutivos, lo que enorgulleció a Shinn. Este contrató a Carl Scheer como general manager, que decidió formar un equipo de veteranos, esperando así conseguir un pase a playoffs en cinco años.
Liderados por el ex-alero de los Pistons, Kelly Tripucka, los Hornets tuvieron un inicio difícil en la temporada 1988-89. Contaban también con el novato Rex Chapman, con Muggsy Bogues, y el veterano Kurt Rambis, quien había ganado el anillo con los Lakers en años anteriores. Aquel curso promediaron 104,5 puntos a favor, y 113 en contra. Sufrieron 62 derrotas sin ganar más de dos partidos consecutivos.
La temporada siguiente no mejoró demasiado. Los jugadores se rebelaron contra Harter, el entrenador, siendo reemplazado por el asistente Gene Littles. Pero el cambio les hizo sumar una derrota más, 63, sin poder levantar cabeza, con un récord 3-31 en enero, que les hizo dar por perdida la temporada desde el inicio del 1990. En el Draft de aquel año, seleccionaron a Kendall Gill, con vistas a reforzar la franquicia y sentar las bases del triunfo, pero no conseguían llegar a playoffs.
Larry Johnson llegó en la temporada 1991-92, y consiguió el Rookie del Año, ayudando en una victoria clave aquel año, un 132-115 ante los Golden State Warriors. Contaron con aspiraciones para llegar a playoffs, pero perdieron los últimos cinco partidos, quedándose fuera con un récord de 31 victorias frente a 51 derrotas.
En la temporada 1992-93, es cuando los Hornets empiezan a levantar cabeza. Aquella temporada es drafteado Alonzo Mourning, que junto con el sophomore Johnson, formaría un dúo de jugadores 20-10. El jugador de segundo año fue titular en el All-Star de 1993, y el rookie eliminó con una canasta sobre la bocina a los Celtics en primera ronda de playoffs, siendo este el primer año que llegaban a la eliminatoria. Aunque contaban con ganas y talento, no tuvieron la suficiente experiencia, siendo eliminados por los Knicks en Semifinales de Conferencia.
El siguiente año vino marcado por la ausencia, a causa de lesiones, de Johnson y Mourning. Aquella temporada se cerró con un 41-41 insuficiente para llegar a playoffs.
A la ronda eliminatoria llegaron en el curso 1994-95, con su primera temporada de 50 victorias, pero fueron eliminados por los Bulls de Jordan. Al comienzo de aquella temporada, el veterano de los Celtics, Robert Parish, llegó a los Hornets. A su vez, Mourning y Johnson jugaron en el All-Star de 1995. Tras muchos cambios en plantilla, en Charlotte no pudieron volver a playoffs en la temporada 1995-96.
En el Draft de 1996, al tiempo que escogían a Kobe Bryant, lo enviaron a los Lakers a cambio de Vlade Divac. Junto con Mason y Rice, lideraron a unos Hornets con ganas de revancha. Rice ganó el MVP del All-Star, y llevó al equipo a 54 victorias en la temporada regular. Sumados todos estos esfuerzos, nada fue suficiente para que los Knicks los eliminaran en primera ronda.
La siguiente campaña también fue rica en éxitos. El equipo firmó con David Wesley y Bobby Phils, que, sumados a la plantilla del año anterior, llegaron a las 51 victorias, incluso acabaron por segunda vez en Semifinales de Conferencia, eliminados de nuevo por los Bulls. El año siguiente, fruto de movimientos en la plantilla, no alcanzaron los playoffs, marcando el principio del declive.
En la temporada 1999-00, sufrieron un duro golpe en las filas de su banquillo. Bobby Phills falleció en un accidente de tráfico, los Hornets retiraron su dorsal menos de un mes después. Con su recuerdo en la memoria, volvieron a playoffs, eliminados en primera ronda por los 76ers.
Aun llegando a playoffs, la siguiente temporada fue eclipsada por titulares muy duros y reprochables. Shinn, tras romper las negociaciones con Michael Jordan para convertirse en copropietario, vio su nombre en los periódicos tras una demanda de su mujer por violación. La reputación de la ciudad cayó en picado tras este escándalo machista. Mientras tanto, el equipo cayó en Semifinales de Conferencia ante los Bucks.
En el 2002, los Hornets eran uno de los claros favoritos para ganar el anillo, gracias a la explosión de Mashburn, pero en los primeros 10 minutos del primer partido de playoffs, tuvo que retirarse por una enfermedad viral. Como durante la temporada regular, también marcada por las ausencias de Mashburn, Davis lideró el equipo, que cayó, de nuevo, en Semifinales de Conferencia, ante los Nets de Jason Kidd.
Shinn estaba poco a poco empezando a rechazar al Charlotte Coliseum, y dio la noticia de que se construiría otro pabellón, o los Hornets se irían de la ciudad. Aunque en un principio la ciudad se negó, se acabó construyendo el que sería el Charlotte Bobcats Arena, por lo que el dueño retiró su solicitud de trasladar la franquicia.
Pero, contra todo pronóstico, se acabaron mudando a Nueva Orleans en la temporada 2003-02, haciendo que se creara un nuevo equipo para Carolina del Norte. Varios grupos de propietarios, entre los que se encontraba Larry Bird, pujaron por el equipo, que calló en manos de Robert L. Johnson. En junio de 2006, Michael Jordan se convertiría en el segundo mayor accionista de la franquicia. Fue elegido el nombre de Bobcats, linces rojos, y así comenzó la nueva andadura del baloncesto en Charlotte.
Bernie Bickerstaff sería el entrenador de los jóvenes Bobcats, que lideró un Draft de expansión eligiendo jugadores jóvenes como Gerald Wallace, Jason Kapono o Primoz Brezec. También se hicieron con los rápidamente traspasados Sasha Pavlovic y Zaza Pachulia, y en el Draft del 2004 eligieron a Emeka Okafor, que acabaría ganando el Rookie del año en 2005. Tuvieron un equipo sólido, pero no consiguieron más que 18 victorias aquella temporada.
Consiguieron 26 victorias en el siguiente curso, tras haber conseguido a Raymon Felton y a Sean May en el Draft de 2005, que se unieron al ya fijo equipo liderado por Wallace, Knight, Brezec y Rush. Las posteriores llegadas de Adam Morrison en 2006, y de Jason Richardson en 2007 marcaron un nuevo rumbo en la franquicia, o al menos lo intentaron, ya que en la temporada 2007-08 acabaron con un desastroso 32-50.
Los Bobcats no mejoraban el nombre que los Hornets dejaron en Charlotte, así que Jordan decidió contratar a Larry Brown en el banquillo, considerado uno de los mejores entrenadores de la historia. Además, draftearon a D.J. Augustin y a Alexis Ajinça. En el mercado de la temporada 2008-09, el equipo traspasó a Richardson y a Dudley, junto con una segunda ronda del Draft, a los Suns, a cambio de Boris Diaw, Raja Bell y Seam Singletary. Ellos encajaban con la cruzada defensiva que quería llevar a cabo Brown, pero se hizo otro movimiento más. A Dallas se fueron Carroll y Hollins a cambio de DeSagana Diop.
Con 35 victorias y aun paso de playoffs, dieron muy buenas sensaciones. Pero aquel verano, su base titular, Raymond Felton, se convertía en agente libre, lo que supondría un grave problema para los Bobcats.
Traspasaron a Emeka Okafor, pero en el periodo estival de 2009 llegaron Gerald Henderson, Tyson Chandler, Stephen Jackson y Acie Law, estos dos llegaron gracias a las salidas de Raja Bell y Vladimir Radmanovic.
En abril de 2010 llegó la gran noticia, el mejor jugador de la historia, Michael Jordan, compraba el equipo. Ahora él era dueño de una franquicia de la NBA, era su propio jefe.
Los Bobcats acababan ese curso con un 44-38, llegando por primera vez a playoffs, con un Gerald Wallace que se convirtió en el primer jugador de la franquicia en jugar en el All-Star. A pesar de las victorias, cayeron en primera ronda ante unos Orlando Magic que se impusieron con un 4-0.
Aunque la siguiente temporada parecía estar dispuesta a darles grandes logros, todo se fue frustrando poco a poco, y para el final del 2010 las derrotas doblaban a las victorias. Jordan comunicó un cambio en el banquillo, el nuevo entrenador sería Paul Silas. Un juego de traspasos que terminó con Gerald Wallace en Portland, y un global de 34-48 para los Bobcats.
Se fueron Stephen Jackson y Shaun Livingston, llegaron Corey Maggete, Kemba Walker, Bismack Biyombo, Reggie Williams, Derrick Brown y Byron Mullens. En la temporada 2011-12, los Bobcats batieron un récord, sí, pero un récord bochornoso. El peor balance de la historia de la liga, un 7-59 para los de Charlotte.
Las dos últimas temporadas como Bobcats no mejoraron. Comenzaron la 2012-13 con un 7-5, aunque 6 de esas victorias fueron por una diferencia de cuatro o menos puntos. Siguieron después en su línea habitual, con 18 derrotas consecutivas, acabando con un 21-61. El siguiente curso se acabó con un 43-39, pero fueron barridos de playoffs en primera ronda ante Miami.
El 21 de mayo de 2013, Jordan anunció que había solicitado cambiar el nombre de la franquicia a Charlotte Hornets, siendo dicha petición aprobada por la NBA el 18 de julio 2013, validándose el cambio para el final de la temporada 2013-14.
Un año después del anuncio del dueño de la franquicia, los Bobcats se convirtieron en el regreso de los Hornets, y en Nueva Orleans, aquellos Hornets pasarían a ser Pelicans. Con un amplio movimiento en las filas, acabaron con un balance de 33-49 en la primera temporada de Hornets.
Tras adquirir a Nicolas Batum, Jeremy Lamb y Jeremy Lin, en la temporada siguiente consiguieron un 48-34, haciendo que Charlotte volviera a playoffs, para volver a perder ante los Heat llevándolos a siete juegos en la primera ronda. La siguiente temporada, con Kemba Walker siendo reserva en el All-Star, los Hornets acabaron con un 36-46.
El inicio de la temporada 2017-18, volvieron a seleccionar a Walker para el All-Star, James Borrego llegó como entrenador, y la franquicia consiguió el mismo récord que el curso anterior, un 36-46.
En julio de 2018, Tony Parker firmó con los Hornets, en la última temporada de Kemba Walker con los Hornets. El siguiente verano, Walker se fue a los Celtics, dejando a la franquicia sin un líder claro, y sin expectativas para playoffs en la temporada marcada por el COVID-19.