La selección de fútbol de Bolivia, conocida como "La Verde", tiene una rica historia llena de altibajos y momentos memorables en el fútbol internacional. A continuación, se presenta una biografía detallada de la selección boliviana, estructurada por décadas y destacando sus logros más importantes en la Copa del Mundo y la Copa América, así como los personajes clave que han marcado su historia.
El primer partido oficial de la selección boliviana se disputó el 12 de octubre de 1926 contra Chile en Santiago, durante el Campeonato Sudamericano de 1926, resultando en una derrota por 7-1. La Federación Boliviana de Fútbol (FBF) fue fundada en 1925 y se afilió a la FIFA en 1926, estableciendo así las bases para el desarrollo del fútbol en el país.
Bolivia participó en la primera Copa del Mundo en 1930, celebrada en Uruguay. Formó parte del Grupo 2 junto a Yugoslavia y Brasil. Aunque Bolivia perdió ambos partidos (4-0 contra Yugoslavia y 4-0 contra Brasil), su participación marcó el inicio de su trayectoria en los mundiales.
La segunda aparición de Bolivia en una Copa del Mundo fue en 1950, en Brasil. En este torneo, Bolivia sufrió una de sus mayores derrotas, al perder 8-0 contra Uruguay, que posteriormente se consagraría campeón. Esta fue la única participación de Bolivia en mundiales hasta la década de 1990.
El mayor logro de la selección boliviana llegó en 1963, cuando ganó el Campeonato Sudamericano (hoy Copa América) celebrado en Bolivia. Bajo la dirección de Danilo Alvim, Bolivia se consagró campeón al vencer a Brasil 5-4 en el partido decisivo. Figuras como Víctor Agustín Ugarte, quien marcó dos goles en la final, y Máximo Alcócer, fueron clave en este histórico triunfo.
Durante estas décadas, Bolivia no logró clasificarse para las Copas del Mundo y tuvo actuaciones modestas en la Copa América. Sin embargo, continuaron desarrollándose jugadores talentosos y se fortaleció la estructura del fútbol nacional.
Bolivia logró clasificarse para la Copa del Mundo de 1994 en Estados Unidos, bajo la dirección de Xabier Azkargorta. Esta fue la tercera participación de Bolivia en un mundial y la primera tras más de cuatro décadas. En el torneo, Bolivia integró el Grupo C junto a Alemania, España y Corea del Sur. Aunque no avanzaron a la segunda fase, el empate 0-0 contra Corea del Sur y la participación de figuras como Marco Etcheverry y Erwin Sánchez fueron destacados.
En la Copa América de 1997, Bolivia fue nuevamente anfitriona y tuvo una actuación destacada al llegar a la final. Bajo la dirección de Antonio López Habas, Bolivia venció a equipos como Uruguay y Colombia en su camino a la final. En el partido decisivo, Bolivia fue derrotada 3-1 por Brasil, pero su desempeño le valió la clasificación a la Copa FIFA Confederaciones de 1999.
En el siglo XXI, Bolivia ha tenido participaciones irregulares en las competiciones internacionales. En la Copa América, Bolivia ha mostrado destellos de buen fútbol, pero no ha logrado repetir el éxito de 1963 o 1997. Las eliminatorias para los mundiales también han sido desafiantes, con Bolivia luchando por clasificar en una competitiva región sudamericana.
Ugarte es considerado uno de los mejores futbolistas bolivianos de todos los tiempos. Su destacada actuación en la Copa América de 1963, donde marcó dos goles en la final, lo consagró como una leyenda del fútbol boliviano.
Conocido como "El Diablo", Etcheverry fue una figura clave en la clasificación al Mundial de 1994 y en la Copa América de 1997. Su creatividad y habilidad técnica lo hicieron destacar en el fútbol sudamericano y en la MLS.
Botero es el máximo goleador histórico de la selección boliviana con 20 goles. Su rendimiento en las eliminatorias y su capacidad goleadora han dejado una marca significativa en el fútbol boliviano.
Apodado "Platini", Sánchez fue un mediocampista talentoso que jugó un papel crucial en la Copa América de 1997 y en el Mundial de 1994. Su visión de juego y liderazgo fueron fundamentales para el éxito de Bolivia en esos torneos.
El entrenador español fue fundamental en la clasificación de Bolivia al Mundial de 1994. Su capacidad para motivar y organizar al equipo fue clave para este logro histórico.
Habas dirigió a Bolivia en la Copa América de 1997, llevándolos a la final y consolidando una de las mejores actuaciones del equipo en la historia del torneo.