Arnau Dardalló (V.O.N.T) es de esas personas con las cuales desearías que una conversación no acabara nunca.
Entre Les Termes, Campoamor y Espronceda, barrios sureños de Sabadell -su ciudad-, crece la rima y el beat de un artista singular, humilde y trabajador, cuya pasión por la cultura hip hop lo ha llevado a concebir un proyecto musical de gran calidad, V.O.N.T, que sale “por y para la gente” -como él mismo lo describe-, y que sienta las bases de un futuro prometedor.
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"Elegguá", el álbum debut
“Elegguá”, disponible en todas las plataformas digitales, es un reflejo de su historia, un espejo de su alma. Lleno de reivindicación social y musical, este trabajo es su álbum debut, con el cual se presenta ante el público.
El nombre del álbum hace referencia a una de las deidades más importantes en la religión yoruba, y de las prácticas afrocubanas de la santería. Es considerado el guardián de los caminos, el "orisha" del destino, las oportunidades y las decisiones.
El artista compagina su trabajo con su pasión, el rap, y su notoriedad ha crecido estos últimos tiempos gracias al programa de radio “La Rima y el Beat”, que presenta en Ripollet Ràdio, junto a Sergi Benito, productor musical y amigo personal, que colabora además en el proyecto V.O.N.T.
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Rimas, beat y compromiso social: el viaje espiritual de Arnau Dardalló (V.O.N.T.)
En VAVEL hemos tenido la suerte de poder conversar con Arnau Dardalló, y ahondar en el proyecto V.O.N.T., así como en su concepción de la música, tanto desde una óptica vital como espiritual. Una entrevista exclusiva que recomendamos encarecidamente al lector, pues es una oda a la filosofía musical y al hip hop popular.
¿De dónde viene tu pasión por el rap?
Empecé a escuchar rap a los 13 años, y desde el principio me enamoré de él, porque aunaba dos cosas que me gustan mucho: la música y la poesía que el género permite desarrollar.
¿Cómo fueron tus inicios y quienes son tus referentes?
Empecé a rapear con 15 años, dando “la turra” junto a mis amigos, cuando salíamos de clase y nos íbamos a la calle a soltar lo que habíamos escrito.
Respecto a mis referentes, a nivel internacional me gusta mucho Canserbero, Nas, la N.W.A., que hacían muy buenas bases instrumentales, también Wu-Tang Clan, y por supuesto una mención especial a Dr. Dre, que es el mejor productor del mundo.
A nivel nacional, que es lo que más he consumido a lo largo de mi vida, me gusta mucho Violadores del Verso, SFDK, Falsalarma, que son de Les Termes (Sabadell), mi barrio, y otros como Tote King, su hermano Shota, Rafael “Capaz”, de Hablando en Plata, y muchos grupos más.
¿Cómo ves el actual panorama del hip-hop y el rap en España?
Ahora mismo bien por una parte y mal por otra. Bien, porque gracias a la distribución digital es mucho más fácil hacer llegar el rap a la gente. Mal a nivel cualitativo, aunque esto ya es una opinión personal. Creo que se ha pervertido ese componente de reivindicación social de antaño, de sentirse orgulloso de pertenecer a una tribu urbana singular con valores de clase trabajadora.
Hoy en día parece que todos los nuevos MC quieren ganar muchísimo dinero y ser estrellas. Pienso que ese no debería ser el objetivo de un rapero.
Y a nivel local, ¿es difícil ser un rapero que se produce sus propias maquetas?
Sí. Yo me gasto un dineral y no recibo compensación. Escribo mis letras, le pago al productor que me hace la base, la post-producción, luego a una distribuidora para que mis canciones aparezcan en todas las plataformas… Es muy difícil, a nivel económico. Además, yo trabajo, y no tengo tiempo material para dar visibilidad a mis maquetas. Hoy en día, si no tienes a alguien que te lleve las redes sociales, es inviable.
En este sentido, ¿las redes sociales te han ayudado a dar visibilidad a tu trabajo?
La verdad es que sí, siempre ayuda, pero al final, quizá por el tipo de rap que yo hago, no llego a tanta gente como podría esperar. También porque no me dedico a promocionar mi trabajo diariamente. Yo soy más de ponerme a escribir y rapear, que es lo que me gusta.
¿Crees que hoy en día las compañías discográficas apuestan lo suficiente por la música no comercial?
No. Pese a que hay discográficas que sí apuestan por este tipo de música, no hay las suficientes distribuidoras para abarcar a la cantidad de gente que hace rap, y que lo hace muy bien. Por suerte, en España, algunos grupos conocidos han montado sus propios sellos, por pura pasión, y se han ofrecido como plataforma para otros artistas. Un ejemplo de ello es SFDK Records.
¿Qué significa para ti la oratoria?
Las herramientas para transmitir tu mensaje, de forma que la gente sea capaz de entenderlo. Es como un término medio entre lo que tú quieres decir y lo que la gente está dispuesta a escuchar. Luego lo entenderá cada uno como quiera, y en eso también juega la libertad del oyente, pero tú, como orador, debes tener una intencionalidad clara. Eso es lo bonito de la oratoria. Por ser el mecanismo por el cual se establece la comunicación, te permite decir a tu manera lo que te apetece contar.
En el programa “La Rima y el Beat”, de Ripollet Ràdio, entrevistáis a gente del mundo del rap y dais voz a artistas locales. ¿Cómo surgió la idea del programa? ¿Os fue difícil encontrar un espacio en los medios de comunicación?
A mí me fascina la radio, y siempre había querido hacer un programa. Y aunque no tengo estudios de comunicación audiovisual, escribí una idea muy estructurada de lo que yo quería para el proyecto, y la mandé a todas las radios locales de mi comarca. Por cabezonería, pensé: “alguna contestará”. Y así fue.
El director de Ripollet Ràdio -en la cual había participado yo años atrás, en un programa de cine-, nos citó a Sergi y a mí, y aquello fue un flechazo. En 10 minutos de entrevista, ya nos daba día y hora para empezar a emitir, con libertad absoluta para llevar el programa a nuestro antojo.
Empezamos con un programa al mes, pero gustó tanto que ahora nos lo han ampliado a uno cada quincena. Nuestra intención es acabar haciéndolo una vez por semana.
Siendo el rap tu pasión, ¿Qué sientes al hablar de ello con gente de tu propia “profesión”? ¿Se hace más fácil o más difícil a la hora de preparar una entrevista?
A mí me resulta más fácil, porque partimos de la base de que tenemos muchas cosas en común con los participantes. Entonces, estén de acuerdo o no contigo en aspectos de la entrevista, este conocimiento compartido da pie a una discusión radiofónica interesante. Además, el perfil de invitado que suele venir responde a gente humilde, que se presta a hacerlo por amor al arte.
¿Crees que el rap está suficientemente considerado en los medios de comunicación?
No. Aún así, todo el mundo conoce este género. Ha habido artistas tan potentes como Eminem, que lo han llevado a otro nivel y lo han expandido. El problema es que en España, a diferencia de otros países como Estados Unidos, los medios de comunicación han sido muy torpes con el género. No entienden los códigos de la cultura hip hop.
Ha habido campañas publicitarias con canciones de rap, interpretadas por gente que no es rapera, con bases instrumentales hechas por gente que no son productores especializados, y resultados completamente desastrosos, vacíos de contenido y mensaje. Con lo fácil que sería pagar a profesionales de nuestra música para hacer el anuncio…
En la religión yoruba, Elegguá representa el mensajero de los dioses. ¿Por qué ese título del álbum? ¿Qué significa ese término para ti?
Conocí a esta deidad a través de los bailes latinos, en los cuales estoy muy metido. Hay una parte de este tipo de danzas que representan el comportamiento que debería tener un dios a través del baile. Vi una actuación donde representaban a Elegguá, y quedé fascinado. Me llamaron la atención sus colores, y especialmente su comportamiento. Él era un travieso, un “punky”, pero al mismo tiempo era el mensajero de los dioses.
Haciendo una analogía, podríamos decir que el “dios” es la música rap, y el disco es el mensaje que hay que transmitir. Por eso le puse ese nombre. Al final, lo que hago con esta maqueta es compartir mi propio yo, más allá de lo tangible, casi divino, porque mi mensaje está en el mundo de las ideas, es subjetivo y (para mi) no tiene valor monetario.
Cuéntanos un poco sobre el álbum: cuántos temas hay, dónde lo podemos encontrar, si hay alguna colaboración especial, etc.
El álbum está en todas las plataformas digitales, a través del sello Distrokid, y actualmente tiene 8 temas, pero no sé si está cerrado… La mayoría de bases instrumentales me las ha hecho Oliver, de Vocal Studio BCN, de quien me gusta mucho su forma de trabajar y el sonido que le saca al material. En cuanto a colaboraciones con otros artistas, están, por ejemplo, Imala, Soft B (Sergi Benito) y KXMII.
Tu música se caracteriza por una temática muy marcada por la crítica social y política hacia el poder y el status quo. ¿Has recibido críticas negativas por tu posicionamiento y tus letras?
Sí, pero me da absolutamente igual. De entrada he recibido críticas negativas por el simple hecho de hacerlo. “Esto no va a vender”, “es muy arriesgado”, “no va a gustar”... Que no venda no me preocupa, no lo hago para eso. Por desgracia, en este país es arriesgado dar tu opinión y meterte con según qué cosas. Pero si tienes que tenerle miedo a eso, pues no vivas…
Yo soy una persona comprometida, ideológicamente hablando. Lo que no voy a hacer es estar callado o no dar mi opinión, porque no lo he hecho nunca. Hay que hacer lo que a uno le nace, y ese componente crítico con lo político-social es algo inherente en la cultura hip hop. ¿Cómo me voy a desvincular de eso, si es mi pasión? Yo disfruto escuchando letras de grupos como Los Chikos del Maíz.
Vemos pocas mujeres famosas en el mundo del rap. Además, algunos artistas “mainstream” de este mundo como 50 Cent, Rick Ross o LilWayne se muestran como hombres recios, viriles, poderosos, y quizá hasta peligrosos. ¿Te parece que el rap es un mundo hostil hacia la mujer?
Definitivamente sí. Además, hay una evidencia clara de ello. ¿Por qué, en un país como España, con tantas mujeres con talento para rapear, empiezan a ser ‘mainstream’ ahora? Yo me acuerdo de haber escuchado a grandes del hip hop como Arianna Puello, Mala Rodríguez o Shuga Wuga tiempo atrás, y no tuvieron nunca tanta repercusión como los hombres.
Este es el resultado de un mundo en el cual tener una postura de “machito” aporta beneficios. ¿Qué beneficios? El aplauso de todos los “machitos” que siguen esta cultura. SHO-HAI lo describe en una canción que se llama “Para ser un rapper”, en una barra que dice así: “no hace falta llamar putas a todas las ‘titis’, si hay más ‘groupies’ tíos que tías en todas las ‘cities’”. A mí me gustaría que la gente reflexionara sobre eso.
Vivimos en una sociedad hetero-patriarcal, homófoba y machista. El rap, por consiguiente, es un reflejo de ella.
¿Crees que en un futuro veremos a más mujeres en el panorama musical del rap y el hip hop?
Sí. Ya las hay: Sara Socas, Lía Kali, Las Ninyas del Corro, y muchas más. La sociedad se va transformando, con un movimiento feminista que está haciendo las cosas muy bien, y nos está poniendo a todos frente al espejo. Esa lucha va obteniendo sus resultados en el mundo del rap, y yo estoy muy contento con ello.
Además de tu nuevo álbum y del programa de radio, ¿tienes algún otro proyecto musical futuro entre manos?
Más allá del álbum, seguiré sacando sencillos en 2025. No puedo dejar de hacerlo. Tengo alguna colaboración pendiente. Por ejemplo, con Aradia, una rapera de Sabadell muy buena, cuyo “flow” me parece espectacular. También tengo una colaboración pendiente desde hace tiempo con La Yule, una rapera de Terrassa con quien quería incluir un tema en el álbum, pero al final por desgracia no se dio.
Con la notoriedad que vas adquiriendo, en parte gracias a tu programa de radio, ¿cómo ves tu futuro en el rap? ¿Crees que algún día podrás llegar a vivir de esto?
No lo creo, y no sé si lo quiero. Hay una barra en una de mis canciones que dice: “y mientras tanto, este poeta va observando en la bendita libertad que otorga el dulce anonimato”. Creo que esto resume bastante lo que es, para mí, ser un MC.
Me encanta subirme a un escenario y soltar lo mío en público. Pero es un mundo complicado si no tienes mánager, discográfica, gente que te diga “te vamos a meter en este festival, o en este otro”. Yo no creo poder llegar a eso, porque tampoco me apetece ser pesado, ni rebajarme a hacer según qué cosas para conseguirlo.
Al final, yo lo que quiero es rapear en Campoamor, o en mi barrio, Les Termes, para mis colegas, o por una buena causa benéfica. Quiero poder sentarme a componer tranquilamente, sin presiones. Esa soledad del rapero yo la disfruto mucho.
En el futuro no lo sé, pero ahora mismo lo único que me apetece es establecer lazos con gente del mundo del hip hop, y decir lo que quiero decir con total libertad. Con eso, ya me siento realizado.