Ana Janer: "El  mundo está enfermo y solo el arte y la cultura nos harán libres"

El pasado 3 de noviembre se estrenó la obra “Elogio de la estupidez”, escrita y dirigida por Darío Facal, en la Sala Max Aub (Nave 10) de Las Naves del Español.

Una de las protagonistas de esta obra de teatro es Ana Janer, actriz malagueña que ha trabajado en diversas compañías y producciones teatrales (“Garaje producciones Teatrales” “La Gatika Teatro”) así como en cine ("Las Pesadillas de Alberto Soto”, “Rapsodias”). Televisión Vavel ha tenido la oportunidad de entrevistarla y conocer un poco más acerca de su último proyecto. 

Pregunta: ¿Siempre tuvo claro que se quería dedicar a la interpretación?

Respuesta: Mi madre, mi padre, mis hermanos y tíos lo supieron antes que yo. Mi madre es bailarina así que desde pequeña he crecido entre bambalinas, cuando descubrí que en el escenario aparte de bailar se podía hablar, entonces me di cuenta y supe claramente que quería dedicarme a ello. A partir de ahí se el arte dramático se convirtió en una adicción.

P: ¿Cuáles son sus referentes artísticos?

R: Son, sin duda, las compañeras de teatro de compañías malagueñas de una generación previa a la mía. Crecer en una ciudad con tanta inquietud artística ha sostenido siempre mi deseo de seguir dedicándome al teatro.  Artistas defensoras del teatro, de la provocación, de los gritos reivindicativos camuflados en poesías… Todas ellas son mis referentes, algunas no lo saben, aprovecho aquí para citar sus nombres: Raquel Barcala, María Luisa Tomás (La Tiriti), Lula Amir, Alexandra García, Carmen Baquero, Marina Giménez Devesa y Carmen Román (La Wendy). Todas ellas son mi referentes.

P: ¿Se siente más cómoda frente a una cámara en cine o televisión o prefiere la sensación del directo y del contacto con la gente que tiene el teatro?

R: Me siento muy cómoda, es un código diferente pero creo que la comunión entre el equipo de trabajo es fundamental para cada una de esas experiencias. Lo digo por los ritmos, creo que la televisión te ofrece una oportunidad preciosa para desarrollar destreza en cuanto la memorización y la eficacia en la interpretación.
En el cine y el teatro disfrutas de un proceso creativo diferente y adoro las dos formas de trabajar, ambas, por igual.

P: ¿Cree que en nuestro país se valora el teatro?

R:
En términos generales, no

P: ¿Cómo ha sido trabajar con Darío Facal?

R: Trabajar con Darío Facal está siendo una experiencia cuanto menos fructuosa.  Verle dirigir es una delicia. Cada día descubro y aprendo cosas nuevas a su lado, cada día.
Estoy muy agradecida de trabajar con él y caminar juntos en este proyecto tan importante para ambos.  La exigencia, la perfección, el cuidado en el detalle, la fragilidad en la búsqueda de la elegancia es lo que más me gusta de él, su mirada hacia el teatro y el amor que le tiene a la institución es admirable.

P: ¿Cómo ha sido trabajar en una obra como “Elogios de la estupidez”? Es una obra que aborda la estupidez humana desde un punto de vista muy analítico y elaborado.

R: 
Trabajar en el elogio es la oportunidad perfecta para mostrar un trabajo en la creación de personajes, llenos de vulnerabilidad, hay mucha comicidad, cada personaje es único entonces ofrece al espectador plantearse qué le parece estúpido, qué no, y hasta qué punto pueden verse reflejados o empatizar con ellos.
Creo que es maravillosa la oportunidad de permitirse reírse de uno mismo. Puede que la obra sea una estupidez, pero de esa manera hará honor a su título.

P: ¿Cree en el arte como instrumento de sátira social y herramienta de denuncia social?

R:
Por supuesto, y  como herramienta educacional. Cualquier expresión artística que haga cuestionarte a ti mismo sobre la vida, me parece fundamental y necesaria.

P: ¿Qué busca transmitir con esta obra?

R: Yo personalmente que el espectador disfrute, se ría con los personajes y recuerde lo estúpidos que somos los humanos… en el amor, en la amistad, en los sueños… en lo que consideramos que son certezas, en las fuentes de información que utilizamos para defender una idea… para todo ello. Que el espectador se cuestione y que se lo pase de maravilla viéndola.

P: ¿Qué le ha aportado el personaje que interpreta? ¿Tienen ideas, personalidades, etc. similares?

R:
Noa (el personaje que interpreto) es un regalo, nos parecemos mucho, pero quizás tenga que seguir aprendiendo de ella y no ser tan políticamente correcta.

P: ¿Por qué la gente debería ir a ver la obra?

R: Porque el mundo está enfermo y solo el arte y la cultura nos harán libres.

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