En 2004 se estrenó “Mar Adentro”, convirtiéndose en el cuarto film dirigido por Alejandro Amenábar, quien venía de triunfar internacionalmente gracias al éxito de “Los Otros”. La cinta, protagonizada por Javier Bardem y Belén Rueda, se ha convertido en la más galardonada en los Goya, con un total de 14 premios.
En “Mar Adentro”, el protagonista es Ramón Sampedro (interpretado magistralmente por Javier Bardem), quien lleva casi treinta años postrado en una cama al cuidado de su familia. Su única ventana al mundo es la de su habitación, que da al mar, donde sufrió aquel accidente que irrumpió su juventud. Desde entonces, su deseo es morir dignamente y sabe que solo quien de verdad le ame le ayudará a emprender su último viaje.
En esta ocasión, Amenábar deja de lado el suspense de “Los Otros” y “Tesis” y el thriller psicológico de “Abre Los Ojos” para ofrecer una historia totalmente sincera, un drama basado en hechos reales que sacudirá de manera salvaje la conciencia del espectador y lo hará trizas sin ninguna piedad. La clara intención del realizador a la hora de aproximarse a un relato tan diferente de los que había abordado hasta entonces iba encaminada tanto a medir el alcance de sus capacidades como cineasta y a que la cinta se alzara en claro vehículo de denuncia hacia aquellas mentalidades que, desde su posición de poder, impiden la eutanasia.
La película tiene escenas brillantes, desde su brutal arranque hasta aquella en la que Bardem parlamenta con el cura interpretado por José María Pou, pasando por esa en la que Belén Rueda escucha la grabación en la que el protagonista relata el momento de su accidente, mostrándonos a través de fotografías eso que muchas veces se dice de lo que vemos cuando vamos a morir. Esta exquisitez la consigue, en parte, gracias a la creación de unos personajes con los que el público se sentirá identificado desde el primer segundo. Amenábar construye una historia basada en hechos reales añadiendo protagonistas que nunca existieron en la vida de Ramón, siendo buen ejemplo de ello Julia, el personaje interpretado por Belén Rueda (quien debutó con esta obra en la gran pantalla). El realizador dibuja a Sampedro como un héroe que cae bien a todo tipo de público y que provoca una implicación bastante fuerte entre la ficción y la realidad.
Además de la potente creación de sus personajes, es maravillosa la elección de los actores que se hacen cargo de ellos. Aparte de unos estupendos Celso Bugallo, Francesc Garrido y Lola Dueñas, lo más sorprendente del film es la interpretación de Mabel Rivera, que da vida a Manuela, la cuñada de Ramón Sampedro, y dejará al espectador asombrado por la sutileza y fuerza de cada una de sus intervenciones.
Lejos de pretender ser un drama sensiblero que juegue a provocar lágrimas gratuitas al espectador, Amenábar busca en “Mar Adentro” que haya una proporción de humor que aligere sobremanera la carga más amarga de la cinta y que suavice el impacto de su mensaje. Un humor negro que provoca que el espectador no salga tan devastado de la sala.
“Mar Adentro” es la cinta más completa y compleja dentro de la filmografía de un Amenábar que no ha sabido mantener esa excelencia en “Ágora” (2009), “Regresión” (2015) y “Mientras dure la guerra” (2019), sus dos trabajos posteriores. Un trabajo estremecedor que es imprescindible visualizar donde el espectador podrá contemplar unas interpretaciones que están más allá del elogio, con un exquisito Javier Bardem, y en el que todos sus componentes, desde la banda sonora compuesta por el propio director hasta la fotografía de Javier Aguirresarobe, funcionan a la perfección.
Valoración: 4/5
Lo mejor: La interpretación de Bardem y la magistral dirección de Amenábar
Lo peor: Que sus trabajos posteriores no hayan estado a la altura