En 2019 se estrenó “Escape Room”, cinta que se basaba en el conocido juego que tiene lugar en una habitación en el que se encierra a un grupo de jugadores con el objetivo de conseguir escapar de la misma en un tiempo determinado, investigando una serie de pistas. Aunque el filme dirigido por Adam Robitel contaba con una imaginación visual y una puesta en escena espectacular, contaba con un guion muy predecible y aburrido que no lograba asustar un solo segundo. Esto cambia radicalmente en “Escape Room 2: Mueres por salir”, un largometraje que tiene mucho más claras sus intenciones y que, esta vez sí, logra provocar cierto terror.
En “Escape Room 2”, seis personas se encuentran encerradas de manera inesperada en una nueva serie de escapes rooms, revelando paulatinamente aquello que tienen en común para sobrevivir y descubriendo que todos ya habían jugado el juego con anterioridad.
Esta secuela sigue repitiendo muchos de los fallos que contaba la primera entrega, como su nulo desarrollo de personajes, lo que hace que no podamos empatizar con ellos y que realmente no nos importe lo más mínimo verles sufrir y las desgracias que les ocurren. No hay ningún contexto, por lo que es imposible que se establezca un mínimo de conexión con el espectador. Además, su guion sigue careciendo de lógica y de inteligencia.
Sin embargo, “Escape Room 2. Mueres por salir” posee algo que no contaba el filme de 2019 y es emoción, dejar al espectador clavado en el asiendo durante los 88 minutos de metraje. Es mucho más violenta y terrorífica, su nivel de suspense es más alto y la espectacularidad de su producción hace que sea una película que ofrece lo que promete, que regala emociones fuertes y que se supera en sus trampas mortales ingeniosas. Un entretenimiento veraniego fácil que es una excelente opción para que los amantes de las emociones fuertes pasen el rato.
Valoración: 3/5
Lo mejor: Es una secuela mucho más espectacular, más disfrutable y más violenta que sabe ofrecer todo lo que se espera de ella. En definitiva, entretenimiento sin pretensiones
Lo peor: Se echa en falta un mínimo desarrollo de los personajes para que podamos empatizar con ellos y que nos puedan afectar mínimamente las desgracias que les pasan
