“Operación Camarón”: un
divertido ejercicio cómico con un brillante Julián López
Fotograma de "Operación Camarón" / FilmAffinity

“Operación Camarón” tendría que haber llegado hace más de un año a nuestras pantallas, concretamente el 13 de marzo de 2020, pero fue uno de los primeros filmes que sufrieron un cambio en su fecha de estreno por motivo de la COVID-19. Aunque su título pueda sugerir un desastre de proporciones épicas, lo cierto es que la espera ha merecido la pena. Carlos Therón firma en este remake del filme italiano “Song ‘e Napule” su obra más divertida y ocurrente, con un Julián López sublime y unos secundarios que saben seguirle el ritmo.

El filme se centra en Sebas, un policía novato que tiene la peligrosa misión de infiltrarse como teclista en Los Lolos, una banda hortera de flamenco-trap que va a tocar en la boda de la hija de un traficante local.

Cartel de "Operación Camarón" / FilmAffinity

“Operación Camarón” logra funcionar porque tiene un humor muy alocado con chistes simples pero muy eficaces que sus guionistas Manuel Burque y Josep Gatell saben rematar muy bien. Un humor blanco que juega con el contraste de las peculiaridades regionales y que cuenta con el ritmo perfecto gracias, en parte, a sus diálogos, y también a un reparto coral con una vis cómica innegable y con una química electrizante entre todos sus componentes. Es especialmente destacable la vis cómica de Carlos Librado ‘Nene’, un registro en el que nunca lo habíamos visto pero en el que se desenvuelve a la perfección

El último largometraje de Carlos Therón sabe conectar muy bien con su público y ofrecer una comedia de acción que provoca carcajadas a borbotones y que recuerda en muchas ocasiones al gamberrismo que el propio Therón nos ofreció en 2012 con “Impávido”, uno de sus mejores títulos. “Operación Camarón” es una comedia efectiva que, pese a ser un remake, logra ofrecer un humor muy local con el que el público conectará instantáneamente.

Valoración: 3,5/5

Lo mejor: La ocurrencia de su guion y lo bien medido que está para no caer en lo ridículo

Lo peor: Que ni su título ni su tráiler ni su cartel logren hacerle justicia

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