La libertad es un derecho inherente del ser humano. Desde que las personas aprendieron a convivir en sociedad, la capacidad de expresar ideas se ha posicionado como una necesidad para alcanzar el entendimiento. Sin embargo, existen ocasiones en las que la opinión puede llegar producir daños irreparables en el conjunto social.
Ejemplo de ello fueron las polémicas declaraciones vertidas por Victoria Abril. La actriz fue galardonada recientemente con el Premio Feroz de Honor 2021 por la entidad del mismo nombre. No obstante, la verdadera sorpresa fue su actitud al recoger el reconocimiento. Victoria Abril acudió a la entrega sin mascarilla entregó unas sorprendentes afirmaciones sobre la pandemia del Covid-19. Afirmó que el actual plan de vacunación forma parte de un entramado para utilizar a las personas como objetos de experimentación. Del mismo modo calificó a la pandemia como un circo de ficción.
Una vez expuestas las declaraciones de la actriz, el análisis de las mismas se antoja complejo y delicado. En primer lugar, sobra decir que la actriz cuenta con la facultad de expresar su opinión. Lamentablemente, el contexto de las declaraciones desacredita por completo el testimonio. A casi un año de su irrupción, la realidad de la pandemia evidencia que pese a las restricciones y la confección de la vacuna, la humanidad se encuentra lejos de la normalidad. Es precisamente por ello que la organización de la sociedad en torno a un pensamiento común se vuelve más necesaria que nunca como instrumento de combate.
Por lo tanto, si en el momento decisivo los líderes de opinión no fungen como la referencia adecuada, las posibilidades del colectivo social de agruparse en torno a una mentalidad se ven comprometidas. Por ello, más allá de la libertad de opinión, valdría la pena preguntarse si las reivindicaciones personales pueden pasar por encima de la tragedia que hasta la fecha amenaza el bienestar común.