Esta serie compuesta ocho capítulos comienza con Daphne Bridgerton (Phoebe Dynevor), la hija mayor de esta familia, quien acaba de llevar a cabo su debut a la reina, evento que celebran todas las damas como señal de que están preparadas para casarse. Daphne está especialmente entusiasmada, puesto que quiere seguir los pasos de sus padres, quienes se casaron por amor. No obstante, toda su ilusión parece desvanecerse cuando el diario del pueblo, firmado por Lady Whistledown -nadie conoce su verdadera identidad-, lanza calumnias sobre esta, después de que su hermano mayor, sintiéndose responsable de la familia desde el fallecimiento de su padre, rechaza a todos sus pretendientes por no considerarlos “suficientes” para ella. Es entonces cuando la protagonista conoce a Duque de Hastings (Regé-Jean Page).
Este es el joven más cotizado del momento debido a su título de duque, pero a su vez es conocido como un auténtico mujeriego que se niega a contraer matrimonio. Este hecho no impide que sea rodeado de mujeres allá donde vaya. La desesperación de los dos, ella por no conseguir marido, y él por deshacerse de tantas proposiciones, deciden unirse y fingir un acercamiento. La intención de ambos está clara, Daphne Bridgerton conseguiría todas las atenciones y el Duque de Hastings (Regé-Jean Page) se alejaría de ellas. Lo que no consideraron es que ese trato podría generar algo de verdad entre ellos.
Podemos confirmar que esta obra estadounidense dirigida por Chris Van Dusen, basada en las novelas de Julia Quinn, es el típico cliché romántico, contextualizado en la Inglaterra de 1810. Y pese a ello logra enganchar al espectador, sobre todo en sus primeros episodios.
Una de las razones es la divertida razón por la cual se han unido los protagonistas, pero además, la evolución de los mismos a lo largo de la serie, no solo referente a sus sentimientos, sino a sus personalidades tan diferentes, la hacen más interesante. La señorita Daphne por ejemplo, no ha sido en absoluto educada en los asuntos relacionados con el sexo, por el contrario el duque está más que experimentado en el tema. El hecho de que sea él quien anime a la joven ignorante a masturbarse en la soledad de su casa es casi revolucionario, considerando que en la actualidad aún es algo completamente tabú determinadas familias. Además, la joven al percatarse de lo ingenua que es, culpa a su propia madre por no haberla instruido en absoluto, pues se ve obligada a preguntarle a sus amigas cómo se queda embarazada una mujer.
No son los únicos factores que la destacan, ya que también tenemos a su hermano mayor, quien parece estar enamorado de una cantante, pero la unión de estos dos sería mal visto por la sociedad, así que se ven en secreto. Y por último destacar a su hermana Eloise (Claudia Jessie), quien representa ser un icono del movimiento feminista. Odia la idea de tener que ser presentada en sociedad y casarse, pues su sueño es estudiar y conocer mundo, acciones totalmente prohibidas para ella. Durante los capítulos vemos como para saciar su intranquilidad decide adquirir el papel de investigadora y se propone desenmascarar a Lady Whistledown, la persona que ha provocado tantos males en la ciudad.
En general todos los personajes de Los Bridgerton tienen algo que aportar, con personalidades marcadas y características, por lo que la serie está sin duda recibiendo el éxito que se merece.
