"La mort de Guillem" narra un suceso real, la muerte de un joven antifascista a manos de un grupo de neonazis en los 90, y de la tragedia que supuso para su familia. Hemos tenido la suerte de poder hablar con la actriz Gloria March, que encarna a la madre de la víctima.
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Pregunta: ¿Cómo se enfrenta una actriz como usted a esta etapa donde la protagonista es la incertidumbre?
Respuesta: Bueno, en esta profesión la protagonista siempre ha sido la incertidumbre. Ahora con la Covid-19 la gente ha sentido lo que sentimos nosotros, el no saber si trabajas el mes que viene o la próxima semana. Esto, que desgraciadamente la gente está sintiendo, los actores lo sentimos siempre. A no ser que seas de ese pequeño porcentaje en el que los actores están arriba, que lo tienen todo copado. No es tan raro enfrentarse a esta etapa.
P: ¿Qué tiene pensado para Navidad? ¿Cómo la celebrará?
R: Va a ser un poco light. Nosotros somos muy familiares, nos juntamos como treinta personas entre los primos, los hijos de los primos... Hay un día, el de reyes, en el que mi familia paterna es la vez en la que nos juntamos todos, he dicho treinta pero igual somos cuarenta personas. Eso no va a poder ser este año, una pena.
P: ¿Cómo se definiría Gloria March con tres palabras?
R: Es muy difícil pero me definiría alegre, crítica y reflexiva.
P: Si tuviese que participar en una serie, ¿cuál elegiría?
R: Veo muy pocas series. Me dan mucha rabia, las hacen muy bien y de repente aparezco yo un martes, en el que al día siguiente tengo que ir a trabajar y son las cuatro de la mañana, pero sigo viendo capítulo tras capítulo. La situación es de rabia. Tengo que decir que las típicas que todo el mundo habla bien de ellas no las he visto, tengo antes que ver cuántos capítulos tiene porque sé que en un día o dos me la voy a ver. Las grandes series esas como "Breaking Bad" no las he visto. Últimamente, he visto "Veneno" y "Antidisturbios". Esas dos series son increíbles, las recomiendo muchísimo.
P: ¿Cuáles diría que son sus hobbies?
R: Mis hobbies se mezclan con mi pasión por el trabajo. Me gusta mucho ir al teatro y al cine. Me gusta mucho leer también. Serían hobbies pre-covid. Echo muchísimo de menos ir a conciertos sin silla, en el que notas a la persona de al lado, echo de menos escuchar música en directo.
P: ¿Cómo lleva las redes sociales? ¿Las utiliza para promocionar su trabajo o como un diario personal?
R: A mí las redes sociales me dan mucho respeto. Soy licenciada en periodismo y tengo mucho cuidado con la información que doy. Soy cuidadosa con lo que digo o hago porque puede ser un arma de doble filo. Las redes están muy bien pero también hay que saber usarlas. Verás muy poca vida personal mía en redes, porque eso es como la plaza del pueblo. No se puede hacer un análisis real, abres el hilo pero estás limitado a algo, no fomenta el pensamiento o el ser crítico. Subes una imagen y empiezan a criticar. Si vieses mi Twitter, es un desastre, tengo como 300 seguidores. Yo lo tenía hecho pero no entraba negro, lo reabrí con el estreno de la película, para hacer publicidad de mi trabajo. Yo las utilizo para difundir mi trabajo, para ver el trabajo de los compañeros y para ver cosas que me interesan.
P: ¿En qué momento decide dedicarse a esto? ¿Cuál es su historia?
R: Pues yo creo que de pequeña quería ser actriz o algo relacionado con lo escénico. Pero todo esto te da apuro porque yo por ejemplo vengo de una familia que no es nada artista, que son trabajadores. Aunque tienen mucho respeto por el arte y la cultura, había como esa cosa que no se dice que está en el aire, lo de hacer algo de provecho. Entonces, eso estaba ya en mi cabeza: soy muy buena estudiante, soy muy curiosa, me gusta estudiar. Yo sería una estudiante eterna, ahora me pondría en historia del arte pero no me da la vida. Empecé haciendo teatro en el instituto a los catorce años y me encantó. Recuerdo los viernes a las cuatro de la tarde como algo divertidísimo, era volver a la infancia y jugar. De ahí ya no lo dejé, seguí en la universidad haciendo teatro amateur. Empecé con periodismo. Ya les dije en primero a mis padres que quería hacer arte dramático. Yo estudié periodismo y arte dramático a la vez, esto de la vida universitaria no sé lo que es. Yo iba con un bocadillo en el metro de una clase a otra corriendo. Ya ahí mis padres dijeron que me lo estaba currando, pero ponerte a trabajar es muy difícil. Hemos estado muchos años luchando por llegar a donde estoy hoy. Por eso, creo que desde pequeñita, me pongo a pensar y a los seis años ya estaba haciendo playback con un peine, cantando canciones de Mecano.
P: ¿Ha sido siempre su plan A o tenía otras cosas en mente?
R: He tenido otras cosas en mente, como el periodismo. Yo he ejercido como periodista y tengo una idea muy romántica del periodismo. La tenía, creo que por eso lo dejé porque sé que el mundo es de otra forma. Probablemente yo sea muy sensible para ser periodista. Yo me iba a casa muchos días llorando de cosas que me enteraba y no podíamos publicar. Por ejemplo, yo como valenciana a mí me pilló en una agencia de prensa en verano. Justo ese verano vino el Papa y a la vez hubo ese accidente de metro en Valencia. De repente era un verano aburrido, y tenía de primera mano un montón de noticias. En ese accidente de metro hubo muchas negligencias por parte de las instituciones, yo veía como mis jefas decían que no se publicaban algunas cosas. Yo me comía las uñas pensando en que no se iba a publicar todo lo que habíamos visto. Finalmente, me acabé yendo, estuve tres semanas. Creo que si no hubiese pasado ese accidente a día de hoy seguiría siendo periodista.
P: ¿Quiénes diría que son sus referentes?
R: Por ejemplo Ángela Molina me gusta mucho, como actriz y como mujer. Ya no solo como actrices en sus trabajos audiovisuales porque luego las ves hablar en prensa y te encantan. Tengo muchos referentes. Mira, Carlos Marques, a parte de ser amigo también es un referente. Es un pedazo de director, hace muy bien su trabajo.
P: ¿Se ha enfrentado a algo que no le haya gustado en esta profesión?
R: Es que como todas las profesiones tiene su parte buena y su parte negativa. A veces hay mucha tontería y yo me canso, soy actriz, no estoy aquí operando a corazón abierto. Hay veces que trabajar con ciertos egos es un poco cansado. Es un trabajo muy de equipo, y hay gente a la que le cuesta trabajar en equipo y se hace muy pesado. En general he trabajado con gente muy buena, a la que admiro.
P: ¿Qué diría que le queda por conseguir?
R: Tantas cosas y tantas cosas que ni me imagino. Todavía no me creo todo lo que está pasando con la película. Muchísimas cosas, quiero seguir haciendo mucho cine y teatro. Quiero investigar muchas cosas nuevas. Yo de Carmen Salvador, no me pensaba que iba a poder hacer ese trabajo. Estoy muy abierta, me encantaría hacer de mala, alguna comedia... me gustaría hacer muchas cosas que no he hecho.
P: Actualmente reside en Barcelona, ¿cree que allí hay más oportunidades de trabajo que en Madrid?
R: No, pero pasan varias cosas. En Madrid hay como tres veces más actores, también pasa porque es mucho más grande que Barcelona. Hay más industrias y productoras o lo que viene a ser una producción a nivel nacional. Me mude a Barcelona por un tema más teatral. Institucionalmente apoyo al teatro y a la creación, donde más hay es en Barcelona. Tampoco hay mucho, no es para ponernos a saltar. Pero en este país, lo que es el apoyo a la cultura y a la creación no hay mucho. Y lo que es la creación contemporánea teatral hay muy poca. En Barcelona sí que se da que hay pequeñas instituciones con pequeños festivales que te ayudan, te dan dinero para sacar tu propio proyecto adelante. En Madrid esto es muy difícil, encontrar un lugar público de ensayo es muy difícil, a parte de que hay mucha gente. No hay un programa para fomentar la creación, hay muy poco, es muy mísero. En Valencia, también hay poco pero en comparativa con otras ciudades.
P: ¿Le gustaría crear su propio proyecto?
R: De teatro sí, de hecho ya lo estoy haciendo. Pero me parece tan complicado hacer una película... Levantar un proyecto audiovisual me parece dificilísimo. Carlos Marques, que es un amante también del teatro, siempre le animaba a hacer teatro, pero me decía que era complicado. Pero lo que veo más complicado es mover estos presupuestos, tener en pie los diferentes departamentos. Lo veo muy complicado, en el cine de actriz ya llevo bastante. Igual en teatro sí, porque lo conozco a la perfección, pero en cine o series lo veo complicadísimo.
P: ¿Cree que los cortometrajes y teatro son importantes tanto para los actores que se encuentran inmersos en la carrera profesional como para los que están comenzando?
R: Yo aprendí mucho haciendo cortometrajes. Porque vale, tú eres actriz pero te dejan suelta, sales a la calle y ponte a rodar, eso es otra historia. O ponte a hacer una gira de cincuenta actuaciones. Ahí es donde aprendes realmente. Creo que es importante tanto para cineastas como para actores. A parte, contar una historia en un corto también tiene lo suyo. Hay cortos preciosos, yo no minimizaría la importancia de un cortometraje porque sea más corto. Aprendemos todos, desde el cámara, técnico, actores... Me parece que son importantes para todos. Es una forma más de expresarse.
P: ¿Cree que las plataformas en streaming benefician o perjudican a la cultura?
R: Creo que la benefician en cuanto exista más trabajo para todo el mundo. Por ejemplo el teatro en streaming me duele en el corazón, pero es verdad que cuando ya llevaba un mes sin ir al teatro me lo veía. El teatro es en directo, y lo suyo es vivirlo en el momento. Yo no tengo cuenta de Amazon ni creo que la tendré, no me gusta su forma de producción. No me gusta nada el imperio que se está creando porque va totalmente en contra con las condiciones laborales. En Netflix sí están los actores llegando a un acuerdo, porque todo es nuevo, igual que HBO. Pero Amazon, justo Amazon, no compro, es que me niego a que nadie me traiga nada a la puerta de mi casa cuando yo misma puedo ir a comprarlo. Si esa persona tuviese un buen sueldo, pues claro. Pero es como la esclavitud del siglo XXI. Yo me muero cuando veo a la gente de Glovo.
P: ¿Dónde la veremos en estos meses?
R: Pues en el teatro. En febrero retomamos si todo va bien una obra que ya estrenamos en Barcelona este verano, se llama "Réquiem Nocturn". Es una pieza en la que mezclamos danza y teatro. Poco más puedo contar, porque mucho premio y mucha peli pero el teléfono no ha sonado mucho.
P: ¿Por qué diría que tienen que ver este largometraje?
R: Porque habla de un episodio en Valencia, pero que puede ser en cualquier lugar de España. Creo que es muy importante de reconocer, es una película para pensarse mucho cómo vivimos actualmente. Tratamos un caso muy concreto, el de Guillem, pero es algo que desgraciadamente está en la actualidad, y es el fascismo en este país. Esto pasó en el año 1997, no hace mucho tiempo, ahí se ve la impunidad que siguen teniendo estos movimientos en nuestro país. Es que, desgraciadamente, está de actualidad la película.
P: ¿Cómo está siendo el feedback que está recibiendo?
R: Pues muy bueno. En Valencia esta película era muy necesaria porque muchos vivimos ese drama de forma indirecta. Yo no conocía personalmente a la familia, pero sí se creó una situación social muy violenta. Yo era una adolescente cuando pasó y tenía una sensación de miedo general. Entonces, esta peli ha sido muy importante, no solo como actriz sino como valenciana que soy. Es muy importante que se haya reconocido, tenemos que pensar en lo que hacemos. Nuestra transición es ejemplar, la democracia es ejemplar, pero luego ves cosas en la calle o vivencias y te quedas flipando. No son cosas muy normales el pegarle a una persona que lleva rastas o a una persona homosexual que va por la calle. Tendríamos que pensar cómo estamos viviendo, esta peli ayuda mucho a eso.
P: ¿Cómo es su personaje Carmen Salvador? ¿Ha sido algo diferente a lo que estaba acostumbrada?
R: Completamente. Carmen es madre de tres hijos, a uno se lo asesinan, ya partes de una realidad completamente ajena a la mía. Pero luego sí que teníamos cosas en común, las dos éramos valencianas, de la misma zona, hablamos igual... Había cosas que me recordaba mucho a mi abuela. Es un personaje completamente distante a mi, más de fondo no tanto, a lo mejor. Pero ella es madre, yo no. A veces mis amigos me preguntan cómo recreo algo que no he vivido, pues se hace con muchísima imaginación. Observas alrededor y te haces tu composición.
P: ¿Cómo fue el rodaje?
R: Fue muy intenso porque no hay planos relajados. La película empieza dos días antes del asesinato de Guillem, le dije a Pablo que esos eran los días que íbamos a disfrutar. Evidentemente, esas escenas de familia, todo lo demás era estar en un nivel emocional muy exigente. Ya no solo triste sino que tenías que hacer una evolución. Eso agota muchísimo, acabamos reventados. Tardé un mes y medio en recuperarme de esto, fui como dos veces al fisio y me decía que tenía el cuerpo engarrotado. He estado muchas horas en un estado que tampoco es natural, el cuerpo no te pide llorar. Es como que lo retenías en ocasiones, esa tensión. Cuando llevas diez días así, el día doce tu cuerpo te pide que pares. Tienes que estar todo el rato buscando estrategias para llegar a lo que la escena te pide. Para mí lo más difícil era cortar todo eso, porque puedes continuar la escena con la concentración, pero cuando te ibas a casa a veces costaba que me distanciara del personaje. Es una peli muy especial, nos ha atravesado a todos por completo.
P: ¿Cree que se ha contado la verdadera historia de Guillem?
R: Creo que con esta peli se ha conocido la verdadera historia de la familia de Guillem. Se ha centrado más en la familia, Guillem como personaje aparece dos minutos, se habla mucho de él pero no vemos su vida cuando era pequeño o adolescente. La película se llama "La muerte de Guillem", o sea lo que ello conlleva. A veces ves titulares sobre las familias, en esta película lo que hacemos es bajar una imagen a algo más cercano y cotidiano. Está centrada en los padres, aquí da igual de qué ideología seas o de dónde vengas, es el asesinato de un hijo. Eso es una barbaridad en cualquier parte del planeta. Es más saber cómo ha vivido esta familia tras la muerte de su hijo.
P: ¿Cómo se siente con todos estos premios que está recibiendo tras la película?
R: Pues me encuentro muy agradecida y contenta. Ha sido como un subidón inesperado tras este 2020 desastroso. Lo más bonito es que reconozcan el trabajo por esta película, quiero que se vea esta historia. Ojalá no tuviésemos que estar hablando de esto y la película no se hubiese hecho. Esto de los premios es muy relativo, pero cuando vienen acompañados de una historia de la que crees tanto pues se agradecen mucho. Eso también va a la historia, soy una cara pero detrás mía hay un equipazo, estos premios también son de ellos.
P: ¿Qué consejos le daría a alguien que quiera dedicarse a esto?
R: Paciencia, mucha paciencia y mucho trabajo. Un "no" no es el final es que van a venir muchos. Que tengan mucha paciencia y trabajen mucho. Si es "no" pues te haces tu propio trabajo tú mismo.