La familia Ruibal mantiene viva la música en el Teatro de las Cortes de San Fernando
Javier Ruibal durante el concierto en el Teatro de las Cortes de San Fernando //  Foto: Silvia Rueda Lozano

"¿Quién dice que la diversión empieza a las diez de la noche?", dice Javier Ruibal al comenzar su concierto de las doce del mediodía de un domingo del mes de noviembre. "Esto va a cambiar. Pronto pondrán los conciertos a las 7:45, para irnos al trabajo con alegría y a seguir produciendo", bromea con algún que otro chascarrillo sobre el hecho de que el toque de queda haya llevado este concierto al mediodía. 

Premio Goya 2020 a Mejor Canción Original, del que se lamenta "no haber tenido tiempo de pasear" a causa de la pandemia, Ruibal tiene la suerte, privilegio o el gran premio que conlleva sus décadas de trabajo y dedicación por la música, de cantar en tiempos de pandemia. Le canta a unos pocos, por desgracia. Admite que el Real Teatro de las Cortes, ese cuyo escenario ha recibido a grandes de su sector como Camarón de la Isla, le da sensación de solemnidad y le impone, pero que los asientos no lleguen ni al medio aforo, "le da pena". Confía aún así que 2021 traerá la normalidad con las vacunas y que salvará a uno de los sectores más dañados por esta crisis. 

Javier Ruibal | Foto: Silvia Rueda Lozano
Javier Ruibal | Foto: Silvia Rueda Lozano

 

Javier Ruibal | Foto: Silvia Rueda Lozano
Javier Ruibal | Foto: Silvia Rueda Lozano

A Ruibal el teatro le cuenta muchas historias, pero él le cuenta en este concierto cómo es la vida que él ha conocido y aprendido fuera de las aulas. "La Educación nos prepara para la vida laboral, pero no para la vida", reflexionaba minutos antes en su camerino. Por eso, este confinamiento le ha dado, como bien dice, para ponerse al día con las asignaturas. En estos conciertos bajo la marca familiar Ruibal, el cantautor trae la "Física Cuántica" o las Historias Antiguas en "Solo la dosis hace el veneno" con su voz y guitarra, que se hacen más vivas con la percusión de Javier Ruibal Jr. y el hipnótico taconeo y danzar de Lucía Ruibal. "Baila Lucía" le canta con un rasgueo de cuerdas que trae la paz y la armonía y resalta la belleza de sus movimientos. 

Lucía Ruibal | Foto: Silvia Rueda Lozano
Lucía Ruibal | Foto: Silvia Rueda Lozano
Lucía Ruibal | Foto: Silvia Rueda Lozano
Lucía Ruibal | Foto: Silvia Rueda Lozano

Javier Ruibal refleja el amor que le profesa a la música en cada canción. Tiene una vocación y una vida dedicada a ella que nunca le ha supuesto una obsesión. "Esto conlleva una perseverancia, más que una obsesión para llegar a vivir de la música. No hay que ponerse metas de "si en tal mes no he llegado a, sigo o lo dejo". Esto es vocación y hay que trabajarlo con perserverancia, no con obsesión". Y se nota que la música es su pasión, porque las pasiones hacen felices cuando son buenas. Y Javier Ruibal contagia esa felicidad y pasión sobre el escenario cuando deja que la música sea en toda su esencia.

Javier Ruibal Jr. y Lucía Ruibal| Foto: Silvia Rueda Lozano
Javier Ruibal Jr. y Lucía Ruibal| Foto: Silvia Rueda Lozano

Con una carrera a sus espaldas de trece discos, bajo los sones del flamenco, jazz, rock y todos los sonidos que le han ido inspirando, Javier Ruibal no se arrepiente de haber colgado la bata de médico hace años ahora que en estos tiempos qué tanta falta hacen: "No es que falten médicos, los hay, lo que no hay es dinero para ellos porque no hay voluntad política para ello", contaba en su camerino. Ya en el escenario le contaba al público que hubo un tiempo en el que acudía a las clases de medicina antes de decidir que su vida estaba en la música: "Yo iba para médico, pero me crucé con un bar en el que estaba cantando y la vocación se me fue para otro lado. Pero he tenido una recaída y he sacado una receta este confinamiento". ¿Y cuál es el remedio para los males según Ruibal? La "Música en vena", esa que el gaditano cocina a fuego lento y con la que da un chute en sus conciertos y devuelve la vida al espectador. 

La familia Ruibal | Foto: Silvia Rueda Lozano
La familia Ruibal | Foto: Silvia Rueda Lozano
Javier Ruibal y Lucía Ruibal| Foto: Silvia Rueda Lozano
Javier Ruibal y Lucía Ruibal| Foto: Silvia Rueda Lozano

En tiempos de pandemia, se hace muy extraño estar en un teatro. Y más si es para un concierto. Pero estos son los tiempos y hay que adaptarse al medio para sobrevivir. Ruibal, padre e hijos, se han sabido adaptar para seguir dándole vida a la música, la percusión y la danza y regalar un rato de pasión por la música a los pocos que pueden pisar en estos tiempos un teatro.

La familia Ruibal | Foto: Silvia Rueda Lozano
La familia Ruibal | Foto: Silvia Rueda Lozano
Javier Ruibal | Foto: Silvia Rueda Lozano
Javier Ruibal | Foto: Silvia Rueda Lozano

 

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