Nourdin Batán es un actor muy joven que empezó su trayectoria en el año 2018, debutando en el filme “Todos lo saben” de Asghar Farhadi. En 2019, inicia las grabaciones de “HIT”, serie estrenada el pasado septiembre en La1. Y también, da vida a Jaime en “30 monedas”, película dirigida por Álex de la Iglesia. A pesar de su corta experiencia, es un actor muy prometedor con proyectos muy interesantes que crea mucha expectación en cuanto a su futuro actoral.
P: En primer lugar, me gustaría conocer cómo empezó todo. ¿Siempre le había interesado esta rama artística? ¿Y cómo ha sido hasta ahora?
R: No fue tanto de levantarme y decir quiero ser actor. Sino que de niño me gustaba hacer el payaso, a lo mejor grabábamos cosas con el móvil y yo disfrutaba mucho esa parte. Lo veía como un juego, una cosa que hacíamos de niños y me gustaba, y allí fue cuando empecé a darme cuenta de que esas cosas me tiraban un poco. Pero no fue algo revelador de un día me levanto y quiero ser actor.
P: Desde el momento en el que recibe un guion, ¿cómo suele conectar con el personaje?
R: Yo es que parto de la base que realmente los personajes, casi siempre, parten de uno mismo. No son ideas, ni cosas que están ahí y lo creas y ya está. Sino que tienen que salir de uno mismo y son partes tuyas que tu compartes con el público. Ya luego que el espectador se imagine. El personaje más allá, lejos de una forma de caminar, hablar y tal, para mí lo trabajo muy desde dentro. Desde que parte toca: texto, lo que queramos contar aquí, y en función de eso me monto mi paranoia y intento que el espectador vea un personaje que no me vea a mí como persona. Y que un personaje también es una persona, así que un poquito es siempre saliendo de uno mismo, que haya algo te yo distintivo.
P: ¿Ha habido algún personaje del que te haya costado desenlazarte?
R: Pues no tanto, pero, por ejemplo, en “HIT” cuando rodábamos muchos días y era muy intenso, si que había veces que las formas, un poco de decir jolín es que no sé si estoy hablando yo. Al final es una línea súper fina la que ya llevas meses trabajando y entras al rollo súper rápido, pero si que a veces decía a ver que ha pasado aquí. Pero se suele diferenciar mucho.
P: Ha estado en toda clase de medios: cine, televisión, cortometrajes. ¿Daría el paso al teatro?
R: Nunca, y me encantaría. Es más, hace poco me lo preguntaron y es que me fliparía. Es una de las cosas que tengo pendientes y ojalá tener la oportunidad de hacer teatro, seguro que lo disfruto mucho.
P: El pasado 21 de septiembre se estrenó “HIT” en La1. Una serie que había creado mucha expectación en redes sociales y está teniendo un buen recibimiento. ¿Ya conocía el desarrollo de su personaje o más bien fue simultáneo según rodabais?
R: Al principio nos dieron 5 capítulos al empezar a ensayar, y los demás se iban escribiendo sobre la marcha. Los guionistas tenían una idea, por supuesto, pero había modificaciones, esto lo querían pulir así, darle una vuelta, súper minucioso todo. Y al final nosotros íbamos rodando y nos llegaban los guiones, era guay porque tampoco anticipas nada.
P: ¿Cómo llego esta oportunidad?
R: Fue un proceso de casting bastante largo. Recuerdo que lo hicimos en verano, yo estaba rodando otra serie y hice ese casting. Paso un mes y medio o dos, hice otra prueba en la que estaba Joaquín Oristrell, y con esa ya pasaron otros dos meses hasta que llamaron y me dijeron que el papel era para mí. Pero fue un proceso largo.
P: Sois un reparto muy joven, lleno de caras nuevas. Hace unas semanas entrevistábamos a Leticia Torres y Rebeca Sala, y nos contaban como era trabajar con actores tan jóvenes y con perfiles distintos. ¿Al ser un cast tan cercano de edad, ha sido una experiencia distinta?
R: Fíjate que si que ha habido algo que no es tan evidente. Soy el mayor de todos y soy un niñato, ósea imagínate si los demás son todos unos niños. Pero son todos tan profesionales se toman súper en serio su trabajo, había algo de mucha ilusión primer proyecto, un primer amor todos disfrutando todo y querer hacerlo lo mejor posible y que nada salga mal. Eso era muy bonito de ver, sobre todo gente que ya habíamos trabajado antes, ves algo que para mí nunca hay que perder tengas, 20, 40 o 50, eso no hay que perderlo nunca en ese trabajo. Pero al final no había tantas diferencias a nivel de trabajo, todo muy serio, preguntado las cosas que no sabíamos hacer, un equipo tanto técnico como artístico muy guay, y se formó una pequeña familia.
P: Lo más curioso de esta serie es la manera que tiene de contar los hechos. En primer lugar, trata un tema que hace mucho tiempo está abierto en debate: la educación. Y la manera que tiene de narrar la historia, una vía directa y para nada “dulce”, hace que el espectador empatice y profundice en el mensaje. ¿Qué cree que pueda tener esta serie que otras juveniles no compartan?
R: Pues hombre realmente, creo que “HIT” si algo tiene es que es muy crudo. Creo que es realista, cosa que parece muy obvia y evidente, pero no es tanto. Es una serie muy realista que te muestra una serie de problemáticas que tienen los adolescentes sin ningún tipo de tapujos, te expone temas de adicción, abuso, te pone problemas de autoestima, autolesión, drogas, todo, absolutamente todo lo que rodea al mundo adolescente. Y el adulto también, porque hay un paso muy pequeño de adolescente adulto, y lo pone en debate, lo enseña.
Mostrar las costuras, la debilidad, y una vez aceptas esas debilidades y problemas, ya si que se pueden transformar. Pero intentar obviarlos y negarlos, y hacer como que no existen, es un problema más grande aún. Y eso es lo que hace para mí que “HIT” sea distinto, con un mensaje, una esencia, labor social, educativa, de poner en la mesa de debate esta serie de problemáticas.
P: Y si una vez retransmitidos todos los capítulos, una plataforma de streaming decidiese añadir “HIT” a su catálogo, ¿cree que llegaría a más público? ¿o el hecho que sea semanal y por canales tradicionales la hacen aún más especial?
R: Creo que sí, porque al final en gente de nuestra edad el ver la tele era algo obsoleto. Ves la tele y dices es que yo la ponía para ver las noticias y ver Cuarto Milenio. Era un poco raro volver a sentarte delante la tele cada lunes a ver un capítulo, que al final se ha conseguido. Creo que una de las cosas que ha podido hacer “HIT”, que hay que poner en valor, es esto. El poder sentar a la familia, a la gente, enfrente de la tele y que se esperen cada lunes un capítulo nuevo.
Pero las plataformas lo que si que tienen es que llegan a muchísima más gente. Negarlo es una tontería, lo hemos visto en un montón de series: salían en la tele y no tenían ningún tipo de repercusión, llegaban a una plataforma y lo petaban a nivel mundial. Y “HIT” siendo una serie de un público tan amplio, desde adolescente a uno de mayor edad, haría más cómoda la visualización.
P: ¿Cree que, si tiene un mayor alcance, se empiecen a replantear, de verdad, los problemas que se plantean? ¿Hay algo que aún no se haya tratado/emitido en la serie del que le gustaría hablar?
R: Es que yo creo que el problema, personalmente, que más me toca en el sistema educativo o el que he visto realmente, era el tema de todo muy robotizado, jerárquico. El ver al profesor como si fuera una especie de oráculo con conocimiento infinito que está por encima de ti. Creo que eso es del siglo pasado, me acuerdo de que me tocaba mucho un profesor que tuve de filosofía se llamaba José María, no sé donde puede estar, pero un abrazo aquí donde esté.
Era un tío que en mitad de un examen se ponía a hablar de que iba a comer un cocido que su mujer le había dejado y que se había llevado la tele. Y eso, me hacía sentir una cercanía con este profesor que me interesaba mucho más su asignatura.
Se ponía a hablar del materialismo histórico de Marx y mientras tanto te hablaba de su mujer, te contaba su vida y te hablaba de fútbol. Y era como es que es una persona, no es un ser extraño. Y algo tan importante como la educación, que a veces esté tan focalizada como 30 alumnos por clase, como un regimiento militar que llega el profe y todo el mundo se calla. Y venga ejercicio número dos, página tal como borregos, creo que no tiene ningún tipo de eficacia. Y lo vemos en fracaso escolar, falta de solvencia laboral, en un montón de aspectos que se ven reflejados.
A mi me encantaría que al menos esto diese, porque cambiar es muy difícil, hay que legislar, hacer política y eso es meterse en fregados muy heavies. Pero a mi me gustaría al menos que dé por reflexión, hay gente que me escribe y me dice estamos viendo “HIT” desde mi centro educativo, y digo que guay poder contribuir, aunque sea de esa manera. Poniendo un mundo ficticio muy parecido a la vida real, y que se puedan ver reflejadas ciertas problemáticas: se visibilicen y se traten.
P: “HIT” supone una vuelta al instituto, desde otra retrospectiva ¿cómo era el Nourdin de 16-18 años? ¿Hay alguna semejanza entre el personaje y tú?
R: A veces leía cosas de alguna escena y decía uy, cuidado. Nourdin de “HIT” es un personaje, ya no tanto a estas alturas de la serie, pero ves a un chico que responde con ira, con rabia, es una chuleta, un macarra, le da igual todo. Hombre yo creo que, en esa parte, todos la tenemos en mayor o menor medida. Lo que pasa es que alguno la vivimos más o menos. A veces decía, esto es un regalo voy a dar rienda suelta a mi macarrería. Sí que hay veces que te sientes identificado de alguna manera, lo que pasa es que en el mundo real te comportas de una manera y en el ficticio cuando dicen acción te puedes comportar de otra, lo que te pida el guionista porque no hay consecuencias. Era muy divertido el aplicar eso como si fuera en una sociedad en la que no hubiera consecuencias, como nos comportaríamos todos, algo tan primitivo e instintivo como es la rabia, la agresividad que todo el mundo tiene. Pero como sociedad tenemos que intentar poner límites.
P: Dentro de poco se estrena “30 monedas” de Álex de la Iglesia. Filme en el que ha podido participar. ¿Qué nos puede contar?
R: Pues mira fíjate que en “30 monedas” éramos más de 100 actores, está todo el panorama español. Y Jaime al final mi personaje es un chaval de un pueblo de las afueras de Segovia, que tiene sus amigos, tranquilo y hace su vida normal hasta que en el pueblo empiezan a pasar cosas raras. Es Álex de la Iglesia en estado puro. Pasan cosas que dices ¡uy! y te meten un poco en la trama. Pero realmente es un personaje totalmente distinto a Nourdin. Es una cosa mucho más serena, un chaval de pueblo, no tiene nada que ver. Ni siquiera físicamente, salgo súper cambiado.
Y fue un proceso de rodaje, sobre todo, muy divertido. En “30 monedas” me he divertido lo más grande. Rodando terror, puro y duro, Álex de la Iglesia, que eso era un sueño poder trabajar con él. Y poder aportar un pequeño grano de arena dentro que es un proyecto internacional con lo mejor de lo mejor del país, gente que he admirado toda mi vida, que he crecido viéndolos, y poder estar ahí aportando tu pequeño grano de arena, hombre para mí era un niño.
P: Supongo que dualidades en dos proyectos como “HIT” y “30 monedas” con papeles tan distintos dan este juego tan contrastado que mencionaba antes en la actuación.
R: Esto es así un poco. Es gracioso porque hace poco hablaba con la directora de casting de “HIT” y me decía Nourdin eres un trozo de pan, pero puedes hacer un tío muy hijo de puta. Uno de los miedos que tenía con Nourdin era que se llamaba igual que yo, y pensaba que igual la gente se creería que yo soy de esa manera. Y eso como actor, creo que lo que más funciona es lo que más se aleja de ti. Porque lo aceptas y es algo que no lo haces en tu vida normal, y por eso siempre si tienes que hacer de un tío que es súper homófobo, muchas veces funciona el contraste con un actor que es homosexual, que sabe realmente donde están los puntos.
Es fundamental el poder hacer personajes muy diferentes, incluso si físicamente no se parecen en nada. Me acuerdo en “30 monedas” estoy súper rapado por los lados, con mucho pelo por el medio, y luego en “HIT” pedí que me raparan un poco la cabeza porque tenía los rizos y parecía que venía de surfear por ahí. Físicamente siempre me gusta que haya cambios de personaje en personaje, aunque sea de look un poco. Lo que pasa es que los chicos tenemos un poco más de facilidad a la hora de cortar, poner, etc. El pelo era fundamental.
Una cosa que quiero pelear con uñas y diente es que no se llame actores árabes solo para hacer árabes. Por ejemplo, yo me llamo Nourdin, soy un chaval que mi padre es marroquí, pero mi madre es española, nació en Madrid, llevo toda la vivida viviendo en Carabanchel, y no entiendo por qué aún hay eso de encasillar. En “30 monedas” soy Jaime y soy un chaval de Pedraza, no soy marroquí, no tengo ningún tipo de acento. No sé por qué realmente hay que seguir empeñados en que los actores árabes solo pueden hacer de árabes, los actores negros solo de negros, como si la vida fuera así. No hubiera una mezcla. Y esto creo que me gustaría que mi carrera se fuera por puntos en los que pueda hacer personajes de cualquier tipo, procedencia, ida de olla que tengan en su cabeza y poder dar todo.
P: Más allá de la actuación, ¿tiene alguna afición relacionada con el arte?
R: Pues me gustaba mucho rapear, antes rapeaba mucho ahora ya no tanto. Pero a nivel muy de colegeo y si que hay una inquietud de música de escribir, expresarse. Lo que pasa es que me tira más el freestyle, no sé escribir, soy un desastre escribiendo, sino sacaría canciones. Y me gustaba mucho el rap, creo que es una manera de transmitir preciosa. Lo que pasa es que lo tengo un poco en standby y cuando estoy con colegas si que rapeamos un poco, pero nada más.
Y realmente artístico es que me gustaba mucho dibujar de niño, pero se me da fatal. Siempre he tenido inquietudes artísticas, pero me he ido para la interpretación que englobaba un poco todo tipo de cosas.
Y luego el deporte, boxeaba hace tiempo, a nivel de combate, y había muchos paralelismos. Parece un poco tontería, pero había mucho paralelismo de estar en un ring con un tío, lejos de que son dos tíos pegándose, hay una cosa de ver quien está más presente, el que más se lo ha preparado, y estás delante de una gente, estás expuesto. De alguna manera es el estar ahí, estar vivo, el acción-reacción, que para mí es la interpretación.
P: ¿Qué pregunta le hubiera gustado que le hiciesen en algún momento ya sea en la entrevista, o en cualquier otro momento?
R: Realmente no sabría decirte, a veces creo que mediáticamente se nos da mucho bombo a los actores porque al final somos la imagen. Pero esto es un poco populismo barato, pero poner un poco en valor el trabajo que hay detrás. Tanto de guionistas, todos, desde el eléctrico a la gente de sonido, cámara, director, script, etc. Realmente si que es verdad que las preguntas van a nosotros que somos la cara, pero sobre todo hay veces que me gustaría poner en valor, ya para cerrar, el gran trabajo que es impagable. Porque nosotros llegamos al set y está todo preparado, esa gente se ha levantado dos horas antes que nosotros, cobrando la mitad, y a veces no se le da el valor que tienen. Y en esta situación tan terrible del covid, ojalá no se olvide el equipo técnico de las series y obras de teatro que están siempre y sin ellos no sería posible esto.