Entrevista. Pablo Maqueda: "La película me ha hecho aprender a disfrutar el camino, no la meta"
Montaje: Paula Rodríguez

En Cine Vavel hemos tenido la oportunidad de entrevistar al director Pablo Maqueda con motivo del estreno de su película, "Dear Werner: Walking on cinema" en el Festival de Sevilla. En ella, Maqueda homenaje a su artista favorito, Werner Herzog, convirtiéndose en el personaje de uno de sus libros y emprendiendo un insólito viaje lleno de imprevistos y maravillosas sorpresas. 

P: ¿Qué ha significado la obra cinematográfica del cineasta Werner Herzog para su carrera?

R: Para mi es un cineasta muy importante, me enseñó lo que era el concepto de cine de autor, no a través de la puesta en escena sino a través de los rasgos más emocionales de los personajes y de la trama. Sus películas son muy eclécticas, muy diferentes unas de otras, pero sí que es verdad que en todas puedes entrever ese espíritu de conquista, la aventura, todos esos sentimientos… resultado de intentar filmar lo no filmado. En ese sentido Herzog siempre ha sido un referente y un espejo en el que me he querido mirar cuando he querido inspirarme o salir de la zona de confort.

Imagen de la película / Fuente: Caimán Cuadernos de Cine
Imagen de la película / Fuente: Caimán Cuadernos de Cine

P: ¿Cómo se le ocurrió la idea de dejar los convencionalismos de rodar una película y lanzarse sin presupuesto solo usted y un par de cámaras a un viaje tan arriesgado?

R: Pues fue el deseo de hacer cine por el simple y puro placer de hacerlo. Llevaba muchos años pensando en el cine en clave más de desarrollo, de largometraje, cómo conseguir vender las películas, cómo conseguir la financiación adecuada para poder rodarlas… Quería reencontrarme con esa faceta mía de director únicamente pensando en cómo sacar lo mejor de mí a la hora de crear imágenes, no a la hora de construirlas para luego rodarlas en un futuro. Por eso la idea del camino era muy bonita, seguir sus huellas, seguir sus pasos. La película no la hice para intentar llegar a este festival, ni para estrenarla en cines, que ahora el veinte de noviembre que llega a las salas. La hice para disfrutar del proceso, para disfrutar del camino dado y poder admirar paisajes como los que propone Herzog en el libro. También para rendir tributo a un cineasta que admiro. 

P: ¿Qué esperaba exactamente de ese viaje?

R: Pues fui con una mirada muy abierta a la improvisación y nada interesada en controlar el proceso. Quería que el azar pudiera dar los primeros pasos. En ese sentido la película me ha hecho aprender a disfrutar el camino, no la meta. Como digo en la película, no importa ir el primero o el último, lo único que importa es seguir caminando. Armé un itinerario y las paradas en las que yo quería detener mi mirada, tratando de sacar esa lista de ciudades y pueblos que nombra Herzog en su libro, aunque fue difícil porque él es críptico en su prosa, no es un libro de viajes. 

Pero también fui muy abierto a la improvisación, por ejemplo esa cascada de treinta metros de altura que yo me encuentro cuando voy caminando en mitad de la selva negra alemana fue algo casual. Poder plantarme ante ello y decidir cómo voy a rodarlo fue una experiencia que como director me ha marcado y sí que me gustaría seguir haciendo películas en clave más íntima e ir cambiando de perspectiva. Hay veces que un proyecto es más grande y otras veces que pide una carta como esta, más pequeña. 

Pero el cine es tener esa mirada abierta, no todos son grandes presupuestos, también podemos grabar por el amor por la imagen con un móvil, por ejemplo. Por eso movimientos como “Mumblecore” en Estados Unidos me han inspirado mucho para poder contar con una cámara digital y poco más. Pero no es nada nuevo, yo venía haciéndolo desde los sesenta. Es echar una mirada al pasado, ver la gente que te ha influenciado y seguir sus pasos. 

Preparativos del viaje / Fuente: Festival de Sevilla
Preparativos del viaje / Fuente: Festival de Sevilla

P: ¿Cuáles han sido las complicaciones formales de grabación que han ocurrido durante el trayecto de la película? Imagino que más de alguna toma habrá surgido de forma imprevista

R: Las complicaciones han sido que obviamente estoy solo. Entonces al ir solo tienes que verte obligado a ser tu técnico de sonido, tu director de fotografía... a esperar durante horas como si fueras un documentalista de naturaleza a que llegue una luz adecuada, más este documental donde la naturaleza es tan importante. Estar persiguiendo un animal, un caballo salvaje para poder captar el mejor plano. Son experiencias que me han marcado a la hora de ver este proyecto como era, una aventura. 

P: Se podría decir que la motivación del viaje, más que un tributo a Werner es también un acto de reflexión personal, ¿no? ¿Qué cosas ha aprendido de ese viaje en soledad?

R: Pues he aprendido que cuando te enfrentas a un proceso de creación, en mi caso como es el cine, cuanta más impronta haya en las imágenes sobre ti mismo, más verdad hay. Una cosa muy bonita que me está diciendo la gente que está pudiendo ver la película, es que es muy mía, que la ven como un autorretrato. Es algo que yo no planteé al principio, para mi era una carta de amor a un cineasta que admiro, pero a medida que iba caminando iba armando mis propias reflexiones. 

Para mi ha sido importante que esta película no fuera un mero homenaje estético y referencial de planos que admiro de Werner Herzog, no, Werner es una excusa, es el leit motiv, para luego hablar de mi y hablar también de la historia del cine. Por eso la película tiene su propio arco de transformación, arrancamos con Werner, lo concreto y acabamos con Lotte Eisner, que es la historia del cine, el cine en general. El subtítulo de la película, “Walking on cinema”, también incide en ello pues es el hielo para Werner, es el concepto de cine tan quebradizo, cada vez más difuso. Duraciones, formatos.. ¿las series son cine?, ¿un video de youtube es cine? Pues en mi opinión creo que sí, tenemos que romper convencionalismos, si nos guiamos por la definición básica y clásica, serían veinticinco imágenes por segundo. 

Ese es el homenaje que yo he querido hacer, de Werner hablar de la historia del cine, de Henri Langlois, de Agnès Varda, de la Cinemateca, de la Nouvelle vague… Es el homenaje que yo he hecho al séptimo arte. 

Pablo Maqueda en el Festival de Sevilla
Pablo Maqueda en el Festival de Sevilla

P: El propio cineasta Werner Herzog participa narrando algunos fragmentos de su libro para la película, ¿cómo fue contactar con él para que participara en su película?

R: Pues fue muy emocionante el poder enviarle una carta... cuando yo le escribí, no pensaba que iba a llegar a su destinatario. Sin embargo, fue muy emocionante que él la acogiera con tanto interés, que nos haya apoyado generosamente. Le estamos muy agradecidos de que haya interpretado para la película los fragmentos del libro con ese inglés característico, con esa voz que para mi es como si fuera la voz de dios. 

P: ¿Qué le pareció la idea? ¿Le dio algunos consejos?

R: Sí, él me animó a que no tuviera miedo de hablar de mi, que las partes que más le habían gustado eran las partes en las que yo dejaba entrever mis pesares, mis frustraciones...como es la parte de la cueva por ejemplo. Yo soy un director que siempre he intentado no exponerme delante de mis personajes, crear mundos y universos lo más alejados posibles de mi. Pero me he dado cuenta durante este proceso del hecho de poder transmitir mis experiencias a través de la cámara, me ha cambiado como cineasta y me he animado a que las próximas películas puedan mis personajes hablar un poco a través de mi. 

P: Fue un viaje muy largo y solitario. ¿Cuál fue el momento más duro del viaje? 

R: En algunos momentos dudas sobre si merecerá la pena el esfuerzo, sobre si cuando regrese a España y tenga ante mí todos los brutos de cámara podré ser capaz de generar algo con un mínimo sentido, o regresaré con un cuaderno de notas sin orden ni concierto. 

Luego a nivel físico un día que caminé setenta kilómetros sin parar, dieciséis horas. Todo por el placer de llevar un poco el cuerpo al límite, porque como Werner lo había hecho también en el libro quería experimentarlo, quería convertirme en uno de sus personajes. Llevar un poco esa locura al extremo y ver si el cuerpo era capaz de llegar a esas cotas que el libro planteaba. 

Imagen del viaje / Fuente: Festival de Sevilla
Imagen del viaje / Fuente: Festival de Sevilla

P: ¿Qué espera que sienta el público al ver la película? 

R: Pues me encantaría que el público pueda viajar a través del camino que plantea la película, sobre todo en este momento que se nos priva de poder salir de nuestras ciudades. Por eso yo la hice de manera muy sensorial y cada vez más convencido durante el confinamiento, cuando montaba la película, del hecho de que esta película puede ayudar a la gente a poder caminar conmigo desde una óptica muy subjetiva. Por eso también decidí rodar la película en plano subjetivo, un poco a la manera de Dziga Vértov y todas las vanguardias rusas, una mirada al cine clásico desde otra perspectiva más cercana a la puesta en escena. Mucha gente ahora me está diciendo que le recuerda a los géneros del walking simulator, el caminar sobre prados, en mi caso la referencia era más cinematográfica, no era tan videojueguil. Pero sí es verdad lo bien que está siendo acogida la película y las impresiones que me están diciendo los espectadores es que les hace viajar. 

P: ¿Qué proyectos tiene en mente para el futuro? ¿Seguirá el camino del cine industrial/convencional o repetirá haciendo alguna película más espontánea?

R: Me gustaría alternar ambas. Mi próxima película se rueda ya el verano que viene, es una industrial, con vocación de gran público, con más de un millón de euros de presupuesto… adaptación de la obra teatral “Grooming” de Paco Bezerra con Manolo Solo y Laia Manzanares, un thriller. Pero no renunciaré a hacer películas como yo siempre he hecho, seguir en contacto con mis orígenes y mis inicios. El low cost en mi caso no viene asociado por una economía de medios, sino por una pulsión creativa y por una necesidad de contar historias sin las esperas largas de los desarrollos de financiación. Me gustaría seguir trabajando en esa línea como otros cineastas que admiro, Richard Linklater por ejemplo, que es capaz de alternar grandes producciones con producciones más íntimas. Sí, es una vía que me gustaría seguir trabajando. 

 

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