Alexandra Pino es una de las protagonistas de 'Caminantes', primera ficción original de ORANGE España, con dirección de Koldo Serra que se ha convertido en la primera apuesta de la plataforma en el género de terror. Ha participado además en los rodajes de 'Madres' y 'Sé quien eres'.
Pregunta: ¿Qué estaba haciendo usted cuando decretaron el Estado de Alarma? ¿Trastocó alguno de sus planes profesionales?
Alexandra: Pues sí, trastocó mucho porque yo estaba en Madrid, no estaba grabando ya ni nada, pero fue justo cuando se iba a estrenar caminantes. El evento iba a ser en un principio presencial pero no se pudo celebrar y tuvo que ser online. Estuvo bien pero me hubiera gustado más vivirlo de manera presencial
P: Me gustaría hablar un poco sobre sus inicios en la interpretación porque según tengo entendido empezó usted muy joven, ¿cómo empezó su carrera interpretativa?
A: Pues yo empecé de muy pequeña, estudié en Barcelona actuación, canto y baile, porque además estuve en una escuela de comedia musical. En cuanto cumplí los 17 me mudé a Madrid donde comencé a estudiar en la escuela de Cristina Rota.
A mí ahora me encantaría hacer comedia musical pero considero que hay gente que canta y baila mucho mejor. Además yo creo que me he especializado más en el teatro y el cine.
P: ¿Cómo recuerda su primera experiencia frente a una cámara?
A: La primera experiencia estuvo llena de nervios, a pesar de que intenté que no se me notaran. Recuerdo que estaba repitiendo las frases en mi cabeza todo el tiempo para que no se me olvidara nada y parecer más profesional. En cuanto empecé a grabar todo cambió y fue genial, los nervios se me bajaron y me pude enamorar un poco más de la profesión.
P: ¿Qué es lo que más le gusta de la profesión?
A: Sobre todo la gente, con la que compartes muchos momentos. Me encanta contar historias y adentrarme en cada personaje. A mí como espectadora, me encanta ver series y películas, porque me permite sentir a todo el equipo que hay detrás, que trabajan de la mano para conseguir el mejor resultado.
P: Para todo el que todavía no haya podido ver 'Caminantes', ¿Podría contarnos de qué trata?
A: No quiero hacer spoilers, pero 'Caminantes' va de 5 amigos que se van a hacer el Camino de Santiago y se les tuercen las cosas. Recomiendo verla porque se puede ver que lo pasan muy mal. Es una serie de terror, obviamente, pero tiene un aire a ‘Las brujas de Blair’. Está contada por los cinco protagonistas desde sus propios móviles y se graba todo lo que les sucede desde sus perspectivas, entonces es muy real, muy inmersivo. Es una experiencia diferente a otro tipo de series de terror que se puedan ver. Se ve todo de cerca, es casi como si te estuviera pasando a ti.
P: ¿Quién es usted en la serie?
A: Pues yo soy Andrea, Andy. Soy una de los cinco amigos que hace el Camino, una de las chicas que lo pasan mal. Mi personaje es muy fuerte, que tiene que proteger a su hermano pequeño y que comparte camino también con su novio y su mejor amiga. Andy se caracteriza principalmente porque es muy protectora con su hermano, un también poco líder porque tiene que ser estratega para proteger al hermano y saber qué hacer para salir de esa complicada situación.
"Grabábamos con los móviles y con Koldo pegado a nosotros."
P: ¿Habías visto antes ‘Las brujas de Blair’?
A: La había visto hace muchísimo tiempo pero no me acordaba a penas de la historia. La volví a ver ahora para preparar la serie y me quedé flipando. Yo pensaba “uy, ¿cómo voy a hacer esto yo?” Me pareció espectacular y auténtica.
P: ¿Cómo ha sido rodar con smartphones?
A: Fue una experiencia increíble. Es cierto que estamos acostumbrados a trabajar diariamente con móviles, pero cuando te dicen que vas a rodar con ellos cambia la cosa. En teoría íbamos a grabarlo nosotros los actores, y tuvimos una semana para ensayar allí en Bilbao con el director, Koldo Serra. Sin embargo, mientras ensayábamos, se dio cuenta de que si lo grabábamos así iba a ser muy difícil. Todo lo que se pudo evitar que nosotros grabásemos solos, se hizo con el director a nuestro lado. Se pegaba a nosotros y nos iba guiando.
Además no es que estuviéramos rodando en una mesa no, es que nos tirábamos por el monte colina abajo, con el director, saltando, arrastrándote por los helechos… Una salvajada de experiencia.
P: ¿Cómo definiría el terror que podemos ver en 'Caminantes'?
A: Es un terror que definiría como frenético. No es tanto de susto, sino es más sentir la presión en el pecho y en el estómago. Es como que todo es estremecedor. A nosotros Koldo nos había recomendado ver ‘Hereditary’, y aunque a mí me gustan las películas de terror, soy una cagada de las que las ve con la sábana sobre los ojos.
P: ¿Le recomendaría a la gente que se viera 'Caminantes'?
A: ¡Por supuesto! Es una serie diferente, muy rápida, que no para. Empiezas a verla y la consumes entera. Además lo hemos dado todo todo el equipo y la hemos hecho con mucho cariño.
P: ¿Cómo se preparó el personaje de Andy?
A: Me preparé mucho las circunstancias imaginando qué haría yo en esa situación, porque es algo muy extremo que espero que no le pase a nadie. Te tienes que imaginar mucho todo el rato. Me preparé sobre todo mucho en base a la relación con mi hermano y este instinto de protección. Para ello me imaginé a mi madre conmigo para que me saliera natural ese instinto.
P: También ha trabajado en ‘Sé quién eres’ y en ‘Madres’, ¿cómo recuerda esos rodajes?
A: Todos son experiencias únicas porque llegas uno o dos días al plató y ya está todo empezado porque solo vas a hacer unas cuantas sesiones y te adaptas como puedes. Poder trabajar con directores y actores increíbles de la profesión es increíble. Siempre disfruto e intento aprender lo máximo de mis compañeros, es muy enriquecedor
P: ¿Qué diferencias encuentra con ‘Caminantes’?
A: A parte de la obviedad del teléfono móvil, en ‘caminantes’ la mayor parte de los planos eran planos secuencia. Entonces claro, era empezar a rodar y no parar hasta que acabase la secuencia. Es algo que tiene que salir bien, porque a la mínima que uno esté descoordinado y falle de alguna manera, se tiene que parar y volver a repetir. Es quizás un acercamiento al teatro, con esa presión de que tiene que salir. Se vive diferente. Además, no tienes que hacer planos cortos ni contraplanos. Era muy divertido y además rodamos en el campo, era precioso.
P: ¿Qué próximos proyectos tiene?
A: Pues estoy escribiendo un guión junto a una amiga mía actriz y poeta, Alejandra Martínez de Miguel. Hemos aprovechado el tiempo de coronavirus, porque la empezamos con la primera cuarentena, y estamos escribiendo una obra de teatro. Trata sobre la realidad de las mujeres, contada desde la perspectiva de dos mujeres jóvenes actrices que además son amigas. A ver cómo saldrá.
P: ¿Quiénes son sus referentes en la interpretación?
A: Pues igual suena un poco tópico pero Meryl Streep. Es súper típico, pero la forma de actuar de esa mujer y su sensibilidad, ¿cómo no va a ser un referente? Luego de manera nacional me encanta Candela Peña. Me flipa ya no solo como actriz, sino también su personalidad, que se ve en todo lo que hace.
P: Si hubiera tenido la oportunidad, ¿en qué serie o película española de todos los tiempos le hubiera gustado trabajar?
A: Pues mira, a mí siempre me ha encantado la película de ‘Troya’. Desde pequeñita siempre me ha encantado pero yo sería Aquiles, cosa que sería un poco rara, pero me encantaría.
P: Así que para terminar, ¿cómo ve el futuro del teatro y la cultura españolas con el tema del coronavirus?
A: Son malos tiempos en general para todos los sectores y creo que la cultura ayuda. Durante el confinamiento las series sin duda nos ayudaron a pasarlo mejor y a estar en casa mucho más entretenidos, y creo que la cultura es importantísima. Ahora es un buen tiempo para las series, donde se están consumiendo mucho, así que me gustaría mirar por el lado optimista nuestra profesión, incluso podría creer que es la época de oro de las series. Quiero ver que seguimos consumiendo cultura porque al final si solo pensamos “coronavirus, coronavirus” nos comen nuestros pensamientos. Ojalá pudiéramos centrarnos en hacer más cultura y salir adelante de alguna manera. La cultura no muere, no puede morir.