En un año de lo más complicado para la industria del cine, son las propuestas nacionales las que están salvando los muebles de la taquilla española. Si "Padre no hay más que uno 2: La llegada de la suegra" se convirtió en la salvación del verano y, hace unas semanas, "No matarás" se estrenó siendo la película más vista del fin de semana, ahora le toca el turno a "El verano que vivimos", superproducción dirigida por Carlos Sedes (responsable de series como "Fariña" o "Velvet") y protagonizada por Blanca Suárez, Javier Rey y Pablo Molinero, los integrantes del trío amoroso sobre el que se desarrolla la cinta.
"El verano que vivimos" comienza gracias a que unas misteriosas esquelas llegan a manos de una joven periodista, siempre sin firmar y dedicadas a una tal Lucía. En ellas se relata una historia de amor, amistad y traición que sucedió en las viñas de Jerez durante el verano de 1958. Esto llevará a la periodista a querer conocer más acerca de lo que parece una historia de amor imposible.
Lo más destacable de "El verano que vivimos" es, sin lugar a dudas, su gran producción de época y su apuesta visual. La excelente recreación de los lugares y vestimentas de los años 50 ayudan al espectador a verse inmerso en una historia que busca emocionarle y sacudirle, echando mano de una banda sonora que también facilita esa inmersión que busca el filme.
El largometraje de Sedes no cuenta con una gran complejidad argumental: una chica comprometida que se enamora de otro chico y que hace que dude de la vida que había construido hasta ahora. Todo en ella es muy predecible, pero funciona bien gracias a la eficacia de su guion y a la entrega del trío protagonista formado por Suárez, Rey y Molinero. Además, está muy bien introducida la historia de Guiomar Puerta y Carlos Cuevas, que se desarrolla en los 90 y que tiene ciertas similitudes con la de la pareja protagonista.
"El verano que vivimos" es un filme creado para satisfacer al gran público, que tiene muy claras sus intenciones y que ofrece exactamente lo que promete. Ideal para aquellos que busquen un drama romántico sin complejidades.
Valoración: 3/5
Lo mejor: Su perfecta ambientación y diseño de producción
Lo peor: Es una historia narrada de un modo muy visto y que no aporta novedad alguna
