Alba Gutiérrez empezó en el mundo del cine siendo muy pequeña, en películas cómo ‘Poniente’, ‘El calentito' (2005) y ‘Retorno a Hansala’ (2008), de la directora Chus Gutiérrez, su madre. Actualmente ha sido protagonista en la serie de ‘Acacias 38’ haciendo de Lucía y lo es interpretando a Marina en ‘Amar es para Siempre’.
Pregunta: ¿Qué estaba haciendo usted cuando decretaron el Estado de Alarma? ¿Trastocó alguno de sus planes profesionales?
Alba: pues estaba rodando en ‘Amar es para Siempre’, y me quedé en casa. No fue hasta que entramos en fase 1 que pudimos volver a rodar. La vuelta al rodaje al principio fue extraña porque teníamos que acostumbrarnos a estas medidas y había que hacerlo muy rápido, pero ahora la verdad es que se ha hecho muy sencillo. La verdad es que ‘Amar es para Siempre’ lo ha gestionado todo muy bien y nosotros como equipo artístico-técnico nos adaptamos poquito a poco pero al final lo pudimos hacer nuestro. Todo ese proceso de la mascarilla y el gel lo hacías como algo a lo que estabas acostumbrado. Era ya como salir a la calle con la mascarilla, que lo acabas haciendo automáticamente.
P: Me gustaría hablar un poco sobre sus inicios en la interpretación porque según tengo entendido empezó usted muy joven, ¿cómo empezó su carrera interpretativa?
A: Yo tuve la gran suerte de crecer con una familia que se dedica al ámbito artístico. Casi toda la familia de mi madre trabaja del arte y mi madre se dedica a la dirección de cine, entonces por las circunstancias de mi madre, pues debía llevarme a todos los rodajes, con solo 7 años. Para poder estar más cerca de mí, me daba un pequeño papel que no tenía mucha relevancia, pero eso. Yo inconscientemente me metí en ese mundo sin darme cuenta de que acabaría siendo mi mundo.
Para mí era como un juego, no decía que quería ser actriz. A lo largo de los años eso ha seguido así, y cuando he podido tomar la decisión de dedicarme a esto, pues lo he hecho.
P: ¿Cómo recuerda su primera experiencia frente a una cámara?
A: La verdad es que me acuerdo bastante bien de ese momento. Yo eso, lo veía como un juego. No me lo cuestionaba, simplemente me hacía la idea de que estaba en otra realidad y me lo pasaba genial. Tuve la suerte de coincidir con actores y actrices maravillosos y maravillosas que hacían que todo fuese más divertido. Para mí era un juego de roles, en los que podías hacer de otra persona.
P: Y ahora que tienen niños en Acacias y en Amar, ¿se ve a sí misma en esos niños?
A: En Acacias tuve la suerte de trabajar con el niño que hacía de mi hijo, que tendría como diez años, y no me sentía identificada como tal porque yo era más pequeña, pero sí que es verdad que es otra disposición. Te enseñan mucho los niños, a ver la profesión desde esa inocencia, con esas ganas de comerse el mundo. Es muy bonito poder trabajar con ellos porque siempre te enseñan algo nuevo.
P: Ha hecho tanto cine, como televisión y teatro. Si tuviera que elegir una disciplina, ¿Con cuál se quedaría?
A: Con todas. Lo audiovisual y el teatro son dos cosas muy diferentes, y a mí me llenan las dos por igual. Son dos lenguajes totalmente distintos pero no podría elegir ninguno. Lo bonito también es poder hacer las dos, yo es lo que siempre he intentado hacer, compaginarlas. Nuestra profesión engloba las dos ramas, y aunque pueda haber preferencias, nosotros tenemos que saber hacer todo para poder saber hacer lo que nos den.
"Cada vez hay menos comunicación en general"
P: ¿Qué es lo que más le gusta del teatro?
A: Es el momento presente. Es algo que sucede ahí en ese momento. Ese ritual que se crea entre público-espectador-equipo artístico y si te equivocas ahí tienes que “apechugar” y seguir con la función. En el teatro hay como un intercambio con el que puedes llegar al público de una forma más directa. Esa es la “magia del teatro”. Es una comunicación que se crea ahí que en el audiovisual no se vive igual.
A mí me gustan mucho los coloquios de las funciones porque te dejan ver el feedback del público, aunque cada vez hay menos. Cada vez hay menos comunicación en general. De repente ahí se puede dar voz al público, y eso embellece la obra, porque eso no es solo una crítica, sino que es una conversación de intercambio de opiniones que siempre se trata de críticas constructivas.
P: Sobre ‘Acacias 38’, ¿cómo te llegó el personaje de Lucía?
A: Me llegó de una forma bastante inesperada. Había sido una prueba de la que salí super contenta pero me acabé olvidando de ella, porque había sido mucho tiempo antes de que me dieran el papel, y al final yo había hecho muchas pruebas y no sabía nada de ninguna. Por suerte, al mes me llamó Lucía del Rio, mi representante para decirme que me habían cogido y vamos, fue un momento de euphoria total.
Ese momento en el que te dicen que sí a un proyecto es la sensación más bonita, de felicidad y ganas de saltar y bailar, es increíble, fue alegría absoluta. El personaje de Lucía me llegó del cielo.
P: ¿Ha evolucionado Lucía a lo largo de las temporadas?
A: Estuve casi once meses con Lucía, y sí. Tuve una conversación hace poco con un amigo que es director en ‘Acacias 38’ y le comentaba que tenia la sensación de que yo había entrado en Acacias como una niña y había salido como una mujer. Evolucioné un montón en ese trabajo. Era mi primera oportunidad en un trabajo más profesional, donde no había hecho nada de televisión, y aprendí una barbaridad. Le debo muchísimo a ese trabajo.
P: ¿Qué es lo que se lleva de ella?
A: Son muchas cosas, pero hay una lección que aprendí con Lucía que me marcó mucho. Lucia es un personaje que en el momento en el que va a poder realizar su sueño y ser libre, le diagnostican una enfermedad y se da cuenta de que se va a morir. Justo cuando va a poder vivir su sueño, se muere. A mí eso me transmite un mensaje personal, que es totalmente aleccionador. El arco del personaje de Lucía nos enseña que hay que vivir la vida en el momento presente y hay que intentar cumplir tus sueños sin esperar a “esa oportunidad” ni darle tantas vueltas a la cabeza. A veces esperamos el momento perfecto para hacer las cosas, pero ese momento “perfecto" nunca existe y yo creo que esa es la lección que aprendí con ella.
“Cumple tu sueño ya, lucha por ello ya, porque igual mañana todo ha cambiado. Y todavía más ahora. Yo lo viví en el 1913 en la piel de Lucía pero en el momento actual te digo lo mismo. Hay que arriesgarse, hay que luchar por las cosas, hay que caerse y volver a levantarse y hay que confiar en uno mismo para vivir en ese momento, porque al día siguiente no sabemos qué va a pasar. “Hazlo” es el mensaje que me transmitió Lucía y es el lema que me estoy poniendo a mí misma para seguir adelante tanto en mi vida personal como profesional.
P: ¿Cómo es esa transición de ‘Acacias 38’ a ‘Amar es Para siempre’?
A: Yo hice una obra de teatro entre medias que me vino muy bien, y cuando vino Amar yo entré mucho más segura de mí misma porque ya había pasado por una serie diaria y ya había experimentado el mundo profesional. Me sentí más segura de mí misma y de mi trabajo, y esa seguridad me permitió llevar el trabajo desde otro lugar, con una perspectiva más fuerte. También ha habido toda una evolución en Amar, todo lo que estoy aprendiendo lo aplico para mejorar. El arco interpretativo a nivel profesional para mí que agradezco muchísimo.
P: Entre Lucía y Marina, ¿podemos encontrar alguna similitud?
A: Bueno, viven en épocas distintas, está claro. Son dos mujeres fuertes en contextos muy diferentes pero la similitud quizás es la escucha, porque ambas mujeres escuchaban y ayudaban a los demás, y esa es la característica que más destacaría de las dos.
Lo bonito de nuestra profesión es intentar tocar personajes muy distintos, que además es el reto, porque si siempre haces lo mismo no es aburrido, pero te encasillan. Lo divertido y nutridor es hacer opuestos, eso siempre es un regalo.
P: ¿Cuál cree que es la razón de que se mantengan durante tanto tiempo las series diarias?
A: Las series diarias al final tienen un público, como todo. Al final todas las series están dirigidas a un público, y las diarias como son se emiten cada día, pueden tener un seguimiento. Se mantienen porque siempre hay gente que las vea.
Las series diarias yo creo que se tienen que mantener porque siguen teniendo un público muy asiduo y en nuestra profesión permiten una renovación constante de elenco y crean una bolsa de trabajo, con la que se le da la oportunidad a muchos profesionales del sector a trabajar.
P: Si hubiera tenido la oportunidad, ¿en qué serie o película española de todos los tiempos le hubiera gustado trabajar?
A: A mí me encanta ‘Los Soprano’, me hubiese flipado trabajar en esa serie, me emociono sólo de pensarlo. Me parece la serie del siglo. O por ejemplo en ‘Friends’ así más de comedia también me hubiese encantado. También hubiera querido vivir en la época de los 80.
P: Así que para terminar, ¿cómo ve el futuro del teatro y la cultura españolas con el tema del coronavirus?
A: Bueno pues lo mas importante es que la cultura es segura. Está comprobado, tiene todas las medidas de prevención y no se ha registrado ningún caso proveniente de la cultura. Tenemos que apoyar la cultura mas que nunca y hay que intentar no tener miedo, siempre con precauciones individuales y colectivas, respetando todos los protocolos, pero sin tener miedo de disfrutar de la cultura.