Entrevista. Adán Redondo: "Esta profesión es una práctica continua, o practicas o te oxidas"
Fotomontaje: Marta Lara 

Adán Redondo es el actor extremeño de moda, que más allá de la actuación también guarda habilidades como la creación de sus propias obras. En esta entrevista hemos podido conocerle un poco más, como actor y persona. Nos ha hablado su reciente proyecto teatral “Villa dolorosa” el cual tienen pensado retomar en un futuro tras la crisis sanitaria. 

Pregunta: ¿Cómo se encontraba cuando decretaron el Estado de Alarma? ¿Frenó algún proyecto?

Respuesta: Pues justo cuando se decretó el Estado de Alarma yo estaba con coronavirus, así me pilló. Bueno, luego hubo confinamiento y estuve en casa como todo el mundo. Al principio era un poco caótico porque no se sabía que era, el médico dijo que era gripe, al final fue coronavirus y nada. Los proyectos pues, teníamos un proyecto con Nathalia Paolini, “Villa Dolorosa” que estábamos con ella en los Teatros Luchana. Queríamos continuar con la obra, era un proyecto muy chulo y estaba funcionando pero se cerró todo y se terminó.

P: ¿Cómo ve los rodajes en tiempos de Co-Vid19 y el teatro?

R: Los rodajes lo que he visto son seguros, hay PCR antes de que vayas a rodar. El equipo te toma la temperatura, te dan mascarillas... está todo muy controlado, somos muy conscientes en ese sentido. En el teatro estuve el domingo en La Latina viendo una obra de teatro y es seguro, controlando la entrada y la salida, gel, mascarillas... creo que hemos decidido tomárnoslo muy enserio y está funcionando. No podemos llenar pero estamos dando el do de pecho en ese sentido. 

P: ¿Cómo se definiría con tres palabras?

R: Pues mira, estructurado, controlador y soñador.

P: Si tuviese que participar en alguna serie extranjera o de la casa, ¿con cuál se queda?

R: Hay muchísimas, ahora estamos volviendo al batallón de series hay que verlas y apoyar. Ayer estuve viendo a la vez “Veneno”, “Patria” y “The Boys”. Me encantaron las tres. “Veneno” lleva un recorrido increíble, me parece que los Javis han hecho un trabajado contando la historia de esa manera. Es un proyecto en el que no me importaría participar. Con “Patria” he descubierto a las dos actrices protagonistas, siempre las he visto hacer comedia y de repente las ves en una cosa así y es impresionante. Es otro proyecto en el que me gustaría participar, pero hay muchos más.

P: Apareció en “Cuarto Milenio”, ¿es de los amantes de las películas de terror?

R: A pesar de todos los pesares hace mucho tiempo me gustaban las películas de terror y demás. Hace tiempo fui al cine, a la sesión golfa, a las 12 de la noche a ver “Rec 1”, la primera que salió en el cine. La verdad es que pasé tanto miedo que no he vuelto a ver películas de ese tipo. Pero, “Cuarto Milenio” sí que lo veo. Es un poco paradójico todo. 

P: ¿Cómo lleva el tema redes sociales? ¿Mantenerse activo puede implicar acceder a proyectos concretos?

R: Pues yo con esto siempre he tenido mis encontronazos personales. Hay veces en las que estoy muy activo y veces en las que me canso. Me canso porque al final estás invirtiendo un montón de tu tiempo en enseñar esa ventana que por un lado está bien, porque te conocen y alguien puede verte para algún proyecto. Pero por otro lado a veces, las redes sociales me han jugado malas pasadas. Es un amor-odio mi relación con las redes. Luego las redes sociales se basan por los algoritmos y sus cosas, te penalizan... entonces da más pereza todavía invertir tanto tiempo para un resultado relativo. 

P: ¿En qué momento decide dedicarse a esto?

R: Creo que lo he tenido claro desde siempre, desde que era pequeño. Hubo un momento en bachillerato, yo cursaba el de ciencias de la salud y tenía claro que me quería venir a Madrid a estudiar interpretación, no pudo ser porque me quedó una asignatura para septiembre. Y me quedé estudiando turismo. Mis padres me dijeron que si quería irme a Madrid que me fuese pero tenía que acabar la carrera de turismo. Me vine para aquí y he estado alternando entre una cosa y otra. 

P: Entonces podríamos decir que no siempre fue su plan A la actuación, ¿no?

R: Sí, en realidad sigo trabajando con el grado de turismo. Es como un mundo de malabares. Como el tema actoral no es siempre una constante, no es una nómina ni un sueldo fijo, son montañitas. Entonces voy simultáneamente de una cosa a otra. 

P: ¿Recuerda algún momento duro en su carrera?

R: Sí, bastantes. Por lo que te decía al final esto es una carrera de fondo, sientes que estás echando el resto de ti. Probablemente los ahorros que tienes los inviertes en cursos y más cosas, prepararte lo máximo posible. Luego al final hay veces en las que ves que esos esfuerzos no están plasmados de la forma en la que te gustaría. Ir a hacer una entrevista con turismo no me cuesta tanto, mientras aquí tienes que hacer un montón de castings para que te caiga una oportunidad. Es más dura la carrera. Al final, somos personas y eso hace que merme un poco la cosa. Pero no he tirado nunca la toalla. 

P: Hablando de sus objetivos a corto/largo plazo, ¿cómo se ve dentro de unos meses o en el próximo año?

R: Tal y como está la situación no puedo decirte, pero me veo currando, con la misma tónica de ahora. Seguir luchando, creando proyectos, seguir trabajando con mi repre, haciendo castings y pruebas. Pues lo que depare, si es cine, teatro o televisión estaré encantando. 

P: ¿Qué tiene en cuenta a la hora de aceptar o rechazar una oferta?

R: Normalmente no suelo rechazar nada porque no creo que haya un trabajo malo. Yo voy para adelante como los de Alicante siempre. Si puedes fijarte en qué proyecto es, quién lo lleva... al final eso es cierto, que cada uno nos conocemos y tenemos que ser consciente si los personajes están más cerca o lejos de ti. 

P: Escribe sus propias obras, ¿qué proceso toma para escribirlas?

R: “La lotería” fue un proceso creativo muy chulo porque yo daba clases de teatro a personas de la tercera edad. Fue un proyecto muy chulo porque ellos ya tenían algo empezado y al final lo montamos y escribimos. Como era un proyecto colectivo de creación, y en concreto con personas de la tercera edad, ese proyecto fue precioso. El de “Diez formas de amar” es la versión larga de un micro que tuvimos que se llama “Amor polisentimental”, que se nos quedó corto. El público quería más y se escribió la obra. El problema es este ahora que hay que buscar producción, salas... he estado liado y no he tenido tiempo de que el proyecto vea la luz. Pero muy pronto la verá. 

P: ¿Cree que los cortometrajes o la publicidad son importantes para aquellas personas que están empezando?

R: Son importantes para los que están empezando, para los que están en activo y para los que quieren retomar otra vez la actividad. Al final todo es trabajo, ya no el hecho de ganar dinero, que en los cortometrajes no se gana mucho pero ya por el hecho de estar activo en esta profesión. Esta profesión es una práctica continúa, o practicas o te oxidas. Entonces, yo pienso que es super importante aceptar este tipo de trabajo, aunque cada uno tiene su criterio y sus cosas, no lo va a leer todo tampoco. Tanto cortometrajes y publicidad me parecen esenciales tanto para los que están empezando como para los que están en activo. 

P: ¿Nos podría hacer una breve sinopsis de la obra “Villa dolorosa”?

R: Breve breve no sé porque eran dos horas de obra... (risas). Resumiéndolo es una versión adaptada, es una familia disfuncional que conviven en una casa y cada uno tiene sus inquietudes, su carácter y hay que compaginar todo eso. También con alguna nueva incorporación familiar que aparece. En realidad es muy interesante porque es una comedia pero habla de cosas duras, habla de suicidio, depresión, alcoholismo, pero de una forma muy polite. 

P: ¿Cómo recuerda la primera vez que se subió a un escenario?

R: Pues tenía 6 años, fue una actuación musical en mi pueblo en Aldea del Obispo (Extremadura). Lo recuerdo como una mañana de reyes en la que tu madre te despierta y tienes que ir a por los regalos, esa emoción y euforia pues algo parecido. El hecho de estar ahí subido, sentir ese vértigo y ese miedo, primero piensas: ¿Me va a salir bien? Y luego: Joder, es que hay mucha gente. Luego lo sueltas y llegas al aplauso y es genial. Es una droga que engancha y es difícil de soltarlo. 

P: ¿Tiene alguna anécdota? ¿Por qué le gusta el teatro?

R: A lo primero te voy a contestar con una anécdota muy cercana, de “Villa dolorosa”. Estábamos en la sala y de repente estábamos escuchando a alguien roncar, intentábamos subir un poco la voz pero el ronquido seguía estando. Era un poco incómodo porque te sacaba del momento. Describimos al final que era una persona que tenía una traqueotomía hecha y respiraba muy fuerte. No sé si fue ese día o en la función siguiente me pasó que teníamos unos kikos de atrezzo y me comí uno, no podía hablar y tuvimos que parar. Salí con la que hacía de mi pareja en ese momento, nos salimos fuera porque no podía hablar. 

El teatro me mola por una razón muy sencilla, es como leer un cuento. Tú aceptas las reglas que te proponen desde el escenario, como público solo tienes que dejarte llevar e ilusionar por la historia que te están contando, te puede gustar o no pero es entrar en ese juego en el que formas parte de lo que estás viendo. 

P: ¿Diría que la transición del personaje se vive diferente respecto en televisión o cine?

R: Se vive de forma distinta porque el teatro es en directo, no hay cortes, no hay tomas nuevas. Entonces es lo que salga salió, como espectador es más interesante ver a un actor en teatro porque se las juega todas en una carta. O sea, lo que ves es lo que hay, en cine o tele siempre hay un truco. En teatro ves lo que hay. 

P: ¿Qué consejos le daría a alguien que quiera dedicarse a esto?

R: El consejo este se lo di a mi hermana, que también es actriz. Le dije: ¿Tú estás segura de lo que quieres hacer? Y luego, si estás segura de lo que quieres hacer a por todas. No te juzgues, no lo juzgues y disfruta del camino. 

 

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