Dos juezas católicas como favoritas de Trump
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante un mitin electoral. Fuente: Vavel Flickr.

Donald Trump reconoció el pasado lunes que está buscando a “cinco mujeres” para ocupar la vacante del Tribunal Supremo que dejó la magistrada Ruth Bader Ginsburg tras su muerte. Sin embargo, el presidente norteamericano añadió que tiene “una o dos” en mente como finalistas, y parece que se trata de Amy Coney Barrett, que parte como favorita, y Bárbara Lagoa, hija de exiliados cubanos. A finales de esta semana podría conocerse el nombre definitivo.

Ruth Bader Ginsburg falleció el pasado viernes 18 de septiembre a los 87 años debido a “complicaciones de una metástasis en el cáncer de páncreas”, tal y como explicaba el Tribunal Supremo de Estados Unidos en un comunicado. John Roberts, jefe de la institución, utilizó ese mismo comunicado para resaltar que la nación “ha perdido a una jurista de estatura histórica”. “Todos en el Tribunal Supremo hemos perdido a una compañera querida. Hoy guardamos luto, pero tenemos confianza en que las futuras generaciones recordarán a Ruth Bader Ginsburg como nosotros la conocimos, una campeona de la justicia incansable y resuelta”. Según El Confidencial, decenas de personas se congregaron frente al Tribunal Supremo luciendo entre otras cosas banderas del arco iris, ya que Ginsburg fue una de las magistradas que falló a favor del matrimonio igualitario en 2015.

Evidentemente, se trata de una circunstancia añadida de la que el presidente Trump espera sacar tajada de cara a las elecciones del 3 de noviembre con el nombramiento de una nueva magistrada que ocupe la vacante. Tal y como indicábamos anteriormente, Amy Coney Barrett parte con ventaja al contar con el apoyo de Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana en el Senado, y de los defensores de los derechos contra el aborto, que están ejerciendo presión sobre la Casa Blanca. Según Notimérica, Barrett es una católica del medio oeste que puede ayudar al presidente a obtener votos para su reelección en los estados del Cinturón del Óxido y los Grandes Lagos, donde actualmente las encuestas le sitúan por detrás de Biden.

Respecto a la segunda candidata, Bárbara Lagoa, cabe decir que en el año 2019 se convirtió en la primera mujer hispana nombrada por la Corte Suprema de Florida, según indica el diario La Razón, el cual recalca que Lagoa formó parte del grupo de abogados y abogadas que representó sin cobrar a la familia de Elián González, un niño que fue encontrado cerca de Fort Lauredale solo en una balsa procedente de Cuba y que desató una batalla legal para que le permitieran quedarse en Estados Unidos. Finalmente, esta cuestión se resolvió desfavorablemente para la familia con la entrega de Elián al padre y su regreso a Cuba, según 14ymedio.com. Además, también destaca su fe católica, como se puede comprobar en las palabras pronunciadas en un acto público el año pasado, en el que aseveró que la “fe perdurable en Dios” que le inculcaron ha sido su sostén “a través de los altibajos de la vida”.

Pero dicho todo esto, los demócratas intentan convencer al presidente Trump para que la votación en la que se decide quién ocupa la vacante se demore hasta pasar las elecciones presidenciales del 3 de noviembre. Al respecto, Joe Biden dio un discurso desde el Centro Constitucional de Filadelfia y se dirigió a los legisladores republicanos de la Cámara Alta: “No soy ingenuo. No me dirijo al presidente de Trump, que hará lo que quiera, no me dirijo a Mitch McConnell que hará lo que quiera, y lo hace, hablo a esos republicanos que están ahí, a los senadores republicanos que en el fondo saben lo que es bueno para el país (...) y no solo lo que es bueno para el partido”.

En su discurso, Biden utilizó la crisis sanitaria para criticar la actuación de Trump y McConnell: “Conforme hablo estamos sobrepasando las 200.000 muertes por este virus, decenas de millones de estadounidenses están desempleados, la atención sanitaria en este país está en juego en esta corte y ahora en un movimiento político abrupto este presidente y el líder republicano han decidido forzar un nombramiento vitalicio ante el Tribunal Supremo de Estados Unidos en el Senado. Es lo último que necesitábamos ahora”. Según el diario Hoy, de llevarse a cabo los deseos del actual presidente se rompería la tradición de no elegir a miembros del Tribunal Supremo en años presidenciales.

La realidad es que no parece que los deseos de Biden vayan a prosperar, y será Donald Trump quien más se arriesgará por salir ganando o perdiendo de esta circunstancia. Todo dependerá de si la ofensiva del nombramiento consigue aglutinar el voto de esos estados en los que se intenta influir con la decisión o, si por el contrario, sus ansias por cubrir la vacante rompiendo con la tradición no conjugan con las prioridades de los ciudadanos y su estrategia se desmorona en las urnas. El 3 de noviembre se vivirá una jornada electoral llena de condicionantes que generan cada vez más incerteza, y este es uno más que se añade a la lista.

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