David Ávila es un actor español que ha trabajado en televisión y siendo tan joven tiene ya una larga lista de protagonistas en grandes obras de teatro de texto y musical como 'El Rey León', 'Mamma Mía!', o 'Grease'. Lleva dos años interpretando a Max en 'La Función que sale Mal' y le hemos preguntado acerca de este y otros papeles que ha realizado. Se ha sincerado con nosotros acerca de la situación actual por coronavirus que está afectando tanto a la cultura, y nos ha dejado estas palabras:
"Quiero animar a todo el mundo a que venga a los teatros. La cultura es segura y la cultura es muy necesaria. El público y la sociedad civil tenía muchas ganas de volver a reír, a sentir y de volver a pasarlo bien en el teatro. Una parte vital de nuestra vida es la cultura, el entretenimiento, el ocio, las emociones. Hay que darle de comer al alma".
P: ¿Ha afectado el coronavirus a algún proyecto que tuviera en mente?
D: Absolutamente, ¡sí! Yo estaba representando ‘La Función que sale Mal’ en el Teatro La Latina en Madrid, íbamos super bien, con una venta genial, estábamos haciendo marca, el público nos empezaba a conocer, la gente se lo estaba pasando en grande, y eso se acabó de un día para el otro. Además yo soy productor y hago otras cosas, se me cayeron tres producciones. Trastocó mi vida muchísimo.
P: Me gustaría hablar un poco sobre sus inicios en la interpretación, ¿cómo empezó su carrera interpretativa?
D: Yo en la tele empecé haciendo uno de los fracasos más gordos de la televisión española. Llegué con ‘Estudio de Actores’. Era en Mallorca, donde yo me he criado y el casting se hizo a nivel nacional. Era una especie de Operación Triunfo pero de actores que cantaran bailaran e interpretaran. Esa fue la primera vez que yo hice tele así a nivel nacional. Duró poquísimo porque además era malo, malísimo.
Siempre me ha gustado mucho leer. Cuando era joven pasé a leer mucho teatro, y luego a interpretar. Empecé muy joven en un grupo amateur, luego fui profesionalizando y ya me he quedado.
Televisión: "‘Inocente, Inocente’ es un trabajo muy bonito con el que hacemos reír a la gente y recaudamos dinero para causas solidarias"
P: Tengo que preguntarte acerca de uno de los proyectos en los que trabajó en 2010, que es en ‘My Camp Rock 2’ como profesor de interpretación, ¿cómo fue esa experiencia?
D: Fue muy bonita. El equipo de Disney recreó todo el campamento en El Escorial. Estábamos trabajando allí, y viviendo en los bungalows. Hacíamos música durante todo el día, por la noche también tocábamos pero sin las cámaras, y además yo ahí conocí a Lucía Gil y a Andrea Guasch. El año pasado escribí, rodé y dirigí con Frederic Tort una serie para Playz, en Televisión Española, y ellas dos están actuando en la serie. Fue muy guay hacer ‘My Camp Rock 2’.
P: ¿Cómo se le propuso la oportunidad de My Camp Rock 2’?
D: Porque ahora sí que es verdad que hay muchos perfiles de actores que tocan instrumentos, pero antes no había tantos. Yo toco instrumentos, soy compositor y la vez soy actor claro. Hice un casting y me cogieron.
P: ¿Le gustaría trabajar más para la televisión o prefiere el teatro?
D: Me gustan mucho las dos cosas. Son formatos completamente diferentes para contar historias y lo bonito es seguir aprendiendo cada día más de las técnicas de cada uno de ellos. La tele va mucho con mi personalidad porque es rápido y directo, y el teatro me flipa porque sucede a tiempo real y si te equivocas, te has equivocado.
P: Y ha trabajado en varias ocasiones en el programa de ‘Inocente, Inocente’, ¿qué tal se le dieron las bromas?
D: Lo hago todas las navidades. Es un trabajo muy bonito porque hacemos reir a la gente, y todo lo que se recauda es para causas solidarias. Tiene mucho que ver con el cáncer infantil normalmente. Es un trabajo muy técnico, nosotros como actores infiltrados llevamos pinganillo y hay una tensión y un nivel de adrenalina brutal porque estas bromas, cuando las rodamos, solo tenemos una oportunidad para hacerlas. Esto es lo que lo diferencia de hacer televisión normal. Es una especie de mezcla entre teatro y tele.
Las víctimas entran en la broma si se lo vendemos bien, pero si no entran, ya no se puede repetir. Con las bromas me lo paso bomba, y cada año cuando se emite el programa siempre recibo comentarios muy positivos. En España nos encantan las bromas de cámara oculta, yo creo que es un formato que no dejaremos de hacer nunca.
"El teatro es una de las cosas más adictivas que existen"
P: ¿Qué es lo que más le gusta del teatro?
D: ¡Qué difícil!, pero creo que voy a ser capaz de contestar. Cuando uno se dedica a contar historias sobre un escenario, se nutre del aplauso del público, de la ovación. Hay una mímesis ahí intercambiando emociones y sentimientos muy importante.
Hemos vuelto ahora a trabajar en el Teatro Arriaga, con un aforo petado de gente, con un público entregadísimo. Al terminar la función, ese aplauso fue tal vez el más emotivo que he recibido nunca.
P: ¿Cómo recuerda la primera vez que tuvo la oportunidad de subirse a un escenario?
D: Yo creo que fue en el instituto, y hacíamos Calderón de la Barca. Lo recuerdo con muchos nervios, estaba cagado.
P: ¿Supo desde ese momento que se quería dedicar a interpretar?
D: El teatro es una de las cosas más adictivas que existen. Engancha muchísimo. Si te gusta hacer teatro, yo creo que no lo dejas de hacer nunca, aunque no sea de manera profesional.
P: Usted hace tanto teatro musical como teatro de texto, ¿cuál diría que es la principal diferencia entre ambas?
D: El equipo de sonido. Parece una tontería pero no lo es. En los musicales, como cantamos, si es una producción grande hay incluso músicos en directo. Todo eso va ampliado por lo que llamamos la dea, los altavoces grandes que hay en el teatro. Nosotros llevamos micrófono, cantantes-actores y cantamos.
En el teatro de texto, por ejemplo ahora en ‘La Función que sale Mal’, es todo pura técnica y proyección vocal. No hay micrófonos y no se necesitan altavoces.
P: ¿En qué se diferencia la preparación de una obra musical a una obra de texto?
D: Yo no haría diferencias entre los dos formatos. Cada proyecto requiere de una construcción de personaje diferente, de una investigación diferente y de unas técnicas y habilidades diferentes.
Por ejemplo, yo fui el primer Timón de ‘El Rey León’ en España, y claro, además de bailar, cantar e interpretar, tuvimos que aprender a manipular los muppets, los muñecos animados. Eso fue un trabajazo. La construcción del personaje también fue un trabajazo, el por qué le puse ese acento andaluz que todo el mundo disfruta tanto...
P: Justo le iba a preguntar por su paso por ‘El Rey León’, ¿cuál diría que es el recuerdo que más guarda de ese tiempo?
D: Tengo muchísimos. Recuerdo por una parte mucho esfuerzo del montaje. Cómo el elenco estábamos tan unidos luchando para conseguir dar lo mejor de nosotros, porque no es un montaje fácil. Por otro lado, la satisfacción de manipular a ese Timón y que la gente me diga: “oye, es que no te he visto a ti, es que el suricato estaba hablando y yo miraba al suricato”. Ese efecto recuerdo que fue muy difícil conseguirlo pero una vez logrado, me queda una satisfacción increíble por el trabajo bien hecho.
P: Se le conoce por obras como ‘Flashdance’ (teatro nuevo apolo), ‘Tarzán, el Musical’ o ‘El Rey León’, entre una larga lista de musicales, ¿con cuál se quedaría y por qué?
D: Me llevo algo muy importante de cada una de ellas. Por ejemplo, yo era chilli en ‘Mamma Mía!’ y tengo amigos íntimos míos cuyas amistades han nacido en esa producción. De esa obra me quedaría con los amigos que he sumado a mi mochila. Del rey león me quedaría con la satisfacción de la que te hablaba antes, en ‘Flashdance’ me lo pasé muy bien pero duró muy poquito. También hice ‘Mayumana Rumba’ con las canciones de Estopa, y allí aprendí muchísimo. Tuve que sustituir a Grissom, que es el mejor beatboxer de España, que está en ‘La Resistencia’. Él mismo fue quien me enseñó a hacer beatbox, y luego tuve que aprender toda la parte de body percussion con la compañía de Mayumana, y eso me llenó muchísimo como artista. No podría elegir una producción sola, la verdad, me quedo con algo importantísimo de cada una.
Todas me han cubierto una “necesidad”, me han regalado un nuevo talento, una nueva técnica o un nuevo compañero. Y eso es al final de lo que estamos formados. Los artistas vamos poniendo los ladrillos de nuestra propia alma con las producciones en las que estamos trabajando.
‘La función que sale mal’: "Es terapia de la risa"
P: ¿Podría contarnos de qué va la obra?
D: La obra es una comedia espectacular, es terapia de la risa. Yo se la aconsejo absolutamente a todo el mundo porque durante dos horas el público se olvida de los dolores de cabeza que ha tenido, de si han discutido con su pareja o si los niños no les han dejado dormir. Es una comedia británica de creación londinense que tan solo en cinco años se está representando ya en más de 30 países. Imagínate la bomba de comedia que es. Estos treinta y pico países compartimos este código de comedia y nos reímos de las mismas cosas.
Es una comedia donde todo lo que puede pasar mal, sucede. Somos un grupo de actores universitarios aficionados, muy amateurs, y hacemos todo lo peor que se nos ocurre en cada momento.
P: ¿Y a quién interpreta usted?
D: Mi personaje se llama Max, y es maxaravilloso. Es un tío que pisa cada noche por primera vez las tablas de un escenario. Tiene una mezcla de inocencia, mucha ilusión y muchas ganas. Es un poco patoso y tiene también problemas de memoria. Es una joya, uno de los caramelos que te llegan tan solo una vez en la vida. Lo estoy disfrutando muchísimo.
P: ¿Cuándo estrenan y por qué cree que la gente debería ir a verla?
D: ¡Terapia de la risa!, risoterapia. Hay que ir a verla para olvidarte durante esas dos horitas de todos esos mal rollos que a veces nos rodean.
Estrenamos el día 1 de Octubre en Gran Vía y vamos a estar todas las noches de martes a domingo en el Teatro Rialto.
P: ¿Cómo le propusieron trabajar en ‘La función que sale mal’?
D: Fue un casting multitudinario, lo hicieron miles de personas. Fue un casting que se publicó, al que yo me presenté y pude ser uno de los afortunados.
P: Es su segundo año en la obra, entiendo que ha tenido la oportunidad de interpretar a Max antes de la pandemia y ahora después, ¿cómo espera el cambio radical de tener la mitad del público?
D: Te lo voy a contar con una anécdota. Ahora que hemos arrancado en el Teatro Arriaga en Bilbao, antes en La Latina estábamos acostumbrados a tener un público completamente descojonado durante dos horas con las bocas bien abiertas y unas carcajadas que se oían a kilómetros de distancia. Ahora, tenemos un público separados en las butacas correspondientes según han comprado las entradas y una mascarilla que solo nos deja ver sus ojos. Pero está pasando una cosa muy bonita, y es que el público con sus ojos y el sonido de su risa nos están demostrando incluso más cariño que antes. Se lo pasan super bien. Desde luego esa es una de las mayores diferencias.
"Cada vez que he deseado hacer una producción, se me ha cumplido el sueño."
P: ¿Cuál diría que es la obra que más le ha marcado como actor?
D: Me marcó mucho ‘El Rey León’, tenía un personaje muy importante, con mucha responsabilidad y también me marcó muchísimo una obra que hice con una compañía que se llama Ron Lalá, que son unos magos de la comedia. Son muy conocidos. Escriben su propia dramaturgia y toda la música la hacen en directo. De hecho son musicazos y actorazos. Yo estuve trabajando con ellos haciendo ‘Mundo y Final’ y recordaré siempre el nivel de esfuerzo, trabajo y responsabilidad que tuve que poner para seguirles el ritmo, son muy muy buenos y me lo pasé genial, comedia pura.
P: ¿Cuáles son sus referentes interpretativos?
D: Te lo voy a contar también con una anécdota de algo que me pasó ayer. Hay una aplicación que se está haciendo muy famosa donde insertas tu cara en una celebrity. Ayer, estábamos cenando con el elenco, y alguien insertó mi cara en una escena de Johnny Depp en ‘Piratas del Caribe’. Desde luego que para mí Johnny Depp es un súper referente por todas las caras, los matices y los personajes que ha hecho, entre ellos ‘Eduardo Manostijeras’ que creo que es mi película favorita of the world.
P: Si hubiera tenido la oportunidad, ¿en qué serie o película española de todos los tiempos le hubiera gustado trabajar?
D: Te voy a decir algo que igual suena algo mal, pero es real. Cada vez que he deseado hacer una producción, se me ha cumplido el sueño. Seguro que hay un montón de obras en las que me gustaría participar, yo soy muy enamoradizo a nivel artístico. Me siento en una butaca y veo ‘El Mercader de Venecia’ y yo quiero hacer esa obra. Me siento en un cine a ver la última peli de Tarantino y yo quiero hacer esa película. Soy muy pasional con esas cosas, pero he tenido mucha suerte a lo largo de mi carrera, porque las producciones que he visto y que he querido hacer las he acabado haciendo. Creo que he tenido muchísima suerte.
P: Así que para terminar, ¿cómo ve el futuro del teatro y la cultura españolas con el tema del coronavirus?
D: El sector de la cultura y el entretenimiento estamos muy fastidiados por el tema del covid. El otro día escuché a un economista decir que hasta 2023 no nos recuperaríamos. Por una parte necesitamos que el gobierno nos haga un poquito de caso y no mire hacia otro lado. La gente nos apoyó mucho el otro día por la Alerta Roja, porque estamos sin trabajo, y vivimos en una sociedad de consumo donde si se rompe el círculo, nosotros también existimos. Parece que hay como una dejadez que no podemos seguir sosteniendo. Necesitamos poder comer, pagar nuestros alquileres y los que tengan niños, llevarlos al colegio.
Creo que va a haber que luchar mucho. También soy muy consciente de que el colectivo de artistas nace luchando, vive luchando y muere luchando, siempre. Siempre estamos y estaremos en continua lucha, y eso no nos importa. Somos ese altavoz de la sociedad civil que tiene que abanderar causas. Este es nuestro momento para defendernos, pero es muy importante que la población civil, como público, vuelva a ir a eventos como teatros, conciertos en directo, y vuelva a disfrutar. Todo para intentar llegar a esa “normalidad”.