A día de hoy es difícil encontrar a un amante de nuestro cine que no haya oído hablar de la ópera prima de Pilar Palomero, "Las Niñas". Y lo cierto es que lo raro hubiera sido que no hubiera triunfado, pues se trata de una obra personal e íntima muy cuidada. Esto lo han compartido críticos y espectadores, pues hace unas semanas recibía la Biznaga de Oro del Festival de Málaga, un premio que la cineasta dedicó tanto al equipo de la película como a sus padres.
Tal y como Palomero ha comentado en más de una ocasión, a lo largo de la historia podemos ver una década de los noventa en la que la sociedad estaba mucho más avanzada de lo que demostraban los colegios o las familias en sus propias casas. Y es que a través de la mirada de Celia (Andrea Fandos), podemos ver todo aquello a lo que tenías que enfrentarte en una época que se creía moderna pero en la que sufrías bullying porque eras hija de madre soltera o en la que era de lo más normal recibir clases de costura en el colegio.
Son grandes las críticas que podemos ver a través del largometraje, pues se trata de una mirada hacia el pasado en la que nos damos cuenta de la importancia que tenía la religión en la época y cuánto retraso provocaba en nuestra sociedad, los prejuicios que se imponían ante el hecho de que una compañera fuera huérfana o el desplante de toda una familia por haber tenido una hija fuera del matrimonio.
Las grandes protagonistas, cómo bien dice el título, son las niñas, y es que pocos son los aplausos que estas chicas puedan recibir por sus interpretaciones, pues la naturalidad y frescura con la que han conseguido rodar la película son admirables. Ninguna parece notar la presencia de la cámara, lo que hace que parezca que estamos verdaderamente ante una conversación entre amigas. Por otro lado, Natalia De Molina, como en cada proyecto que elige, está tan fantástica como siempre, haciendo de una madre exigente que hace todo lo necesario para todo lo que ella cree mejor para su hija.
Por último, hay que destacar la escena final de la película, que aunque sin revelar demasiado, puedo afirmar que se trata de la mejor de toda la película, pues te deja con las emociones a flor de piel y con un buen sabor de boca, de manera que puedes irte de la sala de cine bien satisfecha de haber escogido "Las Niñas".