El pasado ha sido siempre una carga difícil de llevar para las personas. Sin embargo, el recuerdo de sucesos adquiere una mayor dimensión cuando nos vemos obligados a lidiar con las acciones de otras personas de las que no sentimos responsabilidad alguna. Por ello, la película Sin Olvido resulta el ejemplo idóneo de lo inevitable que es enfrentarse a el pasado y la necesidad de identificarse con aquellos que han sido afectados por los eventos trágicos.
Ali Ungár, es un interprete de 80 años que descubre el posible paradero del asesino de sus padres durante el régimen de la Alemania nazi. A su llegada solo encuentra a su hijo Georg, un jubilado que trata de mala manera al señor Ungár, pero que pronto adquiere el interés para proponerle la idea de realizar un viaje para descubrir los secretos del holocausto. Embarcándose ambos en una travesía en la que ambos deberán aprender a convivir y a aceptar los sucesos que los vinculan.
El planteamiento de la cinta es acertado. Desde el inicio se presenta de buena manera a los personajes principales, definiendo sus rasgos de personalidad, mientras son colocados en situaciones en las que el choque de caracteres es inevitable. Se trata de una dupla que va evolucionando de forma natural. Lo cual le ofrece al espectador la posibilidad de ver el paso de una relación fría e incomoda, a un vínculo en el que ambos son capaces de respetarse mutuamente. Sin apreciarse un excesivo cambio en los protagonistas, el desarrollo interno de los protagonistas se siente creíble, y por lo tanto funge como uno de los puntos fuertes de la película.
En cuanto a posibles aspectos negativos, cabe destacar que el ritmo de la cinta es demasiado inconsistente. La transición entre situaciones joviales y momentos dramáticos es abrupta y muy poco cuidada. Por otra parte el entorno es algo desaprovechado. Aunque la premisa es un viaje de los personajes por Eslovaquia, la realidad es que la mayoría del tiempo los protagonistas se encuentran en lugares sombríos y monótonos. Lo cual resta posibilidades de descubrir más sobre la geografía del país. A pesar de ello, se trata de un detalle que no ensombrece el resultado final de la cinta.
Sin Olvido, es una película segura y realista, una propuesta que no necesita de grandes alardes para contar una historia realista con la que el espectador se puede identificar. A pesar de ciertos fallos en el desenvolvimiento de la trama, lo cierto que el conjunto de la película deja entrever un autentico viaje por el pasado y el posible camino a la captación de los conflictos no resueltos.
