Con la llegada de la pandemia a nuestro país, el COVID se convirtió en el principal tema de portada de todos los medios de comunicación. Con la nueva normalidad, los debates políticos han vuelto al Congreso de los Diputados (eso sí, todos tenían que ir con mascarillas).
Ayer, la ley de eutanasia volvía a la Cámara Baja con el debate de las enmiendas a la totalidad presentadas por el PP y Vox a la propuesta legislativa del PSOE para regular esta práctica. Esta ley ya pasó el primer filtro parlamentario el pasado mes de febrero con 201 votos a favor, 140 en contra y dos abstenciones.
La propuesta de Vox consiste en desarrollar los cuidados paliativos para “tratar de evitar por todos los medios que ni la persona enferma ni sus cuidadores sufran”. María Ruiz (diputada de Vox) era la encargada de defender la enmienda en el Congreso, “ofrezcamos una alternativa a la muerte. Pongamos nuestro esfuerzo en lo difícil, no en lo fácil” exponía.
Sobre esta propuesta, María Luisa Carcedo (socialista y exministra de Sanidad) cree que “nada tienen que ver con la eutanasia” y se ha comprometido a “acelerar todo lo que se pueda” para que la ley de la eutanasia sea una realidad cuanto antes.
A todo esto, hay que tener en cuenta que el plazo para la presentación de enmiendas parciales finaliza el próximo 16 de septiembre y, posteriormente se constituirá la ponencia encargada de dar forma a la iniciativa.
En este debate apareció la plataforma provida “Derecho a Vivir” con firmas en contra de la ley de la eutanasia. En total han recogido 51.033 firmas en las últimas 48 horas para paralizar el inicio del trámite parlamentario de la ley y reclamar unos cuidados paliativos de calidad. La coordinadora y portavoz de la plataforma (Rosana Ribera de Gracia) ha asegurado mediante un comunicado que “urge una atención paliativa de alta calidad allí donde esté instaurada e implantarla donde no lo esté, por humanidad, por eficacia y por el imprescindible freno a la eutanasia”.
Desde esta plataforma aseguran que “la eutanasia es la práctica extrema del capitalismo más aberrante: eliminar al que no produce económicamente”. También señalan que 225.000 españoles necesitan cuidados paliativos cada día, de los cuales el 75% acaba muriendo sin recibirlos, por lo que ve necesaria una Ley Nacional de Cuidados Paliativos.
Por otro lado, el Partido Popular propone para los pacientes que se enfrentan a un final “próximo e irreversible”, “eventualmente doloroso y potencialmente lesivo para la dignidad” una regulación de los cuidados paliativos. En su propuesta también incluye que aquellos que no soliciten la aplicación de estos cuidados paliativos en su domicilio, o en el caso de que tengan que ser hospitalizados, deben ser atendidos en una habitación individual.
En este caso, José Ignacio Echániz Salgado (diputado del PP) era el encargado de defender la enmienda en el Congreso, “frente a la eutanasia y el suicidio asistido, los cuidados paliativos” argumentaba.
María Luisa Carcedo (diputada socialista) expondrá la posición socialista ante las enmiendas de PP y Vox sobre la Proposición de Ley Orgánica de regulación de la eutanasia. De manera crítica argumentaba que el debate sobre este tema tiene que acabar, “Mientras tanto, miles de ciudadanos y ciudadanas están sufriendo. Siento vergüenza de formar parte de este paripé en el que nos enredamos y enredamos”.
Pero, ¿en qué consiste la ley de la eutanasia para suscitar tanta polémica? Esta ley incluye entre sus derechos los cuidados paliativos integrales, el tratamiento del dolor, previendo específicamente el derecho a la sedación paliativa, el derecho a recibir estos cuidados en el domicilio o en otro lugar que designe el paciente, al acompañamiento de sus familiares o allegados y el auxilio religioso que deseen, entre otros.
Habrá que ver si se presentan enmiendas parciales antes del próximo 16 de septiembre, ya que una vez finalizado el plazo, la ley seguirá adelante.