El Festival de Cine de Málaga se caracteriza, como muchos otros festivales, por su entrega de premios a lo largo de su celebración. Y eso fue lo que sucedió en la Gala Málaga Cinema la noche del miércoles 26, a pocos días de su finalización.
Las entradas se pudieron adquirir vía online, las cuales se debían mostrar en la puerta correspondiente -ya que habilitaron una puerta exclusivamente a prensa con la intención de no generar aglomeraciones-, donde tomaban la temperatura y escaneaban el código QR. En la misma disponían de un dispensador de gel desinfectante.
Una vez dentro, el público se sentía incluso más seguro pues el festival respetó las distancias de seguridad meticulosamente. Entre personas podría existir incluso cinco butacas libres, y los encargados de la seguridad muy amablemente vigilaban que todos los asistentes mantuvieran las mascarillas puestas en todo momento.
Preparados para el espectáculo, la magnífica banda local Malaka Mafia deleitaba con alguna de sus piezas, cuando el presentador apareció con un semblante elegante y risueño, quien al quitarse la mascarilla comenzó a narrar el acontecimiento. Dedicó unas palabras a los creadores de la tierra malagueña, y homenajeó el festival anterior mediante un vídeo. Fue entonces cuando en el Teatro Cervantes dio paso a la expectante entrega de premios.
Primero se reconoció el trabajo del director Pablo Barce, descubrimiento del año pasado por lograr el premio Forqué y la nominación a los galardones de la Academia con el cortometraje de "El Nadador". Fue merecidamente recompensado por ofrecer una nueva perspectiva respecto a los jóvenes africanos por alcanzar Europa. Además, dio las gracias al festival, pues fue el mismo certamen quien financió su obra.
El premio a la Producción lo recogió Dylan Moreno. En ediciones pasadas participó en la sección oficial con “El Intercambio”, y acaba de finalizar “La mancha negra”, largometraje de Enrique García. Fue el punto cómico de la noche al aparecer traje y unas chanclas playeras. Por un incidente se había roto el dedo del pie y su médico le recomendó zapatos más adecuados, creando así tendencia en el festival.
Fue el turno de los premios a la interpretación, el actor Ignacio Mateos llegó al papel protagonista por Fernando Colombro en “La banda Picasso”. Comentó lo emotivo que era para él estar en el certamen donde debutó por primera vez con 9 años como parte de la escolanía que cantaba en la ópera, y por el que había trabajado como azafato.
Finalmente subió Mona Martínez, actriz malagueña tras su papel como madre de Mario Casas en “Adiós”-proyectada en el Festival de Cine Europeo de Sevilla: en Vavel Cine hay enlaces sobre esta-. Como los premiados anteriores, recibió un vídeo que fue proyectado protagonizado por personajes del gremio para felicitarlo, en su caso Natalia de Molina.
Y así se levantaron y despidieron todos juntos bajo el sonido de aplausos y vítores.
