El Festival de Cine de Málaga celebrado el pasado mes de agosto fue muy satisfactorio pese a las estrictas medidas de seguridad que limitaban los pases de prensa, entrevistas, galas, entre otras cosas. Una de las razones que han favorecido enormemente su éxito, tuvo relación con la variedad de películas que exponía, cada una con sus características determinantes. Entre las que más complacieron estuvieron “La Niñas”, “Eso que tú me das”, y “A este lado del mundo”.
Este último largometraje trata de un joven ingeniero, Alberto (Vito Sanz), quien ha sido despedido recientemente por su empresa. No obstante, su ex jefe le propone hacerse cargo de una tarea en la ciudad de Melilla, deberá encargarse de mejorar los mecanismos de seguridad en el lugar y así evitar que los inmigrantes entren en el país. Allí conocerá a Nagore (Anna Alarcón), quien tiene la responsabilidad de mostrarle el espacio desconocido.
No es difícil intuir que el protagonista va a toparse con la complejidad de uno de los debates más importantes que sacuden el mundo, desde el mismo momento en que viaja a Melilla y descubre la cruda realidad sobre el trato que reciben los inmigrantes que desesperadamente idealizan escapar para vivir una nueva vida alejados de la Verja de acero, alambre de espinos, cuchillas y verja antitrepa.
El director español David Trueba, ha maravillado a su público con un tema tan espinoso, mostrando por primera vez el punto de vista de aquellos quienes trabajan preservando la valla de Melilla. Al mismo tiempo que Nagore sorprende constantemente con argumentos rápidos sobre lo que es verdaderamente justo y lo que no, Alberto refleja mediante su inexpresión, un debate interno sobre qué es lo correcto.
No te dejará de sorprender hasta el último minuto, compuesto por metáforas y una gran elección musical por parte de Javier Limón, que acompaña fotogramas interesantes.
Tras la proyección de prensa, el director se presentó junto a tres de sus protagonistas de reparto para hablar de la obra, todos muy agradecidos y satisfechos con los resultados, lo cual no es para menos. “Somos el país desarrollado más incivilizado”- David Trueba.