Victor Lancho es un actor que inició sus estudios en el bachillerato de artes escénicas, música y danza. Recibió clases en Réplika Teatro durante un año. Entró en la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid, donde hizo montajes como Divinas Palabras dirigido por Yolanda Porras o Danny y Roberta dirigido por Mariano Gracia.
P: ¿Qué tal le ha ido el confinamiento?
R: El confinamiento ha sido como para todo el mundo, bastante duro. Sin embargo ha estado bien tener tiempo en casa para reflexionar y encajar la cabeza, esto ha sido una pausa grande para todo el mundo.
P: ¿Ha afectado el coronavirus a algún proyecto que tuviera en mente?
R: Sí, se han caído castings y varias pruebas que estaban todavía en el aire.
Inicios interpretativos
P: ¿Cómo empezó su carrera interpretativa?
R: A mí siempre me gustó el teatro, y empecé cuando estaba en el instituto. A los 15 años me llamaron de una compañía de teatro en Cáceres, Extremadura, de donde yo soy, y estuve trabajando con ellos 3 o 4 años haciendo giras por Extremadura. Cuando me llegó la hora de elegir bachillerato hice el de artes escénicas. Al terminarlo me vine a Madrid para entrar en la Resad, donde pasé cuatro años muy bonitos. Luego me pasé a la Central de Cine, donde hice el máster de cine, y todavía me sigo formando.
P: ¿De dónde le viene la pasión por el teatro y la interpretación?
R: Es una pregunta que siempre se nos hace: “¿por qué quieres ser actor?” siempre me preguntaron, pero realmente no lo sé. No tengo una razón especial. Cuando estaba en el instituto me di cuenta que a mí estudiar no me gustaba mucho, pero en literatura cuando había que interpretar un texto, era yo siempre el voluntario. En otras clases, nunca salía a la pizarra.
P: Ha hecho tanto cortometrajes, como televisión y teatro. Si tuviera que elegir una disciplina, ¿Con cuál se quedaría?
R: Sin duda con el teatro
P: ¿Qué es lo que más le gusta del teatro?
R: Lo que más me gusta es sentir el riesgo de que lo que haces, de que no hay una segunda oportunidad. También tener a la persona a la que le quieres transmitir algo en frente, y no a través de una pantalla, te permite sentir con ella, ver sus emociones en directo. En teatro se lleva peor que en la tele, pero se siente diferente, no tiene nada que ver.
‘El Chico del Tren’, un proyecto "bonito y personal"
P: Vamos a hablar un poco sobre su último trabajo, ‘El Chico del Tren’, ¿Podría contarnos un poco de qué va?
R: 'El Chico del Tren' cuenta la historia de dos personas muy distintas que coinciden. Es una relación amorosa entre Tobías, un chico deportista y Sara, una mujer de 45 años. De por sí vemos que hay una diferencia de edad, pero realmente nunca se le da la importancia que tiene. Lo normal sería abusar de lo llamativo que es que un chico joven y una mujer mayor que él se interese por ella sin haber intereses económicos de por medio, pero en ningún momento se habla de eso. Eso fue lo que más me llamó la atención.
Trata la relación de dos personas que son de dos mundos muy distintos. Por un lado Tobías, es un chico con mucha energía, muy positivo sin prejuicios, que le gusta vivir la vida y vivirla bien, pero muy distinto de cómo es hoy la juventud, a él no le interesa salir de fiesta. Un día conoce a Sara, una mujer separada, que tiene un hijo, y le pone barreras muy grandes.
P: Sabemos que ha pasado con otros proyectos ya, ¿cree que podría ser ‘El Chico del Tren’ un largometraje algún día?
R: Podría ser, es un corto bastante largo, entre comillas, pero la historia daría perfectamente para un largometraje. Sin embargo, yo apoyo los cortos porque hay veces que se quiere estirar tanto una historia, que pierde toda su esencia. ‘El Chico del Tren’ en corto está muy acertado.
P: ¿Cómo ha sido trabajar con Vicenta Ndongo?
R: Para mí ha sido magia. Hubo mucha química desde que empezamos a trabajar el primer día. Estuve todo el rodaje como una esponja, porque es una mujer increíble como actriz y como persona. Es muy muy buena.
P: ¿Ha sido esta la primera vez que protagoniza un corto?
R: No, he hecho varios, pero creo que sea un proyecto tan bonito y personal sí, es el primero.
P: ¿Cómo surgió la oportunidad de este proyecto?
R: Yo conocí a Diego en la ECAM, y yo fui con él unas cuatro sesiones y ahí empezamos a contactar porque le gustaba mi manera de trabajar, y me llamó para trabajar con él.
Lo cierto es que al principio el papel de Tobías no era yo para nada. Era algo más joven, más delgado. Me tuve adaptar a un personaje deportista, que hacía Kayak, pero Diego apostó por mí.
P: Ha estado en festivales presentando el cortometraje, ¿qué tal está siendo la experiencia?
R: Pues la experiencia es muy bonita, pero con todas las precauciones que hay, es todo muy diferente. El primero en el que estuvimos fue el de Medina del Campo, un festival muy grande, pero justo cuando fuimos a ver la proyección de ‘El Chico del Tren’ declararon en ese momento el Estado de Alarma.
P: ¿Cómo es la acogida de la audiencia después de la proyección?
R: Partiendo de la base que lo paso super mal cuando tengo que estar sentado en la sala viendo algo mío, es un corto que la gente se nota que comienza a “respirar profundo”. La gente se sienta y no ve el corto sin más, es decir, cuando el corto lleva dos o tres minutos te das cuenta de que la gente está enganchada. La historia no está contada cronológicamente, entonces ves que la gente está metida dentro de la historia.
La historia es amorosa, pero con sus tramas. El momento cómico el público lo agarra porque lo necesita. Lo cómico lo reciben al momento.
La evolución de su carrera
P: ¿Cómo recuerda su primera aparición frente a una cámara?
R: A nivel profesional, fue muy bonita en la serie de Telecinco ‘Secretos de Estado’. Cuando llegué al set me acuerdo de pensar “madre mía en la que me he metido”. Me seleccionaron casi de un dia para otro, no tuve mucha preparación burocrática, y sin darme cuenta estaba ahí delante de la cámara. Estuve bastante cómodo, “estuvimos a la altura”.
Sin ser profesionalmente tienes menos presión, si hay que repetir se repite. Si es con alguien de confianza estás más como en tu casa.
P: ¿Se ve haciendo algo que no sea actuación? Es decir, dirección, producción…
R: No, me ciño a la interpretación.
P: ¿Cuáles son sus referentes interpretativos?
R: Sin duda mi referente es Luis Tosar, pero también Roberto Álamo y Javier Cámara
P: Si hubiera tenido la oportunidad, ¿en qué serie o película española de todos los tiempos le hubiera gustado trabajar?
R: ¡Qué difícil! Pues sin ir muy atrás y tirando a lo grande, en ‘La Casa de Papel’.
P: Así que para terminar, ¿cómo ve el futuro del teatro y la cultura españolas con el tema del coronavirus?
R: Quiero pensar que no será muy complicado, pero siendo realista y por mucho que me pese, creo que va a estar pausado un tiempo.
