Desde su irrupción a finales del siglo XX, internet llegó para convertirse en el mayor enemigo de la televisión en la guerra por ser la principal fuente de entretenimiento. A pesar de los esfuerzos del medio televisivo por hacer frente al coloso cibernético, la opinión popular parece haber adoptado internet definitivamente no solo como una fuente de ocio, sino como un estilo de vida. El último gran golpe de la red se produjo con un innovador concepto llamado plataformas digitales.
Estas creaciones llegaron para adueñarse por completo del panorama del entretenimiento en todo el mundo. Se trata de espacios que ofrecen al espectador un sin fin de series y productos de creación original que con el tiempo han desbancado por completo el monopolio ejercido por la televisión tradicional. Y es que al golpe que supone la aparición de contenido original, se suma la fantástica recopilación de cintas que plataformas como Netflix, Disney + o Amazon Prime poseen para concluir su conquista del mercado del entretenimiento.
Tras la explicación del arrollador dominio de las plataformas digitales todo apuntaría a que la televisión es el único medio afectado por el crecimiento de internet. Sin embargo existe otra industria que con el paso del tiempo y ahora con la presencia de una pandemia mundial, se encamina cada vez más a una batalla contra la red.
Recientemente se informo de la productora Disney optaría por estrenar la película Mulan en su reconocida plataforma digital, Disney +. Al margen de pensar en dicha medida como una posible solución al estancamiento del cine, lo cierto es la idea de que las plataformas sustituyan a las salas de cine como vía para estrenar cintas se vislumbra como una situación preocupante para una industria que vive sus momentos más oscuros.
Parece evidente que en la situación actual, la prioridad es dar salida a los proyectos aplazados por la pandemia. Pero analizando la situación no sería de extrañar que con el tiempo lo que comenzó como una alternativa termina convirtiéndose en un enemigo imposible de enfrentar. Por mucho que cueste imaginar un mundo carente de la experiencia que supone ir al cine, la realidad es que le expansión de internet ya consiguió despegar a toda una generación de las pantallas del televisor.
Por el momento se trata de una posibilidad remota. No obstante, la falta de soluciones y la crisis son los peores enemigos de una industria tan acostumbrada al existo financiero como el cine. Al final solo el tiempo dura si las aclamadas plataformas digitales llegaron para aportar o apartar al cine de su trono en el entrenamiento.
