Si con ‘’Lover’’ se decía que Taylor Swift había llegado a su culmen como compositora, con ‘’folklore’’ ha iniciado su carrera por convertirse en una gran narradora de historias dentro de la industria musical.
‘’folklore’’ es algo completamente distinto a lo que la estadounidense tiene acostumbrado a sus seguidores, en todos los aspectos. Lejos de la estética oscura de ‘’reputation’’, o el clímax romántico de ‘’Lover’’, este álbum es su particular out of the woods, creado por y para ser único.
Durante la cuarentena su inspiración se disparó, y lejos de canciones basadas en vivencias propias, Swift creó un universo propio, desde un tema sobre su abuelo luchando en la Segunda Guerra Mundial, hasta un triángulo amoroso contado durante tres canciones, cada una desde una perspectiva diferente.
Difícil catalogarlo en un único estilo musical, moviéndose entre baladas pop y un indie-folk sumamente melódico. Este trabajo, anunciado por sorpresa el jueves 23, supone una oda a todas sus canciones de beat más lento, a esas baladas tan endémicas de la cantante.
El disco comienza con un piano alegre, que anuncia el tono del tema. ‘’The 1’’ trata, desde una perspectiva optimista, sobre un antiguo amor, ahora perdido. Una antigua persona, la que parecía la adecuada, pero ahora no es más que un feliz recuerdo, no es más que un ‘what if...’.
‘’Roaring twenties, tossing pennies in the pool. / And if my wishes came true / It would've been you’’, reza la letra en el estribillo, ‘’But it would've been fun / If you would've been the one’’.
‘’cardigan’’, además de ser el single escogido por la artista como carta de presentación para el gran público, supone la primera parte del triángulo amoroso escondido en el disco. Cuenta el punto de vista de Betty, abandonada por su novio James, sintiéndose como ‘’un cardigan viejo debajo de una cama’’.
Las otras canciones pertenecientes a este triangulo son ‘’august’’, en la que el amor de verano de James explica como se sintió al amar a un chico que jamás la querría por más de un mes; y ‘’betty’’.
Esta última, comenzando con una bonita armónica, trata, en palabras de la propia cantante, de ‘’un chico de diecisiete años aprendiendo a pedir perdón’’. James, arrepentido, piensa en qué pasará si se planta en el porche de Betty, le pide perdón y la besa delante de sus amigas. Una historia de amor a trozos, contada a través de ellos.
Otra historia es contada en ‘’the last great American dinasty’’, con una base algo más electrónica, la de la antigua dueña de su mansión de Rhode Island. Rebekah Harkness es la protagonista de este tema, uno de los más pop del álbum.
‘’Rebekah gave up on the Rhode Island set forever /Flew in all her Bitch Pack friends from the city/ Filled the pool with champagne and swam with the big names/ And blew through the money on the boys and the ballet / And losing on card game bets with Dalí’’, es parte de la letra de la canción, que termina con Taylor contando que, tras todas las aventuras vividas en esa casa, ahora es suya.
Una de las pistas más comentadas en redes sociales es ‘’exile’’, y una de las composiciones más tristes de todo el disco. Acústica, con la música en un segundo plano durante casi toda la canción, sólo con un piano manteniendo la melodía.
Mientras tanto, la voz rasgada de Bon Iver y la versatilidad de la de Swift ocupan toda la atención de quién escuche. La sensación de que alguien una vez fue hogar para ti, y ahora te sientes en el exilio. De eso habla la que es, sin duda, una de las sensaciones del disco.
De una forma mucho más rítmica y pegadiza que en las demás canciones, Swift crea en ‘’mirrorball’’ una atmósfera luminosa en la que encuadrar una letra doliente. “I want you to know / I’m a mirrorball / I’ll show you every version of yourself tonight / I’ll get you out on the floor / Shimmering beautiful / And when I break, it’s in a million pieces,” canta en este tema, que recuerda a su época ‘’1989’’.
Otras pistas hablan de la propia carrera de Swift, como ‘’my tears ricochet’’, que transporta al oyente a una época más oscura de la cantante, abordada de una forma distinta a la que vimos en ‘’reputation’’; o ‘’this is me trying’’, que puede hablar tanto de una relación como de sus malos momentos en la industria. También ‘’mad woman’’ podría hablar de ella, de su lucha por ser su propia dueña
No todas las pistas referidas a otras personas lo hacen de forma amorosa, como en ‘’invisible string’’, que sus seguidores creen que habla de Joe Jonas, y del destino que siempre los acaba uniendo. ‘’For the boys who broke my heart / now I send their babies presents’’, dice en la canción.
Pero sí hay algunas que podrían referirse a su actual pareja, a quién le dedicó su anterior trabajo. Una de ellas es ‘’peace’’, donde Taylor asume que puede darlo todo, menos tranquilidad, debido a su estatus público.
Y basándose en su propia familia, Swift escribió ‘’epiphany’’, sobre su abuelo, que luchó en la batalla de Guadalcanal durante la Segunda Guerra Mundial. Con un coro y una melodía que te atrapa desde el inicio, consigue crear un aire nostálgico en una letra atemporal.
Diferente, novedoso y único, ‘‘folklore’’ es aire fresco en unos tiempos de incertidumbre para hacer conciertos. Cada álbum, la Taylor cantautora acumula más experiencia, y nadie puede esperar a ver dónde desembocará el talento de Swift.